El Chavo, que casi no pudo disfrutar de su cargo, no ve la hora de trabajar en el Country. “Ansiedad e incertidumbre”, dice que siente por estos días. Habla de todo en un reportaje exclusivo con este diario
En estos tiempos de pandemia no se sabe bien si se gana o se pierde tiempo. Pero para Leandro Desábato hay una gran certeza, y es que jamás pensó o soñó que cuando le tocara la chance de dirigir el primer equipo de su amado Estudiantes, se iba a dar de esta manera. Con 41 años recién cumplidos en marzo pasado le tocaba agarrar en un momento caliente tras la renuncia de Gabriel Milito luego de la eliminación en Copa Argentina ante Deportivo Laferrere. Y no era como lo tenía planeado ya que buscaba sumar un poco más de experiencia sentado del lado de afuera de la línea de cal ya como entrenador, pero el fútbol tiene estas sorpresas.
“La cuarentena me está generando sobre todo ansiedad, incertidumbre”
Leandro Desábato,
sobre el parate de la actividad
Tras poco más de un año al frente de la Reserva albirroja (asumió en enero de 2019, apenas seis meses después de su retiro como jugador), llega antes de lo pensado la posibilidad de hacerse cargo del plantel profesional el 5 de marzo pasado. Y con un par de prácticas se hizo cargo del equipo en la última fecha de la Superliga Argentina, donde el Pincha cayó 2-1 ante Racing de local. Y ya no habría más nada, por que Estudiantes una semana más tarde ni alcanzó a debutar contra Defensa y Justicia en la Copa de la Superliga.
“Ansiedad”, dice simplemente el Chavo cuando se le pregunta qué siente luego de estos tres meses parado y donde prácticamente no pudo disfrutar de su cargo o trabajando en el Country Club de City Bell. Hoy todo mensaje con sus dirigidos es virtual, por medio de la computadora. “Se hace muy difícil trabajar de esta manera”, asegura el ex defensor albirrojo que comanda las tareas junto a otro histórico del club como Rodrigo Braña. Y en medio de esta espera que parece eterna, el Chavo aceptó la charla con este medio. Sereno y reflexivo habló de Retegui, Rojo, la despedida de la Gata y también del Principito Sosa y Basanta.
- Asumiste en la vorágine de una temporada donde debíasinclusotratar de recuperar a un equipo golpeado. Solo pudiste dirigir un partido ante Racing. ¿Cambió lo que tenías en mente hacer en su momento?
- Sí, la verdad que el momento que me tocó dirigir los chicos venían de un golpe muy duro, al haber perdido un entrenador, de haber quedado eliminados de Copa Argentina ante un rival de una categoría muy inferior. Y la verdad es que estaban muy golpeados y a los tres días teníamos que jugar contra Racing. Obviamente que uno siempre tiene una idea, y cuando pasan estas cosas trata de adaptarse a la situación y al momento que está atravesando el equipo. Así que tratamos de ser lo más simple posible, de tratar de hablar más de lo que pudimos entrenar... Y bueno, ese fue el momento, tratamos de hacer lo mejor y en cuanto al resultado lamentablemente no se dio.
- ¿Qué te está generando esta cuarentena al no poder entrenar en el Country con los jugadores? ¿Ansiedad, impotencia, bronca?
- (Piensa unos segundos) La cuarentena me está generando sobre todo ansiedad... incertidumbre. Porque no se ve un horizonte, el tiempo pasa, ya llevamos tres meses y todavía no hay una fecha de cuándo se podrá volver a los entrenamientos de a grupos. O con un protocolo, y así saber una fecha de inicio. Entonces eso genera mucha ansiedad, mucha incertidumbre en todos. No queda otra que tratar de salir de eso, de leer, de escuchar a otros entrenadores, otros profes, diagramar una pretemporada, tener un plan “A”, un plan “B”, un plan “C”, por si vienen de a cuatro, o si vienen los grupos de a diez y cuando se arranque la pretemporada con todo el equipo.
- ¿En estos meses viste y repasaste mucho el video de ese partido con Racing, que fue el único partido que pudiste dirigir?
- (Sonríe) Lo vi... lo vi... esa semana lo vi bastante. Pero después cuando ya vino toda esta pandemia directamente no lo vi más. Te soy sincero. Creo que ya está. Obviamente que cuando volvamos a jugar será otro rival totalmente distinto, y quizás hasta otra manera nuestra de plantear el partido o plantar el equipo adentro de la cancha.
- Hoy deberías pararte ante un plantel diferente al que te paraste en marzo, con jugadores que no estarán como la Gata Fernández, y no sabés tampoco si tendrás a Rojo y Retegui.
- Y sí, tiene que ver con algo que decía antes, la incertidumbre de no saber qué va a pasar con el préstamo de Marcos Rojo, también con el préstamo de Retegui. Tenemos lo de Gastón (Fernández) que confirmó su retiro, y todo eso genera una incertidumbre porque no sabés si vas a contar con ellos. Por eso hay que buscar alguna otra alternativa en caso que Rojo y Retegui no se queden.
- Lo tenés decidido, si no siguen Rojo y Retegui, entonces buscarás reemplazos.
- Y sí. Si ellos dos no están se buscarán algunas alternativas. Tendremos que tener un plan “A”, un plan “B” y un plan “C” también en esto. El plan “A” sería que se queden, el plan “B” buscar alternativas, y el plan “C” sería seguir con los chicos que están. Pero sinceramente hoy no se sabe y es un poco hablar sobre supuestos porque la realidad es que no hay nada concreto.
“Nuestra idea es tratar de inculcarles a los jugadores lo que nosotros vivimos”
Leandro Desábato
- ¿Te venías venir que la Gata dejaba el fútbol ahora?
- (Contesta con firmeza y rápido) No. Realmente no me imaginé que Gastón dejase. La verdad que no pensé que iba a dejar. Pero bueno, después si, cuando se empezó a extender el tema de la pandemia uno podía pensar que podía... no retirarse, pero si de pensarlo porque en este tiempo quizás si el tenía alguna duda o lo estaba pensando, yo creo que aceleró el proceso. Pero la realidad es que no lo esperaba.
- ¿Soñás con la vuelta de Sosa y Basanta, dos valores del club que siempre dijeron querer volver?
- Sí, uno siempre valora a aquel jugador que salió del club y tiene la intención de jugar de nuevo en Estudiantes. Pero sinceramente por el momento no me han dicho nada los dirigentes, así que no se nada de eso.
- Sos nuevo como técnico de Estudiantes, cuando asumiste ¿tuviste dudas por el momento o no? Por que muchas veces el hincha pide a gente del club, pero el equipo pierde y piden la cabeza del entrenador, no importa su pasado. Esto pasó muchas veces, la última con el Chino Benítez por ejemplo. ¿Tenés miedo que te pase eso, cómo se dice en la tribuna, por ahí “quemarte”?
- No sé si la palabra es miedo... Yo lo dije siempre, que mi intención era por ahí estar unos meses más en Reserva, que era un poco ese período que yo quería transcurrir en la Reserva para tratar de conocer la gente que trabajaba conmigo en el cuerpo técnico, de conocerme yo en esa función, de tener la posibilidad de hablar con otros entrenadores, intercambiar opiniones, de ver el fútbol un poco del lado que yo nunca lo había visto de ser director técnico. Después, uno sabe bien que el cariño de la gente conmigo y obviamente con el Chapu (Braña) va a estar siempre por lo que hicimos como jugadores, por como nos brindamos al máximo siempre adentro de la cancha, y sabemos que esta es una nueva etapa. Y en esta nueva etapa después la gente nos juzgará si hacemos las cosas bien o si la hacemos mal. Obviamente el deseo nuestro es hacer las cosas bien, tratar de inculcarle cosas que nosotros vivimos a los jugadores, conocemos el club... Después en la realidad muchas veces los técnicos están sostenidos por los resultados y en el fútbol la realidad es ganar. Somos conscientes que tal vez el cariño de la gente nos puede dar un plus de una tolerancia un poquito más, pero no mucho más si no ganás. Y es entendible. Nosotros trataremos de dar lo mejor.
- También la historia de Estudiantes tiene ex jugadores campeones que dejaron su huella como técnicos. Bilardo, Manera, Russo y Sabella, son ejemplos de eso. ¿El sueño va por ahí, de tratar de escribir tu historia en el club como técnico también?
- La verdad que los técnicos que me nombrás son unos monstruos todos. Se han consolidado en diferentes clubes, y no solo en Estudiantes sino también en la Selección Argentina. La realidad que ellos son monstruos y uno recién está empezando esta carrera. Lo que uno más quiere, y lo que nos propusimos con el Chapu, es de construir un equipo, consolidar jugadores del club como están apareciendo ahora y que le quede una base fuerte al club. Después lo demás se verá. Pero es muy difícil porque la realidad que todos los técnicos que nombrás tienen un historial muy amplio.
- ¿Qué te gustaría que tenga tu equipo, mirando otros de años atrás? El vértigo del equipo del Cholo Simeone de 2006; la disciplina táctica del equipo de Sabella de 2009/2010.
- Y... (tras un silencio responde) yo creo que sería la combinación perfecta el orden de Alejandro (Sabella) y la manera de contragolpear o el vértigo que tenía el equipo del Cholo. Me parece que eso es lo que a muchos entrenadores les gustaría, o por lo menos a mí. El equipo de Sabella manejaba los tiempos, era ordenado, golpeaba en los momentos justos y después se le hacía muy difícil entrarle. Y el del Cholo era un equipo con mucha dinámica, mucha intensidad, con jugadores para mí de mitad de cancha hacia adelante que después lo demostraron en otros lugares, muy desequilibrantes. Y tenía además un buen banco de suplentes, que en lo personal creo que es lo más importante. Porque si bien todo es importante, me parece que tener un buen banco de suplentes en algunos momentos termina siendo determinante. Y creo que tanto el equipo del Cholo como el de Alejandro, aparte de tener muy buenos jugadores adentro del campo y hablo de los once iniciales, los que estaban en el banco de suplentes eran igual de buenos que los que estaban adentro desde el arranque. Entonces terminaban siendo determinantes muchas veces. Pero si, me gustaría tener el orden del equipo de Sabella y el vértigo que tenía el equipo del Cholo, eso sería perfecto.
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