El 4 de agosto de 1905, un grupo de 20 jóvenes se reunieron en la recordada zapatería Nueva York de Avenida 7 entre 57 y 58 con un firme objetivo: fundar un nuevo club. Esta iniciativa fue tomada tras alejarse de quienes conducían los hilos de Gimnasia y Esgrima por las diferentes maneras de pensar de ese momento.
La firma del acta de fundación marcaría el nacimiento de una institución representada por el esfuerzo, la cultura del sacrificio y el trabajo individual en pos del bien colectivo. Una identidad que perdura, se transmite de generación en generación y hoy cumple un nuevo aniversario. Su primer presidente fue Miguel Gutiérrez, en tanto que Alfredo Lartigue se convirtió en el primer socio oficial del Club Atlético Estudiantes, nombre que eligió aquella noche debido a que todos los allí presentes eran estudiantes universitarios y amantes del fútbol.
Ya con la conformación de nuestra institución, llegó el momento de elegir los colores de la camiseta de fútbol. El rojo y blanco a rayas verticales fue aceptado en la asamblea del 28 de febrero de 1906.
Llegó aquel primer título del torneo de Cuarta en 1908, el ascenso de 1911 a la élite del fútbol argentino, para luego alcanzar la coronación en 1913, para ser por primera vez campeón nacional. El crecimiento continuó de la mano de Hirschi con las tribunas de tablones; Los Profesores y el comienzo de una escuela: la delantera más temida y admirada del momento; Lauri, Scopelli, Zozaya, Ferreira y Guaita; el ADN de Estudiantes; comenzaría a grabarse a fuego.
A LA ELITE DEL FÚTBOL MUNDIAL
Con Mariano Mangano tomando las riendas del club, la contratación de Ignomiriello y la promoción de juveniles como la Bruja Verón y Cacho Malbernat, se imponía una idea que sería marca registrada para el futuro. Después fue Osvaldo Zubeldía, palabras mayores; vino Bilardo, Madero, Conigliaro, Ribaudo. Cambió el paradigma del fútbol, se empezó a formar la mística con la conquista del Metropolitano ’67, el tricampeonato de América ’68, ’69, ’70; la gloria mundial con la inolvidable gesta en Old Trafford ante el mismísimo Manchester United. La Interamericana de 1969. Estudiantes, un hito.
De la mano del plano futbolístico llegó el crecimiento patrimonial y edilicio. El sueño de Mangano llevó a que se compraran las primeras 45 hectáreas del magnífico predio de City Bell que hoy sigue en franco crecimiento. Al día de hoy, el predio cuenta con una de las piscinas más grandes de la región, canchas de fútbol para el primer equipo y para las inferiores, también de césped sintético, de tenis, los edificios relacionados al colegio y espacios para la recreación.
A principios de 1982, Carlos Salvador Bilardo tomó el mando del equipo y lo consolidó para lograr el Metropolitano, con nombres destacados como Sabella, Trobbiani y Ponce. Después vino el turno de Eduardo Luján Manera para ganar el Nacional. Tras aquel campeonato, Estudiantes tuvo que esperar 23 años para volver a bordar una estrella que llegó con el retorno del hijo pródigo: Juan Sebastián Verón. De la mano de la Brujita se ganó el recordado Apertura 2006 para iniciar una nueva era de gloria que encontró a Estudiantes en la cima de América una vez más en 2009 y de la Argentina en 2010.
Estudiantes se caracterizó por el trabajo, esfuerzo y sacrificio. Estudiantes es ADN. Estudiantes es mística y es escuela. Bajo ese lineamiento hace 115 años que el club avanza. Hoy afirma y afianza esas convicciones con el objetivo de cada día de seguir haciendo una institución cada vez más grande. Este 4 de agosto de 2020 celebraremos de una manera muy particular nuestro cumpleaños; porque no nos puede encontrar a todos juntos, abrazados y gritando en 1 y 57 nuestra casa; lo haremos en casa, cuidándonos pero sabiendo que brindaremos por un Estudiantes cada vez más grande porque así lo soñaron aquellos entusiastas jóvenes que el 4 de agosto de 1905 le dieron forma a nuestra gloriosa institución.
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