ESTUDIANTES, LUEGO DE LA REUNIÓN DE COMISIÓN DIRECTIVA DEL MARTES
Mientras sigue la
bronca dirigencial por la decisión del Único de cerrar el predio, se
planifican varias cosas relacionadas al tema
La decisión de la administración del Estadio Ciudad de La
Plata de llevar adelante la renovación de su campo de juego, algo que le
impedirá a Estudiantes utilizar el predio de 25 y 32 por lo que resta
del año, movilizó a la dirigencia.
Por lo pronto ya se
aseguró la cancha de Quilmes, la que utilizará para el partido contra
Gremio por la Libertadores el 7 de agosto. Allí seguirá jugando el resto
del semestre, ante la imposibilidad de utilizar el predio de 25 y 32,
la cancha de Gimnasia o la de Arsenal, las más cómodas para los hinchas
por cercanía.
En tanto, las secretarías de obra, fútbol y finanzas se encontraron
para trazar un camino rápido y directo hacia 57 y 1. Mientras se
realizan los trabajos de remoción del campo de juego (estará culminado
para fin de año), se terminan de presentar los papeles en el banco Itaú,
que será la entidad que aportará 5 millones de dólares para la
continuidad de las obras que faltan para su inauguración: luces,
ascensores, butacas en los palcos, techo y todo el bajo tribuna del gran
edificio de 115.
“Para fin de mes vamos a tener el dinero
acreditado en el fideicomiso. Ya no quedan muchos más trámites por
realizar. Por eso estamos tan convencidos que vamos a contar con los
dólares para seguir avanzando”, le contó a este medio un dirigente
cercano a las negociaciones, al tiempo que empezó a descartar la chance
de llamar a Asamblea Extraordinaria, algo que tuvo más interés
periodístico que realidad.
En relación al cierre del Único, se
supo que el presidente Juan Sebastián Verón no está muy contento con la
decisión. Les aseguró a sus compañeros de CD que el Estadio Único jamás
le notificaron a Estudiantes la imposibilidad de utilizar la cancha por
todo el semestre. De todos modos reconoció saber que el campo de juego
actual no podía ser reutilizado por una cuestión técnica.
EL FIXTURE ARRIBA DE LA MESA
Sin
la posibilidad de jugar en La Plata hasta 2019, la dirigencia de
Estudiantes empieza a mirar poco más que de reojo el armado del nuevo
fixture de la Superliga, que si bien es parcialmente por sorteo, todavía
mantiene algunas cosas digitadas a dedo.
Entre otras cosas, salvo
un martes 13, el clásico se jugará en el próximo semestre, es decir en
el tramo final del torneo. En esta Superliga le corresponde a
Estudiantes hacer las veces de local y por eso la necesidad de evitar el
juego en cancha de Quilmes.
Además, si bien las chances no son
tan altas, algunos dirigentes todavía sueñan que ese partido se pueda
jugar en el estadio de 57 y 1, siempre y cuando las obras avancen a
ritmo sostenido y el escenario pueda estar listo para comienzos de
abril.
Además, desde el Pincha intentarán que en este primer
semestre no toque más de un equipo grande como local. Hay que recordar
que en la Superliga pasada fue visitante de River e Independiente,
posiblemente dos encuentros que en este torneo 2018/19 los tendrá como
local. Sólo uno de ellos se jugaría en el primer tramo de la temporada.
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