En en sindicato de Taxistas que preside Juan Carlos Berón el
Bocha Eduardo Flores recordó junto a "El loco" Ciacia los clásicos de la
década del `60.
Lo vivieron adentro y los disfrutan desde afuera.
Luis Ciaccia, Eduardo Flores, Diego Bayo y Eduardo Domínguez cuentan
sus experiencias en los enfrentamientos entre pinchas y triperos a
mediados de la década del ’60, cuando la rivalidad entre los dos clubes
era muy pareja y no había diferencia de títulos ni estrellas entre dos
equipos que se dividen la pasión de los platenses.
“Este loco le arruinó el almácigo a Sampietro”
El Loco y El Bocha. Dos cracks que, para no ser una excepción a la
regla, desconocen de léxicos floridos, de palabras grandilocuentes, de
términos doctorales... Tienen la “universidad del potrero” y llegaron al
fútbol como una de esas salidas que se presentan en los hogares
humildes. Eran jugadores de alta calidad, integrantes de aquellas líneas
de forwards. Se aceptaron de entrada, desde que congeniamos la nota en
el sindicato de taxistas con su titular Juan Carlos Berón, ex púgil,
ferviente fana Tripero que cobijó a Ciaccia cuando no la pasaba nada
bien. Luis Gregorio Ciaccia y Eduardo Flores sí dieron cátedra en
anécdotas jugosas. Cuando las palabras faltaban, la mente se iba a
pensar en alguna acrobacia de algunos de estos ídolos eternos de los
gimnasistas y los estudiantiles. El Bocha nació en las diagonales, en
cambio el Loco se crió en la provincia de Santa Fe. Cuando se midieron
en 1965 Luis ya era un jugador hecho y famoso por sus gambetas pícaras,
mientras que Eduardo recién surgía como revelación.
¿Cuál es la principal diferencia entre los clásicos de antes y los de ahora?
-L.S.: La verdad es que no hay mucha diferencia. Yo pienso de que ha mermado el juego dentro de la cancha.
-E.F.: Creo que la principal diferencia es que se jugaba a cancha
llena, a diferencia de ahora que se va a jugar con una hinchada sola.
Los clásicos siempre tienen que existir. La ciudad necesita que los dos
equipos estén en la A. Vos fijate que de este partido se está hablando
desde hace 15 días...
-¿Qué anécdota rescata de los clásicos con Estudiantes?
-L.S.: Yo estaba casado con mi mujer que era de Estudiantes y la
verdad es que contra ellos ponía más h... que en otros partidos. Siempre
se tiraron a matar entre los dos dentro de la cancha.
-E.F.: Me acuerdo en un clásico que nos enfrentamos, al
intendente del estadio de Estudiantes, un señor de apellido Sampietro,
se le dio por plantar flores en un rincón de la cancha. Había hecho una
especie de almácigo Y cuando este fue a tirar un córner este loco le
pisó el almácigo a Sampietro....
-L.C.: à Le rompí todas las plantitas, me acuerdo...
(las risas cómplices entre las dos glorias vivientes de Estudiantes y
Gimnasia le aportan un clima de distensión y cordialidad a la eterna
rivalidad).
-¿Cómo manejaban ustedes como protagonistas la convivencia en la ciudad con los hinchas del otro equipo?
-E.F.: Con los rivales no. Y con la gente recuerdo que a veces
pasaba alguno en un auto y gritaba desde la ventanilla algunas cosas.
Pero cosas importantes no. La gente vivía el clásico de otra manera. Hoy
ha cambiado mucho la forma de vivir ese partido por parte de algunos
hinchas.
-L.C.: Yo me calentaba poco y nada. Las cargadas o los reproches
son cosas del clásico y hay que aguantarlas. ¡Qué va a ser...!. Eso es
así y no hay muchas vueltas que darle. Yo me solía calentar mucho
adentro de la cancha en el trámite del partido. Después afuera ya en
frío no me molestaban.
-¿Se pierde mucho, poco, o nada sin el público de uno de los dos equipos en la cancha?
-L.C.: Creo que se pierde mucho. Estas son cosas de negocios y se
tiene que solucionar. Los hinchas no pueden quedarse afuera de este
partido. No es lo mismo que se juegue con una hinchada sola.
-E.F.: Es una lástima que la gente de Gimnasia no pueda estar en
la cancha. Se tienen que tomar medidas por otro lado. En un partido como
este es una barbaridad que haya gente que se quede afuera por culpa de
una barra que haga desmanes. La gente tiene que volver de una u otra
manera.
-¿Quién gana el domingo?
-L.C.: Creo que el nivel del fútbol en general ha caído mucho,
pero eso no va a impedir de que se dé un gran clásico. Creo que va a
ganar Gimnasia 2 a 1.
-E.F.: Van a jugar muchos chicos jóvenes sin mucha experiencia en
los clásicos. Creo que se va a dar un buen partido, siempre y cuando
haya goles rápido. Espero que se dé un buen espectáculo. Pero en la
previa es muy difícil saber quién va a ganar. Yo pienso que tiene que
ganar Estudiantes.
Clásicos de los ’60
Estudiantes tuvo supremacía en la década del ’60, al ganar 8 partidos
contra 5 de Gimnasia, con 8 empates. En este lapso de tiempo, Eduardo
Flores (E) y Alfredo Rojas (G) fueron los más goleadores con 6
conquistas.
Hace 50 años (exactamente en 1963) se enfrentaron Bayo y Domínguez,
una vez en cada cancha. En 57 y 1 (domingo 5 de mayo) ganó Estudiantes 2
a 1. Goles: PT 8 y 23’ Domínguez. ST 12’ Diego Bayo. Entradas vendidas:
16.101. Arbitró: Ventre.
En 60 y 118 (domingo 25 de agosto) goleó Gimnasia 5 a 2. Goles: PT
32’ Gómez Sánchez (G), 42’ Rojas (G). ST 6’ Domínguez (E), 10’ Ciaccia
(G), 14’ Prospitti (E) 2-3, 41’ Rojas (G) 4-2, 44’ Bayo (G) 5-2.
Entradas vendidas: 13.347. Arbitró: Guazzardi.
Otros jugadores de esos encuentros. Por Estudiantes: Oleynicki,
Tarnaswsky (ambos arqueros), Biagioli, Cheves, Britos, Castillo, Zapa,
Madero, Cabrera, Prospitti, Avelino, Bielli, Nardiello, Desiderio y E.
Domínguez. Por Gimnasia: Minoian, Galeano, Marinovich, Arena, Davoine,
Sanez, Daniel Bayo, Lejona, Pedutto, Alfredo Rojas, Gómez Sánchez,
Héctor Antonio y Diego Bayo.
Hace 48 años, Ciaccia y Flores protagonizaron encontronazos, uno en
cada escenario. En 60 y 118 (domingo 13 de junio) empataron. 1 a 1.
Goles: PT 15’ Flores. ST 22’ Restivo. Entradas vendidas: 10.841.
Arbitró: Bossolino. En 57 y 1 (domingo 13 de noviembre) ganó Estudiantes
3 a 1. Goles: PT 22’ Bilardo, 35’ Bedogni. ST 25’ Restivo y 44’ Verón.
Entradas vendidas: 12.816. Arbitro: Coerezza.
Otros jugadores de esas tardes domingueras. Por Estudiantes: Poletti,
M.A. López, Henry Barale; Cheves, Madero, Malbernat; Bilardo, Santiago,
Conigliaro, Flores, Avelino y E. Flores. Por GELP: Minoian, Galeano,
Rosl, Martin, Di Placido, Rogel, Héctor Antonio, Restivo, Trebucq,
Escalada, Guagliardi y Ciaccia.
Paco y Monono.
El primero 100 % mondonguero, aunque su padre vino de
Almería. El otro, que habla bastante menos, acredita nacimiento en San
Juan “de casualidad” porque su padre trabajaba en Vialidad y se tuvieron
que trasladar. Monono se formó en Gimnasia (incluso jugó junto a Diego
Bayo) y luego fue transferido a Estudiantes. Jugó clásicos ‘de las dos
veredas‘. Y a decir verdad, por más que hace 50 años Monono los vacunó
dos veces en un triunfazo albirrojo, por sus venas corre un fluido
sanguíneo azul y blanco. Por eso no hubo tensión ni cargadas. Además,
son habitués de la mesa del Gonnet Paleta Club, noches en las que el
doctor Emmerich abre las puertas sin distinción de camisetas.
Puntuales en la cita con Hoy, se aparecieron con “laureles”
escondidos entre las camperas como trofeos de conquistas imperecederas:
fotos, artículos de diarios. Bayo debutó a los 17 (1955) cuando
Domínguez ya era un player con experiencia para la época. Invisible a
los ojos, como el espíritu, sus bonitos goles envolvieron la atmósfera,
la especialidad que hicieron vibrar las cuerdas vocales de la popular. A
disfrutar de la nota, del presente que viven gracias al pasado que
supieron honrar.
- ¿Que recuerdan de esos clásicos?
E.D.: Pasaron muchos años aunque todavía recuerdo las cosas
lindas y también las que no fueron buenas. Los clásicos de aquella época
eran un poco más tranquilos, pero con la misma necesidad de ganar.
D.B.: Los dos o tres días anteriores en la calle no había
problemas... obviamente que siempre pasaba alguno que te gritaba. ¡El
domingo tenemos que ganar ehh! Y no mucho más que eso. Pero no había
agresiones.
- ¿Cómo fueron los clásicos en la década que jugaron ustedes?
D.B.: Yo no viví la época brillante de Estudiantes sobre el final
de la década porque ya estaba jugando en Chile. Las reacciones eran las
mismas que ahora, pero no se intentaba lastimar, ahora la gente esta
mas furiosa, más inestable, piensan en agredir al otro.
E.D.: Lamentablemente está pasando no sólo en el fútbol sino
también en todos los órdenes, las cosas cambiaron mucho en ese aspecto.
Antes había una rencilla entre algunos, un par de trompadas y no pasaba
de eso.
- En 1963 se enfrentaron dos veces cuando los equipos estaban muy parejos, ¿qué destacan de esos partidos?
E.D.: En aquel entonces la gente de Estudiantes no me quería
porque yo inicie mi carrera y me formé en Gimnasia, tuve mucha contra.
Estuve dos años, durante el 1963 y 1964. El primer año no pasó nada pero
después se complicó. El primer clásico se jugó en la cancha de
Estudiantes e hice los dos goles y ahí si me querían (risas).
D.B.: En ese partido yo desconté de tiro libre. El resultado
estuvo bien. La revancha fue en cancha de Gimnasia y ahí ganamos 5 a 2,
hice el quinto gol. No hubo discusión en cuanto al desarrollo, ganamos
bien. Para mí ese partido tiene un sabor especial, porque soy Tripero de
toda la vida y fue una gran satisfacción, ya que fue el score más alto
de Gimnasia fue sobre Estudiantes.
- ¿Qué significa hacer un gol en un clásico?
E.D.: Hacer un gol es una satisfacción inmensa, sobre todo en un
clásico para la gente de La Plata por la trascendencia que tiene un
partido.
D.B.: Te vienen a la cabeza pensamientos impensados cuando haces
un gol, pero en general vos salís corriendo hacia la tribuna para
abrazarte con tu gente. No es lo mismo hacerle un gol a tu eterno rival
que a otro equipo, te motiva mucho más.
- ¿Qué diferencias observan de aquella época a las actuales?
E.D.: Y sobre todo en los escenarios, las canchas. Ahora se va a
jugar en un estadio hermoso pero no tienen las tribunas cerca y ni
siquiera van los hinchas porque eso influye.
D.B.: Cuando nosotros jugábamos de visitante en cancha de
Estudiantes y nadie te decía nada. Yo salía con mi señora, los hijos y
amigos y nunca me agredieron.
- ¿Cómo se asimilan las victorias y las derrotas en partidos como este?
E. D.: El clásico dura varios días antes y otros tantos después porque enseguida tenés que pensar en el próximo partido.
D.B.: Si perdía, primero me daban ganas de esconderme por las
cargadas y después una bronca terrible porque nací en Gimnasia y los
partidos ante Estudiantes tienen un sabor especial. Obviamente que
cuando ganas, la cosa es diferente.
- ¿Qué recuerdos se les viene a la memoria de los clásicos?
E.D.: El primer clásico lo jugué en el 56 con la camiseta de
Gimnasia, empatamos 2 a 2 e hice un gol. Después de Pellegrina con 11
tantos soy el máximo goleador en los clásicos con nueve. Con la camiseta
de Gimnasia hice 6 y con la de Estudiantes 3. El primer gol que le hice
a Gimnasia con la camiseta de Estudiantes lo grite, el segundo no. En
esa época venía de un año muy malo en Atlanta. Ahí me vino a ver Poroto
Abadie, a quien ya conocía del Jockey Club, me convenció y me llevó a
Estudiantes.
D.B.: Me acuerdo del 5 a 2 porque nosotros veníamos muy mal.
Después del famoso Lobo del 62 el equipo se desintegró y comenzamos un
año complicado en materia de resultados y sin embargo ese partido lo
ganamos con contundencia.
- ¿Cómo ven a los equipos en la actualidad?
E. D.: Los dos están para pelear la mitad de tabla, ninguno me llena los ojos.
D. B.: Gimnasia viene de la B Nacional, se reforzó muy poco,
calculo con esfuerzo podrá clasificar en la mitad de tabla. No hay mucho
plantel y recambio por lo tanto podemos esperar una buena actuación
pero no una brillante.
- ¿Qué pálpitos tiene para el domingo?
E.D.: Cada vez que Gimnasia viene mal termina ganando, me acuerdo
que en el 52 cuando ascendió le ganó los dos partidos a Estudiantes.
D.B.: El deseo es que gane Gimnasia, los dos tiene posibilidades
de ganar porque están muy parejos. Hoy el público influye y Estudiantes
va a tener todo el estadio a su favor.
Monono Domínguez y Diego Bayo (izquierda)
sostienen la bandera argentina y las camisetas de Gimnasia y Estudiantes
en la redacción de Hoy
www.diariohoy.net
"Hice un click en
varios aspectos y hoy me veo dirigiendo el clásico"
Saúl Laverni, que dirigirá el choque entre Estudiantes yGimnasia, contó
que se siente más maduro y que su idea será "pasar lo más desapercibido
posible" durante el juego
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El rosarino Laverni tendrá la chance de dirigir la edición Nº150 del
clásico entre Gimnasia y Estudiantes
El rosarino Laverni tendrá la chance de dirigir la edición Nº150 del
clásico entre Gimnasia y Estudiantes
Saúl Laverni será el árbitro del clásico platense 150 de la era
profesional y dijo que lo afrontará tratando de ser lo menos
protagonista posible. El juez entiende que cambió su forma de ser dentro
del campo de juego debido a una maduración que llegó tras enterarse de
que no irá al próximo Mundial. "Tengo que tratar de ser lo menos
protagonista posible, pasar completamente desapercibido", aseguró en
diálogo con La Redonda.
"Lo que pasa que con la TV el árbitro es protagonista porque se pone la
lupa hasta en el lateral mal hecho y en los programas amarillos de los
domingos después se encargan de matarnos. Cuando la crítica es
constructiva, hace que el arbitraje crezca para ver dónde se equivocó.
Se genera un intercambio de opiniones desde el disenso y eso puede ser
constructivo. Lo difícil es lo destructivo".
A la hora de hablar de su forma de dirigir, el árbitro expresó que se ve
más maduro y permeable en la relación con el jugador. "En la relación
con el jugador la línea es fina, porque después yo marco distancia y soy
un soberbio. Quizás hay una maduración y otra visión quizás sin tener
una presión externa de tener por delante un Mundial. Cuando me dijeron
`no vas´, empecé a ver cosas que no disfrutaba respecto a mi futuro y
alguien me hizo ver que un Mundial no es todo y la vida continúa".
Laverni fue muchas veces visto como un árbitro soberbio y de `ir al
choque´. Ahora dice haber cambiado y eso le valió designaciones más
importantes. "En varios aspectos he hecho un click y se nota en la
designación y aparezco en un clásico que es histórico y se lo voy a
mostrar a mis nietos. Los ve el mundo entero. Disfruto esta parte, hice
un click porque no me conducía a nada, sólo a un choque".
Por último, contó que se había ilusionado con ir al Mundial. "Me había
hecho ilusión por el roce internacional que venía teniendo. Pero después
por cuestiones gremiales y personales, algunos errores o algún mal
carácter, hizo que todo empiece de nuevo. Ese empezar de nuevo hizo que
me separe de todos los conflictos y ahora me veo dirigiendo un clásico",
concluyó
Leer más en http://www.eldia.com.ar/edis/20130919/Hice-click-varios-aspectos-hoy-me-veo-dirigiendo-clasico-20130919130211.htm
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El primer triunfo, en
1917
JORGE “TORO” CALANDRA
JORGE “TORO” CALANDRA
La historia del clásico platense se empezó a escribir hace casi 100
años, cuando a los equipos no se los apodaba Lobo ni Pincharrata, cuando
la Ciudad tenía calles de tierra y adoquín y cuando los jugadores se
ponían una sola camiseta y la defendían hasta el final de su carrera.
Estudiantes y Gimnasia jugaron su primer partido el 27 de agosto de
1916, en la cancha de Estudiantes, en pleno amateurismo. Fue por el
torneo de la Asociación Argentina de Fútbol. Lo ganó el Lobo, que había
ascendido el año anterior. Fue 1-0 con un gol del defensor albirrojo
Ludovico Pastor, en contra.
La revancha llegó al año siguiente. El 1º de julio de 1917, también en
57 y 1. Esta vez fue triunfo del Pincha, sin discusión, 3 a 0, con dos
goles de Roberto Leonardi y otro de Américo Girotto.
Ese año se jugaron dos partidos más, pero de carácter amistoso. Los dos
se desarrollaron en la cancha de Estudiantes, en esa época mucho mejor
preparada que la de Gimnasia: tenía mejores tribunas, seguras y más
altas.
El 18 de marzo, en un encuentro que sirvió como pretemporada, chocaron
los dos equipos de la Ciudad. Lo ganó el Pincha 1-0 con un gol de Juan
Lamas de penal, pero la nota la dieron los hinchas visitantes, que
agredieron al delantero Girotto. Por eso, al otro día la CD albiazul
tuvo que enviar sus disculpas.
El 16 de septiembre de ese año volvieron a jugar. Fue otro partido
amistoso, con la presencia del interventor de la Provincia, José Luis
Cantilo, que antes del partido saludó a todos los jugadores y donó doce
medallas para quien resultara ganador. El problema fue que en el primer
tiempo el arquero de Estudiante Duarte Indart (conocido boxeador
uruguayo peso pesado) le pegó un trompazo al centrohalf rival Roberto
Felices y lo “durmió”. De inmediato se desató una batalla campal que
ocasionó la suspensión del partido. Obviamente las medallas se las llevó
Cantilo, el partido nunca se completó y ambas instituciones tuvieron
que pedir disculpas por el bochorno que habían protagonizado.
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