martes, 19 de mayo de 2020

“Extraño, pero me quedé a vivir en Australia por el futuro de mis hijos”

El Chelo, ya retirado de la actividad, está radicado con su familia en Adelaide, donde maneja una Academia de fútbol. Su experiencia en aquel país y el recuerdo de Estudiantes, el club que lo formó y del cual es hincha
En Adelaide, en el Sur de Australia, hay una diferencia horaria de doce horas y treinta minutos más con referencia a nuestro país. El otoño está a pleno -como todo en el hemisferio sur-, los días se hacen más cortos, ya que atardece temprano y a las seis de la tarde es prácticamente de noche.
Es una ciudad cosmopolita y la quinta más grande del amplio territorio australiano, que se encuentra a orillas del océano Índico y sobre un cordón montañoso. En la misma habitan 1.300.000 habitantes donde por estos días reina la tranquilidad, a pesar de la pandemia de coronavirus que azota al mundo entero.
Desde hace ocho años vive en dicha ciudad, Marcelo Adrián Carrusca ese mediocampista zurdito y habilidoso que surgió de las divisiones menores de Estudiantes que llegó a la Primera e hizo su carrera profesional por diferentes clubes a nivel local e internacional. Con 36 años, el Chelo es hoy un ex futbolista, ya que dejó la práctica activa la temporada pasada.
“Se permiten reuniones de hasta 10 personas en los parques”
Marcelo Carrusca,
sobre el día a día en Australia 
El Chelo con su esposa Karina y los dos hijos: Luca (8) y Nicolás (5), el primero nació en Argentina, decidieron radicarse definitivamente en Australia. Carrusca adoptó la nacionalidad australiana, y a pesar que añora muchas de acá, se siente un ciudadano más de aquel país.
El cronista de este medio pactó una nota con el Chelo; aunque en un primer momento se hizo un poco complicado por la diferencia horaria. Intercambio de mensajes de WhatsApp, también otros “directos” por Instagram hasta que se coordinó la entrevista con el ex jugador de Estudiantes.
Con todo arreglado al día siguiente se produjo el encuentro telefónico. En nuestro país son las nueve de la noche; mientras que Australia el reloj marca las 9:30 del día siguiente. Del otro lado contenta el Chelo Carrusca: “hola, cómo andas tanto tiempo”. Así comienza una larga charla con el platense que nació en el barrio El Peligro, donde todavía siguen viviendo sus padres.
“Ahora tengo un poco más de tiempo durante el día, ya que como consecuencia de la pandemia de Covid-19 tengo que tener cerradas las instalaciones de mi academia de fútbol, lo que acá también se llama soccer como en Estados Unidos”, comenta Carrusca que acaba de volver a su casa después de llegar a sus hijos al colegio, ya que en Australia se autorizó a volver a dictar clases. “Están yendo el ochenta por ciento de los chicos; aunque se tiene la posibilidad de que seguir de manera online, pero con mi esposa decidimos mandarlos”, agregó el Chelo.
Australia reportó su primer caso de coronavirus el pasado 25 de enero. Tuvo su pico y la curva comenzó a caer hasta que hace un par de días no se registran casos. La receta australiana fue parecida a la de otros países con el cierre de fronteras, la cancelación de grandes encuentros, el distanciamiento social y finalmente el confinamiento con pocas excepciones. “En un primer momento, el gobierno fue muy estricto con la instrumentación de las medidas, pero con el paso del tiempo se fueron flexibilizando al disminuir los contagios por Covid-19 hasta que hace un par de días no se notificaron casos. Por tal motivo, se permiten reuniones hasta diez personas en los parques, pero siempre conservando el distanciamiento social”, aclaró el Chelo.
Más adelante, Carrusca agregó que “el australiano es muy abierto y hospitalario con gente que no conoce. Está la cultura de recibir y ayudar a todos. Esto se pudo ver a principios de año, cuando sucedieron los incendios de los bosques. Todos los años ocurren, pero esta vez fueron muy bravos. Hubo muchísimos voluntarios por lo que se sumó gente de lugares donde no fueron afectados. En esta ocasión se quemaron campos y zonas rurales y ahora este problema del coronavirus, que parece que con el paso del tiempo lo vamos superando por lo menos acá”.
Marcelo Carrusca, junto a su familia, se encuentra muy a gusto en Australia. Por lo que decidió radicarse definitivamente en Australia. “La tranquilidad que existe acá no la cambio por nada en el mundo”, agregó el Chelo a lo que añadió que “acá te podes olvidar el auto abierto sin llaves y no pasa nada. Hay un respeto mutuo admirable y eso se puede observar a la hora de manejar, ya que cada uno acata las velocidades de tránsito. Además hay mucha educación y a cada lado que vas, te tratan bien como corresponde. Si bien hay algunos hechos de inseguridad aislados, las casas no tienen rejas y los chicos pueden jugar tranquilos. Yo amo Argentina, pero con mi esposa decidimos quedarnos acá, una decisión que también implica el futuro de nuestros hijos”.
Una vez que abandonó el fútbol. El Chelo transcurre los días en Adelaida, ciudad multicultural con alto prestigio académico por sus universidades. El hogar de la familia Carrusca se encuentra a cinco minutos de la playa y apenas veinte de la montaña. “En ese sentido, Adelaide se parece a La Plata, ya que están las mejores universidades de Australia. En el caso Karina, mi esposa, ella es abogada pero no es compatible su profesión acá por lo que decidió iniciar una carrera que se asemeja a lo que en Argentina sería la de trabajo social”.
En lo que respecta al Chelo ocupa su tiempo con en la “Carrusca Football Academy”. Ahí enseña a chicos de 6 a 15 años todo lo referente al aprendizaje sobre fútbol. “Hay una buena cantidad de pibes que les gusta el soccer, pero acá el deporte de mayor popularidad es el fútbol australiano o footy, después lo siguen en consideración el criquet, el rugby y el tenis. Por ejemplo no se ven partido de Ligas de Europa. Claro que también existe un impedimento por la diferencia; aunque los chicos se interesan por el fútbol inglés y se hacen hinchas de clubes como Liverpool o Manchester City”, apuntó el platense en otro tramo de la charla con este diario.
Carrusca surgió de las divisiones menores de Estudiantes. Siempre se caracterizó por su hábil zurda. En la primera tuno entrenadores como Néstor Oscar Craviotto, Carlos Salvador Bilardo, Reinaldo “Mostaza” Merlo, Jorge Burruchaga y hasta el propio Diego “Cholo” Simeone. En 2010, con Alejandro Sabella como director técnico, regresó al conjunto albirrojo, pero con poca fortuna debido a una serie de lesiones.
El Chelo tuvo su experiencia en el fútbol europeo, con la camiseta del Galatasaray de Turquía; mientras que también pasó con éxito por la liga mexicana donde defendió los colores del Cruz Azul. Jugó el Mundial Sub-20 de 2003, en Emiratos Árabes Unidos, clasificándose en el cuarto puesto con el seleccionado argentino que tenía como técnico a Hugo Tocalli. Tuvo una temporada en Banfield y después de dejar San Martín de Tucumán tenía todo arreglado con Quilmes, pero surgió un inconveniente de último momento que en definitiva le terminó abriendo las puertas al fútbol australiano.
“La inauguración de Uno fue algo espectacular. Me apenó mucho no poder estar ahí”
Marcelo Carrusca,
sobre el nuevo estadio del Pincha
“Tenía casi todo arreglado para firmar en Quilmes -continúa contando el Chelo- y a último momento me llamó el técnico (Omar De Felippe) para decirme que los dirigentes no le estaban trayendo los jugadores que había pedido. Faltaban un par de días para que cerrase el libro de pases y le había dado mi respuesta negativa a otros equipos. Con pocas opciones, mi representante me llamó diciéndome que había una oferta de Australia. Charlamos con mi esposa (se casó en 2010, en La Plata) y después de pensarlo decidimos probar una nueva experiencia en el exterior. Con Karina siempre decimos que vinimos a ver lo qué pasaba y terminamos quedándonos a vivir. Cosas del fútbol. Hoy en día soy australiano y siento que esta es mi casa”, contó Carrusca.
Claro que antes y durante el largo viaje a tierras australianas, el Chelo hizo un sinfín de averiguaciones, que tenían que ver con la información que encontraba en Google, en los videos de YouTube y las charlas con alguien que ya había jugado en ese país. Se trataba de Patricio Pablo Pérez, el Patito, un mediocampista ofensivo de Vélez y que también supo jugar en el seleccionado juvenil argentino. Además de Karina también tuvo que trasladarse con su hijo menor Luca, que en ese momento tenía apenas ocho meses.
El Chelo Carrusca se incorporó en 2012 a Adelaide United Football Club donde estuvo hasta 2017, con quien se coronó campeón de la liga australiana 2015-16, que significó el primer título en la historia de dicha entidad, y como si fuese poco el mediocampista de nuestra ciudad fue elegido como el jugador más valioso de la competencia.
Luego siguió su carrera en los siguientes equipos: Melbourne City (2017-18), Western Sydney Wanderers (2018) y West Adelaide (2019). En este último club decidió poner fin a su trayectoria como futbolista profesional hace un año atrás para dedicarse de lleno a sus academia de fútbol, donde llevaba trabajando desde hace tres temporadas.
Si bien regresa a Argentina a fines de cada año para pasar las fiestas con su familia este último no pudo hacerlo por compromisos personales. “Así pocos meses que me había retirado y tenía que reorganizar todo el funcionamiento de las academias”, admitió Carrusca. Aunque también le quedó un trago amargo, porque no pudo estar en la inauguración del nuevo estadio de Estudiantes.
“Me encargué de ver todos los videos que encontré en las redes sociales. Fue algo espectacular y la verdad que me invadió una emoción muy grande. Sinceramente me apenó no haber podido ir, sobre todo cuando vi a los ex jugadores y compañeros en el partido que organizó el club. Por lo que pude ver se hizo una estructura maravillosa, digna de los mejores estadios del mundo”, resaltó el Chelo.
Carrusca fue parte del último partido de Estudiantes en el viejo estadio de 57 y 1. Este se jugó el 28 de agosto de 2005, donde el equipo albirrojo, conducido técnicamente por Jorge Luis Burruchaga, superó en el clásico platense a Gimnasia por 1 a 0 con un gol de José Luis Calderón.
“Tengo muchos recuerdos de ese estadio, de la vieja cancha donde jugábamos los partidos con las divisiones inferiores”, relató Carrusca que al ser consultado sobre si alguna vez, cuando estaba en Australia, fue tentado para regresar al club que lo vio nacer a lo que respondió que “sinceramente no. Además nunca se me pasó por la cabeza volver, ya que tenía decidido retirarme acá. Además hubo un partido que me marcó para la gente de Estudiantes. Fue aquel, en el Morumbí, frente a San Pablo cuando erré el penal que habría significado el pase a las semifinales de la Copa Libertadores. Yo no le guardo rencor a nadie y para mí el Pincha es parte de mi vida”, cerró el “Chelo”, que dijo que sigue en contacto frecuente con varios de sus ex compañeros, pero preferentemente con José Sosa (integra el plantel de Trabzonspor de Turquía) y el tucumano Juan Kuproviesa.
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