ENTREVISTA CON JUAN RAMÓN VERÓN, A 50 AÑOS DE LA PRIMERA LIBERTADORES PINCHA
La Bruja, goleador y
figura albirroja de aquella consagración, recordó la conquista. Elogió a
Osvaldo Zubeldía, repasó partido por partido y contó lo que significó
ese plantel en su vida

La Bruja Verón con la Copa, la que levantó hace medio siglo en el estadio Centenario
Pasaron 50 años de aquella final
que lo consagró. Sus gambetas en la primera fase de la Libertadores,
aquel partidazo en Avellaneda contra Independiente, el gol de chilena a
Racing en la semifinal, la apilada sobre el arco del Industrial en la
primera final y el segundo gol contra Palmeiras, el 16 de mayo de 1968.
Juan Ramón Verón, la Bruja -para algunos el mejor jugador en la historia
del Club- recibió a este medio para hablar de aquella inolvidable
conquista en Montevideo de la cual hoy se celebran las Bodas de Oro.

La portada de El DÍA
El hombre viste ropa deportiva. Hace un
tiempo superó la barrera de los 70 y sigue amando al fútbol igual que
antes. De hecho cuenta que la semana pasada jugó un partido en el
complejo Prado Español de Villa Elisa
-¿Qué significó para usted esa primera copa Libertadores?
-Para
nosotros fue algo inesperado, nos tomó un poco por sorpresa. Después de
ganar el Metropolitano del ‘67 sabíamos que podíamos conseguir algo
más, pero nunca pensamos algo tan grande. Pero ¿sabés qué? Teníamos un
cuerpo técnico muy trabajador, de avanzada y nosotros confiábamos una
barbaridad.
-¿Cuándo se dieron cuenta que podían hacer un buen papel?
-En
el primer partido contra Independiente, en Avellaneda. Debutamos en
enero y ganamos 4-2. No era cualquier Independiente, había sido campeón
hacía poco y tenía u equipazo. Por dentro, esa noche, pensamos que algo
bueno podía pasar.
En la primera fase de la Libertadores
Estudiantes tuvo un andar casi perfecto. Además de ganarle al Rojo en el
debut, después hizo lo mismo con Millonarios y Deportivo Cali, ambas
veces en Colombia. En 57 y 1 les ganó al Rojo y a Cali; sólo resignó un
punto contra Millonarios (0-0).
“Estábamos muy bien preparados por
eso un arranque así. Imaginate que arrancar ganándole como visitante al
candidato nos dio un envión fenomenal”, continuó la Bruja en una charla
distendida y muy futbolera que duró alrededor de una hora.
-¿Ustedes se daban cuenta en el momento de lo que estaban consiguiendo?
-En el momento no. Nosotros queríamos jugar y ganar, no importaba otra cosa. Así nos mantuvimos arriba entre el ‘67 y 1971.
-¿Cuál fue el partido más duro que tuvieron en la segunda ronda?
-Universitario
de Perú. Pero te diría que fue lo más complicado que tuvimos en la
competencia. Perdimos en Lima y llegamos al último partido de la fase en
La Plata obligados a ganar o quedábamos eliminados.
En esa
segunda ronda el equipo de Zubeldía debutó con una derrota en Lima
contra Universitario. Un gol de Lobatón a falta de 10 minutos complicó
las cosas. Peor aún: esa noche se lesionó en su rodilla Eduardo Luján
Manera, quien no volvió a jugar en la Copa. Ni siquiera ganándole dos
veces a Independiente (2-1 en Avellaneda y 1-0 en La Plata) el rumbo se
normalizó. Llegó al último partido, jugado el 9 de abril, con la
obligación de ganar. Y lo hizo, con gol de Verón a poco de comenzado y
mucho coraje para defender la ventaja.
-¿En la semifinal contra Racing terminaron de comprobar que iban a salir campeones?
-Estábamos
bien pero nos faltaba dar el último paso. Nosotros sentíamos que el
grupo estaba fuerte pero nadie te aseguraba nada. Había que respetar al
rival de enfrente porque también quería lo mismo que nosotros: levantar
la copa.
-Contra Racing hizo un gol de chilena. ¿Fue mejor que la de Cristiano Ronaldo?
-(se
ríe) Fue distinta. Desbordó (Marcos) Conigliaro por izquierda, tiró el
centro, la rechazaron de cabeza y me quedó a mí. Giré y le pegué en el
aire. Fue al segundo palo.
-Los hinchas de aquellos años
recordaron, con el correr de los años, lo que fue su gol contra
Palmeiras en la primera final. ¿Fue tan lindo?
-Fue un
gran gol, la verdad. Faltaban siete minutos y perdíamos 1-0. Encaré
desde la mitad de cancha tras el pase de Madero, que generalmente salía
con pelota dominada, encaro en diagonal, en la medida que iban saliendo
gambeteaba y cuando me dí cuenta estaba pisando el área. Entonces la
tiro para adentro buscando el penal y cuando enfrento al arquero le pego
de derecha. En ese momento la derecha la usaba sólo para caminar. Una
curiosidad: los tres goles que le hice a Palmeiras en los tres partidos
los marqué con la derecha.
-¿La derrota en Brasil los golpeó o todo lo contrario?
-Sirvió
para que Osvaldo (Zubeldía) terminara de planificar el partido final en
Montevideo. Ellos tenían un número “9”, Tupanzinho que jugaba muy bien.
Se tiraba atrás y organizaba el juego. Entonces para el partido en el
Centenario le mandó a Pachamé y no tocó la pelota. Palmeiras no llegó al
arco. Esas pequeñas cosas marcaban lo que era nuestro entrenador, que
sabía cómo jugaba cada rival, algo que en la época no estaba tan
implementado.
“Lo único que me quedó pendiente en el fútbol fue jugar un Mundial con la camiseta de la Selección. Después hice todo”
Juan Ramón Verón
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