El Pincha perdió 1-0 contra Argentinos, uno de los equipos más flojos del torneo
ROMAN MARTINEZ INTENTA HACERSE DE LA PELOTA.
DETRAS, DAMONTE SIGUE LA ACCION
COMENTARIO
Por MARTIN CABRERA
Por MARTIN CABRERA
El Pincha perdió en La Paternal.
Dio un paso enorme para atrás luego de la reacción de la semana pasada
ante Racing. De paso, se complicó en la lucha por no descender, porque
si bien todavía tiene una luz de ventaja sobre Godoy Cruz, All Boys y el
mismo Argentinos, en el fixture tiene un viaje a Mendoza que, a esta
altura, ya parece ser determinante a la hora de encarar el próximo
semestre.
¿Mereció perder Estudiantes? Sí. El equipo de
Pellegrino jugó el peor partido del ciclo. Inclusive peor que aquella
eliminación en la Copa Argentina ante All Boys y peor que en la derrota
en San Juan ante San Martín. ¿Por qué peor? Porque le ganó un rival que
pateó dos veces al arco, que tiene dificultades para dar dos pases y
porque en su plantel no tiene ni un 20% de la jerarquía de Estudiantes.
El
Pincha regaló un tiempo. Los primeros 45 minutos fueron una obra de
terror, que tuvo su pico máximo en el gol del Keko Villalva, que se
aprovechó de un error de Israel Damonte y de la falta de ubicación de
Gero Rulli. Un golazo de otro partido que fue el principio del fin.
En
la platea, un dirigente repetía, “en esta cancha te dormís y te velan”.
Y a Estudiantes anoche lo mataron dos distracciones y una apatía que
hacía rato no se veía. No llegó hasta el arco de Migliore, defendió mal y
en el medio no tuvo posesión. ¿A qué jugó? ¿Por qué cambiar el esquema
después de haberle ganado a la Academia? ¿Por qué sus jugadores no miran
el arco de enfrente?
TARDIA REACCION
De
esa manera merodeó el arco de Migliore, que en una jugada tapó dos
goles. Primero a Guido Carrillo en una media vuelta y después a Franco
Jara, que se acercó para el rebote pero cuando llegó al balón el arquero
estaba muy cerca.
Esa jugada, pasados los 15 minutos del
complemento, fue lo más claro que tuvo Estudiantes para empatar, más
allá de un tiro libre de Jorge Luna que besó el caño izquierdo, un
cabezazo del Jara delantero y una subida del otro Jara, que probó, sin
éxito, desde afuera del área.
Claro que quedó descompensado en
defensa. En determinado momento sólo defendieron Gil romero y alguno de
los dos centrales (mientras el otro jugaba de nueve), y así Becerra y
Gómez pudieron aumentar. Pero este Argentinos está más cerca de la B
Nacional que otra cosa, y por eso no logró aumentar.
Perdió
Estudiantes. Lo hizo ante uno de los planteles más pobres de la A, y eso
profundiza todavía más su juego. Regaló un tiempo, se equivocó el
técnico en su planteo y se volvió a La Plata con muchas más
preocupaciones de las imaginadas de antemano. Es hora de dejar el manual
europeo y empezar a jugar como en Argentina. De lo contrario, cuando se
de cuenta, será tarde.
www.eldia.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario