Osvaldo Juan Zubeldía conforma el núcleo de entrenadores que se
nombra en toda mesa de debate futbolístico en el mundo, y que tuvo
plataforma, laboratorio y éxito final el Club Estudiantes de La Plata.
Nació en Junín, el 24 de junio de 1927, por lo que hoy estaría llegando a
los 91 años. Pero el hombre, que también fue jugador (desde Vélez con
debut en 1949, pasando por Boca, Atlanta y Banfield, en éste último se
retiró mientras intervino paralelamente como técnico).
Hijo de Ignacio Zubeldía y Ursulina Chidichino, tuvo 2 hermanos,
Lidia y Daniel. Cuenta que cuando era chico su mamá le regaló una vez
unos botines, y que esa misma noche durmió con ellos puestos. De niño
sentía tanta admiración por River Plate que llegó a probarse en el
equipo y al ver a jugadores de la talla de Moreno, Pedernera y Loustau,
se asustó y retornó a su ciudad natal.
La revolución total la tuvo en La Plata, tomando al equipo Albirrojo
en 1967, ganando sucesivamente el Metropolitano ’67 (rompió el “León” la
hegemonía de equipos grandes en el listado de campeones de AFA),
subcampeón invicto del Nacional 1967, finalista del Metro ’68, y
llevándose la Copa Libertadores de América tres años consecutivos, del
’68 al ’70, y la Copa Intercontinental de 1968, ante el Manchester
United de Inglaterra. Precisamente, en el museo de Old Trafford aún se
conserva una pizarra que Zubeldía escribió a sus jugadores el 16 de
octubre cuando obtuvo el máximo logro a nivel de clubes: «A la gloria no
se llega por un camino de rosas».
El zorro falleció prematuramente en Medellín, Colombia, país en el que se encontraba dirigiendo, el 17 de enero de 1982.
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