¡EN GUARDIA!
El ex lateral de Estudiantes pasó por el programa platense "Dos Contra Uno", y contó dos anécdotas insólitas. Revivilas en esta nota.
Pablo Álvarez es conocido por su fuerte temperamento, y si alguien no lo tiene del todo claro puede confirmarlo en los párrafos siguientes. El ex defensor Albirrojo habló con el programa de TV platense “Dos Contra Uno” y contó dos anécdotas imperdibles.
El lateral campeón con Estudiantes en el Apertura 2006 recordó aquella Final con Boca, en la que tuvieron que esconderlo en un tacho para que Fernando Ortiz no lo encuentre, y además, recordó una vez en la que casi se agarra a piñas con… ¡Diego Simeone!
EL TANO CASI LO MATA…
Sobre aquel partido con Boca del 13 de diciembre de 2006, Álvarez recordó: “Me expulsan, termina el primer tiempo y entran mis compañeros al vestuario, y entra uno en particular que jugaba al lado mío y viajábamos juntos”.
“Me había enfermado la cabeza. ‘Pablo, Palermo al segundo palo. Pablo, Palermo al segundo palo’. ¿Cómo vino el gol de Boca? Palermo al segundo palo”, dijo entre risas, en referencia al gol que abrió el marcador en el comienzo del partido.
En su narración, continuó: “Yo me estaba comiendo los mocos mal. Con el partido perdiendo entra al vestuario en el entretiempo, insultando y gritando ‘¿Dónde está que lo mato?’ Ahí me ayudan a esconderme en los tachos”.
“Me esconden en los tachos, pasa y la moraleja es que después terminamos a los besos y a los abrazos en la mitad de cancha. ‘Te quiero, te amo, cambiaste el partido’… ¡Si, pero me ibas a matar!”, recordó a carcajadas.
CUANDO SE CRUZÓ CON EL CHOLO
Ese no fue el único episodio que rememoró, ya que también tuvo un cruce con el DT tiempo después. “Tuvimos diferencias, siendo dos personas de mucho temperamento, calentonas, adultas… Adultas él, yo era chico”, recordó.
Yo hoy con la experiencia lo hubiera manejado de otra manera”, se sinceró, y luego explicó: “En ese momento reaccioné así y por eso después tuve que pedir disculpas. Tuvimos un intercambio de palabras que llevo a forcejeos”.
“Manotazo va, manotazo viene, nos tuvieron que separar. Un papelón, separando de un lado el Guly (Andrés Guglielminpietro) y del otro lado Nelson Vivas”, contó sobre aquella anécdota en la que también estuvo cerca de agarrarse a piñas.
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