Pachorra da indicaciones
en la lejana Medio Oriente
en la lejana Medio Oriente
A siete meses del inicio del Mundial, Alejandro
Sabella festeja sus 59 años de vida compenetrado en un sueño que abarca a
todo un país y que se gestó en la humildad del barrio de Tolosa
Cumple años Don Pachorra. Ese tipo sencillo, mesurado, porteño de uno
de los barrios más bacanes de Capital: Barrancas de Belgrano, pero
radicado desde hace varios años a nuestra querida ciudad.
Nacido en 1954, un 5 de noviembre, estas horas serán de íntimo
festejo seguramente en su casa de casado, en Tolosa, a pocos metros del
diario Hoy, con los familiares y los amigos.
Don Pachorra es Alejandro Javier Sabella, el que hipnotizó a la
falange pincharrata cuando recibía la pelota, levantaba la mirada,
amagaba y devolvía el pase sutil –todo al mismo tiempo-con la número 10
salida por fuera del pantaloncito, recibiendo el afecto hecho canción al
son de “Saaabellaaa, Saaabellaaa…”
Hijo de un ingeniero agrónomo y una maestra de escuela, de clase
media, con apenas 5 años entró al mundo del deporte: en un plan familiar
todos los Sabella se asociaron al GEBA (Gimnasia y Esgrima de Buenos
Aires), donde “Ale” jugó los torneos internos.
La pulpo (pelota de goma) fue su amiga, la mayor maravilla que
conoció en esos años ’60, casi al mismo tiempo que se gestaba el
Estudiantes de Zubeldía. Acorde con su barrio de cuna, se hizo fanático
de River.
Hasta hace pocos años, antes de marzo de 2009 cuando lo llamó
Estudiantes para ser entrenador “solista” por primera vez sin Daniel
Passarella, desocupado, pero siempre estudiando, aprovechaba a llevar a
su hijo Alejo, a la cancha de VRADI, en 3 y 526. Esta humilde
institución fundada en 2001 recibía al célebre Pachorra los días de
entrenamiento y sábado por medio, donde colocaba una reposera atrás de
un arco y el paisaje de los viejos galpones del ferrocarril Roca eran la
antesala silenciosa de lo que Dios o el destino le puso después.
Lo ama Estudiantes, pero la raíz de esta semilla de talento ilimitado
tiene una Banda Roja. Resulta que el padre de un compañerito de GEBA
tenía cierta amistad con un delegado de River. Y le insistió para que se
probara en Nuñez. “A mí me daba vergüenza, pero insistieron tanto...
Cuando me preguntaron la edad, por consejo de este padre, dije que era
del ‘55, porque yo era chiquito de físico, aunque soy del ‘54”. Días más
tarde cuando volvió a probarse, con Bruno Rodolfi (“un histórico cinco
de River”) recuerda que tuvo que decir la verdad, pero como la movió
lindo fue fichado igual.
El nacimiento de “Pachorra”
Con los cortos y sus enganches finos, hizo que las tribunas le
rindiesen pleitesía, adoración. Arrancó en River y saltó a Inglaterra
(Scheffield, entonces en Tercera División, y luego a Primera pero con el
Leeds United), Estudiantes de La Plata (1982-85), Gremio, Estudiantes
(86-87), Ferro y el final en México (Irapuato).
El apodo de “Pachorra” se lo puso el relator Marcelo Araujo, porque
gustaba de dormir la siesta “no porque no corriera en la cancha, ¡eh!”.
Antes de marzo de 2009, cuando asumió en Estudiantes con un total
orgullo de pertenencia, Sabella sólo había sido asistente: Seleccionados
de Argentina y Uruguay, Parma, Monterrey, Corinthians y River.
Familiero, lector hasta el hartazgo, además de sus dos hijos más
chicos (María Alejandra y Alejo), tiene dos hijas más del primer
matrimonio: Vanessa (nacida en Inglaterra) y Flavia.
En su primera conferencia en AFA, cuando se presentó formalmente, en
una sala no tan poblada como en otras asunciones, sentenció: “Dos años
son poco como entrenador, pero como persona uno se forma desde que
nace". Es el “guarda” de la Selección, que en 2014 buscará la Copa del
Mundo, el mismo que de niño jugaba de vereda a vereda con la pulpo,
viendo pasar los tranvías por la Estación Belgrano. O el que grande
acompañaba como papá al recóndito campito detrás de los galpones
ferroviarios de Tolosa.
El “socio Tablón” podrá colaborar en cualquier pago fácil
Tal cual se informó en la edición de ayer, la dirigencia de
Estudiantes procuró hacerle lugar a la inquietud de los socios para
ampliar las categorías de aportes en la campaña “socios León”, que
tiende a juntar fondos para continuar y terminar el estadio de 1 y 57.
En tal sentido, a los fines de hacer extensiva la convocatoria y
evitar que alguien se quede afuera de la posibilidad de aportar dinero
para el club, se proyectó la categoría de “socio Tablón”, que se sumará
en una segunda instancia a la de “socio León de al Patria”, “socio León
de América” y “socio León del Mundo“.
Para recibir la categoría de “León de la Patria”, se debe justificar
la colaboración de 2.500 pesos, mientras que para ser un “León de
América” se donarán 5.000 y “León del Mundo” 10.000 de la misma moneda.
Los socios “Tablón”, sin embargo, podrán colaborar con una suma
ilimitada en diferentes ocasiones, y el procedimiento se podrá
instrumentar con el sistema de pago fácil, para hacer más operativa la
donación.
Si bien el jueves, cuando se lance la campaña se anunciarán las tres
categorías previamente informadas, en las próximas horas se le sumará la
de socio “Tablón”, que se ajusta a la realidad del país y a la
situación económica de la sociedad platense (a la cual pertenecen los
hinchas de Estudiantes) luego de la inundación del pasado 2 de abril que
golpeó a la clase media.
Tanto los socios “Tablón”, como “de La Patria”, “de América”, o “del
Mundo”, recibirán un tubo de ensayo (en honor al laboratorio de los
Estudiantes del fútbol) lleno de tierra de campeones con material
recogido de los terrenos de 1 y 57.
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