jueves, 15 de noviembre de 2018

BILARDO, AL SALÓN DE LA FAMA

El ex jugador y DT de Estudiantes fue incorporado por el Salon que tiene sede en Pachuca y es apoyado por FIFA. Además lo fueron Cafú y Roberto Baggio.
El pasado martes el Salón de la Fama del Fútbol Nacional e Internacional que se encuentra en Pachuca y tiene el aval de la FIFA realizó un merecido homenaje para algunas personalidades destacadas del fútbol, entre las que estuvo Carlos Bilardo.
La entidad incluyó dentro del mismo al Doctor, al igual que a los ex futbolistas Roberto Rivellino, Cafú y Roberto Baggio entre otros importantes nombres. El ex DT de Estudiantes y la Selección Argentina no pudo asistir lógicamente por sus conocidos problemas de salud.
Ante la ausencia de Bilardo el premio fue entregado a Ezequiel Sabor, el embajador argentino en México. El Doctor no fue el único ex deportista nacional que fue galardonado: también lo fue Héctor Zelada, tercer arquero en aquel Mundial ganado en 1986.

EL AÑO DE BILARDO


El 2018 no viene siendo sencillo para el Doctor, ya que fue diagnosticado con el síndrome de Hakim-Adams, una enfermedad neurológica que se manifiesta habitualmente de los 50 años en adelante y que suele ser diagnosticada erróneamente como Alzheimer o Parkinson.
Las principales características de este síndrome son dificultad para comenzar a caminar, debilidad en las piernas y caídas sin motivo aparente. Algunos síntomas asociados con la progresión de la enfermedad son demencia, cambios de humor, problemas de atención e incontinencia urinaria.
En medio de estas dificultades en los últimos meses recibió una importante muestra de apoyo por parte de Estudiantes en todos sus niveles, desde el presidente Juan Sebastián Verón hasta los utileros, pasando por los chicos de las Divisiones Inferiores.

EL LEGADO DEL DOCTOR


Hablar de la importancia de Bilardo para el fútbol de La Plata y de Argentina es hacerlo sobre algo harto conocido: en Estudiantes fue campeón como jugador y como DT, y luego también se consagró como entrenador con la Albiceleste en el Mundial de 1986.
El Narigón es sin dudas uno de los ídolos máximos del Pincha, en donde su nombre está allá arriba en la cima de la idolatría, igualado solamente por el del actual presidente y, quizás, por el de su padre Juan Ramón, quien fuera justamente compañero de Bilardo en la década del 60’.
En lo que respecta a la Selección su nombre es objeto de amores y odios, con un gran enfrentamiento histórico, más mediático que entre los protagonistas, con la escuela de su antecesor en el cargo: César Menotti.
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