miércoles, 25 de julio de 2018

Seriedad y contundencia para iniciar un nuevo semestre

ESTUDIANTES GOLEÓ 4-0 A CENTRAL CÓRDOBA POR LA COPA ARGENTINA
Pasajes de muy buen fútbol, sociedades y efectividad, tres atributos del Pincha en su victoria de anoche


El inicio del nuevo Estudiantes de Leandro Benítez no podía haber comenzado mejor: con una sólida y merecida goleada 4-0 sobre Central Córdoba, por los 32vos de final de la Copa Argentina, la misma competencia que el año pasado había sido el quiebre para un año de desconcierto.
El Pincha fue infinitamente superior a su rival. Y no lo superó en lo individual solamente, sino que mostró colectivaqmente cosas interesantes que invitan a soñar. Jugadores destacados como Lucas Rodríguez y Fernando Zuqui en la mitad de cancha y una frescura juvenil como Matías Pellegrini que pueden hacer de esta temporada una que quede entre las mejores. Encima el equipo mostró recambio y eso, a pesar que todavía no llegaron los refuerzos, es una gran carta de presentación.
El festejo de Schunke en el inicio de la goleada pincharrata. El León no dejó dudas y le puso calor a la fría noche de Sarandí

Lo mejor de Estudiantes en ese primer tiempo se vio en los quince minutos iniciales, es decir desde el arranque hasta el gol. En ese lapso manejó la pelota, fue práctico y tuvo en Fernando Zuqui y Lucas Rodríguez a dos jugadores muy importantes en la mitad de cancha. Ese, tal vez, sea el mayor mérito de Leandro Benítez, que supo encontarles el lugar justo a dos hombres que no habían tenido un buen semestre pasado. Y marcaron el ritmo de un equipo práctico y vertical.
Por las bandas atacaron Matías Pellegrini y Pablo Lugüercio. Y Francisco Apaolaza, un delantero de área pero muy movedizo, hizo un trabajo correcto para llevarse marcas y desgastar a una defensa rival que tuvo que correr siempre destrás de la pelota.

Pudo ser con un desborde de Pellegrini por la izquierda o con un remate desde afuera del área, pero el gol llegó con la fórmula que patentó Estudiantes en los años ‘60 y que en el último mundial recobró fuerza: la pelota parada. Córner desde la derecha ejecutado por Zuqui para que Jonatan Schunke, con un gran gesto técnico en el aire, conectara la pelota de cabeza para hacer justicia y marcar el gol de Estudiantes.
Tras la conquista el equipo de Leandro Benítez perdió el dominio. Se retrasó y el rival, con más empuje que criterio, tuvo algunas aproximaciones, Nunca pasó sobresaltos, pero no monstró una buena imagen colectiva. En ese sentido el equipo sufrió el retroceso y por su lateral izquierdo el Charrúa pasó bastante hasta su área.
De todos modos tuvo un par de chances para aumentar. La más insólita fue una jugada que lo tuvo como protagonista a Francisco Apaolaza. El pibe falló al querer empujar desde abajo un remate desde afuera de Zuqui. Claro, como estaba en posición adelantada el gol fue anulado. Si no levantaba su pierna derecha desde el piso el tanto del ex Boca hubiese sido el 2-0.
Antes de esa jugada Pellegrini tuvo una apilada por la izquierda y su jugada terminó con una caída que pareció penal. Gerardo Méndez, de floja actuación, no cobró nada. Y en el minuto final, otra vez tras un córner, encontró la cabeza de Facundo Sánchez quien en una segunda instancia casi convierte el gol. Pegó en el palo izquierdo de Juan Ojeda.
En el segundo tiempo el Pincha salió decidido a liquidar el partido para no pasar sobresaltos más adelante. Tardó apenas 8 minutos para bajarle la persiana al partido, Tras una desatención defensiva apareció Fernando Zuqui por la izquierda y con un cachetazo coló la pelota por encima del arquero y a un ángulo, Golazo para bajarle el telón a un partido que en la previa podía asomar más complicado.
Lo más destacado es que luego del 2-0 no bajó los brazos y siguió jugando con seriedad. Controló el balón, rotó en ofensiva y fue agresivo en defensa. Por eso no extrañó que diez minutos más tarde consiguiera el 3-0, tras una exquisita combinación por el centro del campo entre Pellegrini y Rodríguez. Tití definió con clase por encima de Ojeda para hacer más cálida una noche que tuvo un frío polar afuera.
La frutilla del postre fue el gol de Mariano Pavone, que aguantó la pelota dentro del área, giró y la clavó junto a un palo. Gol para llevarse una ovación de todos los hinchas presentes.
Buena presentación de Estudiantes en la temporada. Tuvo pasajes de buen fútbol, sociedades que prometen, mejora en determinados jugadores, seriedad para buscar y manejar el resultado, y una idea clara de juego. Parece poco pero es mucho para un equipo que había terminado tan confundido el semestre pasado. Ganó y sigue en pie en esta difícil y seductora Copa Argentina.

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