GODOY CRUZ LE GANÓ CON UN GOL EN EL DESCUENTO
Albertengo se mandó un blooper y el Pincha perdió un partido increíble. Jugó con un hombre de más durante una hora, mereció el triunfo pero se volvió con las manos vacías
MENDOZA
Enviados Especiales
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SCHUNKE Y APAOLAZA CON BRONCA; ALBERTENGO, SE TOMA LA CABEZA TRAS SU ERROR INFANTIL
El partido estaba virtualmente terminado. En la platea le pedían a Jorge Baliño que lo terminara. En el banco de Godoy Cruz Diego Dabove le gritaba a sus defensores que no vayan a buscar la pelota en el último córner. Nada podía sacarle el 0-0 al encuentro. Sólo Lucas Albertengo no estaba enterado del desenlace anunciado: a los 49 minutos saltó a cabecear con su brazo arriba y no hubo discusión de la pena máxima. Gol de Diego Viera y final. Bronca, resignación y un manto de dudas en el momento menos oportuno.
Estudiantes se volvió de Mendoza con una derrota dolorosa. Perder estaba en los planes, claro. Enfrentar de visitante al último subcampeón siempre es motivo de cuidado. Pero perder en el cuarto minuto de descuento por esa falta tan evitable, no. ¡Y encima con un rival que jugó con 10 hombres desde los 15 minutos!
Un golpe en el momento menos esperado. No lo merecía el equipo, que sin jugar un gran partido lo tenía controlado. Se iba a lamentar Leandro Benítez y sus jugadores por las chances que perdieron Albertengo, Mariano Pavone, Facundo Sánchez y por el palo de Tití Rodríguez. Pero el lamento fue total por la derrota.
En el primer tiempo el local salió más decidido y con mejor trato de pelota. Pero su presión alta, además de complicar a los centrales albirrojos, expuso a sus propios jugadores, que muchas veces se pasaron de rosca. El abanderado fue Juan Andrada, quien en cinco minutos cometió dos infracciones claras y vio la tarjeta roja. Iban 16 minutos y parecía que el batacazo en Mendoza era posible.
Pero el jugador de más no lo puso cómodo a Estudiantes, que no fue con el libreto de manejar la pelota. No supo ni pudo en ese primer tiempo hacer valer la diferencia numérica. Es más, el Morro García se las ingenió para complicar y sus volantes batallaron en la mitad de cancha. La visita estuvo errática en los pases y careció de un conductor.
Fue derrota por una acción evitable, en el último minuto de descuento y ante un rival con diez
Recién en el final del primer tiempo se despertó el Pincha. Llevaron la pelota por la derecha Facundo Sánchez y Pablo Lugüercio. Entonces llegó el pase para el medio, por donde ingresó con relativa soledad Lucas Rodríguez. El volante levantó la cabeza, vio al arquero y le pegó fuerte al palo derecho. La pelota se estrelló en el caño y el rebote le quedó a Matías Pellegrini, quien en diagonal de izquierda al centro entró tocando bocina. Su remate, al medio del arco, fue salvado por Roberto Ramírez, que desvió al córner. Pero no hubo tiempo para nada más, porque Jorge Baliño lo dio por terminado. La que no entró ahí fue letal 45 minutos después.
En el complemento el Pincha salió mejor parado, y Godoy Cruz entendió que debía cuidar el empate. Por eso manejó la pelota a lo ancho, pero sin la profundidad de unos días atrás. Eso fue determinante.
Paso en falso para el Pincha en Mendoza. El equipo tuvo un freno en su nuevo camino
Benítez mandó a Albertengo para hacer la banda derecha en reemplazo de Pablo Lugüercio (está claro que no es su puesto) y a Mariano Pavone para ayudar a Apaolaza. El equipo se paró con un 4-4-2. Mejoró, aunque no haya podido llegar al gol.
Pudo ser con una pelota que le quedó adentro del área a Jonatan Schunke. También con un remate por derecha de Albertengo. Y con una guapeada de Pavone dentro del área chica. Y tuvo una muy clara a los 40: por la derecha apareció -sólo y sin marca- Facundo Sánchez. Cabeceó al segundo palo, salvó el arquero y el Tanque casi la empuja en segunda instancia.
Pero todas las que no entraron le llovieron en contra en tiempo adicionado. Se durmió la defensa y Albertengo, el refuerzo que jugaba sus primeros minutos, cometió un error imperdonable, al estirar su brazo para luchar una pelota en el área, pero lejos del arco. Penal, gol, final y castigo.
Perdió Estudiantes y comenzó con el pie izquierdo en la Superliga. Peor aun, se llenó de dudas en la antesala de una seguidilla importante de partidos: Boca, Belgrano y la revancha con Gremio. Los refuerzos todavía no aparecen y los de afuera no cambian la ecuación. Al Tanque y Albertengo se le tiene que sumar el ingreso de Gastón Fernández, que demostró estar todavía falto de fútbol.
Paso en falso en Mendoza. El equipo tuvo un freno en su nuevo camino. No jugó tan bien como ante Gremio más allá de no merecer de ninguna manera semejante castigo. Deberá aprender de sus errores para corregirlos rápidamente. Se le avecinan partidos importantes y no tiene tiempo para lamentos. El foco deberá estar puesto en lo anímico para volver a tener la guardia alta.
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