jueves, 1 de marzo de 2018

Con la roja y blanca del otro lado del Charco

LOS HINCHAS DE ESTUDIANTES CRUZARON EL RÍO PARA ESTAR JUNTO AL EQUIPO
Un buen número desafió el calendario y el elevado precio de las entradas para estar en el debut copero
URUGUAY
Enviados especiales

LOS HINCHAS DEL PINCHA ACOMPAÑARON EN BUEN NÚMERO Y ALENTARON DURANTE LOS 90 MINUTOS 
Estudiantes debutó en la Copa Libertadores y en la tribuna visitante un buen número de hinchas dijo presente, con banderas, bombos y trompetas. Otra movilización a un país que, históricamente, une especialmente al Pincha luego de tantos partidos y finales jugadas allí.
En Montevideo el Pincha fue campeón de América en 1968, jugó las finales del ‘69, ‘70 y ‘71, participó un par de veces de la Supercopa y en la historia más reciente jugó por Libertadores, Sudamericana y hasta algún amistoso de preparación.

LA DE BERISSO, UNA DE LAS FILIALES PRESENTES 
Ayer la capital uruguaya vivió al ritmo del partido. Los titulares de los diarios hablaron de un partido con mucha historia, las radios se instalaron en el hotel del plantel y los argentinos y uruguayos empezaron a jugarlo desde temprano. Los de Estudiantes, claro, con una relación directa, lo mismo que los de Nacional. Pero los de Peñarol, aprovechando su amistad con el Pincha y su rivalidad con el Bolso, se sumaron a la conversa. La mañana y el mediodía fue bien futbolero en Montevideo, una ciudad que respira fútbol casi por igual que candombe.
Desde la mañana el puerto de Buenos Aires se empezó a teñir de rojo y blanco. En el más cercano a La Plata, Colonia Express, viajaron unos 150 hinchas. Lo hicieron en el primer barco del día, vía Colonia y luego colectivo hasta la capital charrúa. En su gran mayoría jóvenes que cantaron durante la hora y monedas del viaje hacia la ciudad Patrimonio de la Humanidad. A tal punto que el comandante del barco, primero, pidió silencio por respeto a los demás pasajeros que nada tenían que ver con Estudiantes y luego, ya resignado, se sumó e hizo referencia a la “amistad entre Estudiantes y Peñarol”.

HINCHAS DEL LEÓN EN VIAJE A URUGUAY 
También hubo movimiento en las emberaciones de la empresa Buquebús, tanto en el barco que fue a Colonia en horas del mediodía como en el que unió directamente Buenos Aires con Montevideo a primera hora del miércoles. Algunos dirigentes y ex dirigentes viajaron por esa vía y todos se dirigieron hacia el Sheraton de Punta Carretas, algo alejado del centro tradicional de la ciudad.
Entre los presentes estuvieron Osvaldo Lombardi, José Menno, Juan Martín Aiello, Luis Álvarez Gelvez, Daniel Ongay, Daniel Cajade y otros más. Quien no pudo sumarse a la delegación albirroja fue el sanador de Gorina Manuel Valdez. También dijo presente el profesor Marcelo Sarasqueta, un infaltable en cada excursión pincharrata nacional o internacional.
OTRO GRUPO VIAJÓ A LA CAPITAL ORIENTAL VÍA TERRESTRE
Otro grupo viajó vía terrestre. En total dos micros salieron en la madrugada desde La Plata con hinchas de filiales y agrupaciones. Partieron a las 2 y llegaron un par de horas antes del inicio del partido. Esos hinchas viajaron casi todos sin entradas y tuvieron que buscarlas en Montevideo, con la imposibilidad de conseguirlas de otro modo que no sea con tarjeta de crédito. Fue un viaje largo y cansador: cerca de 10 horas, con paradas y una muy larga en la frontera de Gualeguaychú-Fray Bentos.
En la cancha todos los hinchas se ubicaron en la tribuna Héctor Scarone, a espaldas de la calle Gómez. El ingreso fue estricto: tres cordones de seguridad para que ningún hincha sin entrada se pudiese acercar hasta el estadio. Este fue todo un tema, ya que varios simpatizantes llegaron hasta Uruguay sin su correspondiente ticket y les fue imposible ingresar.
La seguridad es todo un tema en Uruguay. Desde hace unos años el Gobierno decidió cortar por lo sano y tener un control sobre el fútbol, para evitar que siguiese avanzando la violencia. Desde hace un tiempo todos los hinchas en Uruguay tienen que sacar sus entradas con tarjeta y con nombre y apellido. Además, lo mismo que les pasó a los hinchas de Estudiantes anoche en el Gran Parque Central, todos tuvieron que presentar sus documentos en cada uno de los controles.
Por disposición de la Policía de Montevideo sólo se permitieron los ingresos de banderas de 2x2 metros y, la que superó esas medidas, tuvo que quedarse afuera. Las que pudieron verse atadas en el alambrado que estaba detrás de uno de los arqueros del Parque Central fueron: “Los de Siempre”, “Hernández”, “16 de octubre”, “Berisso”, “Los Hornos”, “4 de agosto”, “Altos de San Lorenzo”, “Los Leales”, “La Loma”, “Lanús”, “Mondongo” y “Seba”.
Para sorpresa de varios el clima no fue un aliado: nublado y relativamente fresco. El sol y humedad de Buenos Aires no se repitió del otro lado del Charco durante la tarde. Peor aun a la hora del partido, cuando muchos extrañaron un suéter o campera. A pesar de la cercanía con la Argentina, en Uruguay el clima no tiene mucha similitud con el nuestro.
Durante el encuentro, la rivalidad histórica existente entre ambos clubes se hizo sentir en distintos cánticos que se escuchaban en ambas tribunas, como así también la amistad que existe entre los simpatizantes de Estudiantes y Peñarol, clásico rival de Nacional.
EL BOLA LIMA PASÓ A SALUDAR
Roberto Lima, el ex jugador de Peñarol y ayudante de campo de Gustavo Matosas, fue uno de los primeros en pasar por el hotel Sheraton para saludar a la delegación. Como buen uruguayo lo hizo con el termo y el mate bajo su brazo.
“Por supuesto que mi corazón está con Estudiantes, por lo bien que me trataron cuando estuve ahí y por mi sentimiento Carbonero”, contó a este medio en la puerta del hotel, mientras se saludaba con el secretario técnico Agustín Alayes y con uno de los gerentes futbolísticos Diego Ronderos.
Al ser consultado por el presente de Matosas, quien luego de su salida de Estudiantes no volvió a dirigir, dijo que están esperando una propuesta y no descartó que pueda volver a trabar en la Argentina, aunque hoy por hoy parece ser la opción más difícil de todas.
AGUIRRE, OTRO INTERESADO
Diego Aguirre, el ex entrenador de San Lorenzo, fue sorprendido cerca del hotel Sheraton. Lo hizo sin intenciones de cruzarse con la delegación albirroja, sino más bien por intereses personales. Lo que no sabía era que allí estaban los argentinos.
Luego de unos minutos de charlas, charló con este medio de la dificultad del partido jugado anoche, vislumbró un juego muy cerrado y, al igual que Lima, tenía su corazón con el Pincha ya que es otro Manya de buena ley.
www.eldia.com.ar

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