Federico Javier Manes tiene 29 años y dejó amigos,
familiares y mucha historia en La Plata. Recuerda con nostalgia las
tardes en el Parque Saavedra, donde durante años formó parte de un grupo
de socios que iba al centro de la tribuna de Estudiantes y que en algún
momento decidieron tomar distancia de Los Leales.
Federico Javier Manes tiene 29 años y dejó amigos, familiares y mucha
historia en La Plata. Recuerda con nostalgia las tardes en el Parque
Saavedra, donde durante años formó parte de un grupo de socios que iba
al centro de la tribuna de Estudiantes y que en algún momento decidieron
tomar distancia de Los Leales.
Desde hace algunos meses está en Europa. Un poco por trabajo y otro
tanto por una nueva vida. Ayer, junto a otro grupo de argentinos que
armaron un campamento en el ingreso del Bronnitsy Center, este
aventurero logró llevarse un autógrafo de Marcos Rojo y de Lionel Messi.
“Se acercó Jorge Miadosqui porque estábamos pidiendo tener un
contacto con los jugadores. Se llevó algunas camisetas que les
entregamos y al rato las trajo con las firma de los jugadores”, reveló
emocionado el vecino que, viviendo en Rusia de forma transitoria, vivirá
el Mundial en primera persona.
“Yo quería la de Rojito más que cualquier otra”, contó el hincha del
Pincha, quien se busca la forma de pasar los días previos a los partidos
de la Selección Argentina con otros compatriotas que también llegaron
de diferentes partes del Viejo Continente en bicicleta, haciendo dedo,
en micro o en algún vuelo barato de “low cost” (bajo costo).
Ellos, a su manera, también juegan la Copa. El Mundial de la pasión,
como Fede y el León, también se viven a flor de piel en Moscú.
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