lunes, 2 de abril de 2018

Más allá de las explicaciones de Bernardi, el juego de Estudiantes no consigue convencer

SIEMPRE TENSO. EL DT VIVE A LA DEFENSIVA CON LA PRENSA
El inesperado ingreso de Cascini le hizo bien al equipo. A muchos hinchas les seduce que la dupla de ataque sea Otero-Pavone

Más allá de las explicaciones de Bernardi, el juego de Estudiantes no consigue convencer

Lucas Bernardi fue cuestionado por los hinchas luego del encuentro del sábado en Liniers

Por MARTÍN MENDINUETA
@FirmaMendinueta

Sin que le sobre algo (ni puntos en la tabla, ni juego que termine de convencer a su gente), el ciclo que lidera el cuerpo técnico de Lucas Bernardi ha logrado un buen nivel de eficacia y mediana aceptación popular. Hoy, su figura como tutor de fuerte personalidad no está discutida, pero tampoco ha logrado que los habitantes de la tibuna lo incorporen definitivamente.
La combinación de los resultados obtenidos y el perfil de rendimiento alcanzado le permite gambetear con holgura una crítica ácida; y, al mismo tiempo, proyectar el crecimiento de una identidad colectiva que está muy afianzada de mitad de cancha hacia atrás, pero con varios interrogantes a la hora de construir juego para lastimar en el área de enfrente.
Andújar, Sánchez, Schunke, Desábato y Dubarbier (Campi es el quinto hombre que que puede ser zaguero o lateral izquierdo) más Braña (el que corre, impone su presencia en el medio y, por momentos, se erige en conductor) y el colombiano Luis Ferney Otero parecen conformar la estructura que nadie discute. Después, ya empiezan los interrogantes, los gustos personales y, lógicamente, el debate que tanto apasiona a los futboleros.
¿Quién es el mejor mediocampista por derecha, el que debiera estar siempre? ¿Cuándo llegará el tan esperado salto cualitativo en la prestación individual de “Tití” Rodríguez? ¿A cuántos realmente convence el nivel mostrado hasta aquí por Gastón Giménez, el refuerzo por el que más insistió el entrenador? Melano evolucionó, sumó sacrificio, aprendió a jugar más en función del libreto que propone el equipo; asfixia la salida del rival y presiona cada vez mejor, pero su resolución pura en ataque deja dudas. Y Mariano Pavone es todo un tema en sí mismo. El “Tanque”, como es entendible, no tiene la descomunal potencia del 2006, pero al hincha le encanta tenerlo ahí, en la cancha y que sea él quien convierta los goles. Además, contra Vélez gritó uno y también estuvo cerca de anotar en un enganche de izquierda hacia adentro con un buen remate que despejó Rigamonti.
Bernardi cambia permanentemente. Con él nunca se sabe cómo va a formar el equipo titular. Lo que sí esta claro es que, más allá de que los años le han quitado parte de su tremendo vigor, y por eso algunos aprueban la mirada del técnico, son bastante más los que desean que la dupla ofensiva esté conformada por Otero y Pavone. Juntos inspiran una veta de optimismo,
Entre el “Chapu” y los delanteros hay una zona gris donde el que asoma con virtudes se hace notar y entra rápidamente en consideración. En el primer tiempo ante Real Garcilaso por la Copa, Fernando Zuqui fue valiente como es siempre para mostrarse, pedir la pelota y encarar con decisión. El último sábado, en Liniers, fue Bautista Cascini el que le hizo bien al equipo haciendo pases simples y generando una circulación acertada. El destino quiso que se le abriera un hueco ante la traicionera lesión de Marco Borgnino, jugador que todavía el hincha no tiene internalizado.
A Bernardi se lo notó fastidioso en el contacto con los medios y no es la primera vez
Y también están a la orden Ruiz Díaz e Iván Gómez, por si Braña necesita ayuda, y Carlo Lattanzio, el “Tuta” Cejas, y Nicolás Talpone, que formó parte de la reserva del “Chino” Benítez, que está en un buen momento y sigue ganando. En cambio, los otros refuerzos no aparecen. Nadie pide por ellos. Ni Murillo, ni Escobar y mucho menos el ecuatoriano Christian Alemán.
Estudiantes, que está pasado de jugadores, no tiene un armador de juego. Parece mentira, pero es así.
DOS A CERO Y EL RIVAL CON UNO MENOS ES MUCHO...
En lugar de no ocultar su molestia ante algunas preguntas de la prensa, Bernardi podría haber tomado el camino del cada vez más respetado Jonatan Schunke. El defensor, que intimida con su imagen y convence con su manera de comportarse dentro y fuera de la cancha, simplemente reconoció que “lo teníamos controlado y que se nos escape da mucha bronca. Perdimos dos puntos importantes porque nos relajamos un poco y dejamos de hacer lo planificado”.
A Bernardi se lo notó fastidioso en el contacto con los medios y no es la primera vez. Sus explicaciones son absolutamente respetables, aunque no coinciden con una buena parte de la opinión pública.
¿Tanto cuesta reconocer lo que se vio por televisión? Evidentemente, al defensor no le genera conflicto poner en acción el saludable mecanismo de la autocrítica. A su técnico, parece que sí.

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