Casi 6 mil hinchas coparon la segunda bandeja y gozaron con la goleada sobre River. Ya palpitan la vuelta
La calurosa tarde del feriado se prestó para que varios simpatizantes de Estudiantes decidieran ir temprano a la cancha de River.
Con la ilusión a cuestas, miles de personas se aglomeraron en la subida de la autopista, conscientes de tener que enfrentar el cacheo policial, las requisas y los controles. Así se movilizó la familia de Estudiantes para acompañar al equipo de Alejandro Sabella al estadio Monumental, en el partido trascendental que disputó ayer contra River.
La segunda bandeja lució colmada, tal como se esperaba por haberse agotado los tickets el domingo por la mañana. Con el torso desnudo y con sus remeras al viento, los hinchas se bancaron el sol de frente y gritaron desde temprano, se ilusionaron con el gol del Chavo Desábato y masticaron la bronca con el resultado de Vélez, que logró el triunfo en el segundo tiempo. Pero, por sobre todas las cosas, dejaron bien en alto la dignidad de ser hincha de Estudiantes.
Solos contra todos, El 7 a 0 no se olvida nunca más, Ensenada, Berisso, Tolosa, Parque Saavedra y muchas más fueron las banderas más notorias desplegadas en la tribuna visitante, en donde se ubicaron los casi 6 mil hinchas que no quisieron perderse lo que podía ser una fecha muy importante en la historia del club.
Esos 6 mil que prolongaron desde Núñez hasta La Plata la caravana más larga del año, soñando con la vuelta olímpica dentro tres días.
Controles, cacheos y detenciones
Desde temprano, por ejemplo, la Policía de la Provincia se mostró rigurosa, controlando incluso a todos los vehículos sospechosos que tenían alguna identificación con el Pincha.
En el peaje de Dock Sud de la autopista La Plata-Buenos Aires se realizaron los primeros controles excesivos. Por eso, todos los micros y combis tuvieron que hacer descender a sus pasajeros. Antes, por la mañana, se detuvo en la zona de Berisso a una camioneta Ford Ranger, con varias banderas referenciales. Más aún, al propietario de la unidad se lo demoró por tener un arma de fuego con la
correspondiente carga, además de estar inmerso en la lista del derecho de admisión para ir a la cancha.
En el peaje de Dook Sud, en tanto, la requisa a manos de la Policía Federal dejó en el camino a otras 45 personas que viajaban en los colectivos y también estaban en el listado del derecho de admisión.
También hubo cacheos y demora de hinchas en Puerto Madero, donde decenas de hinchas tuvieron que pegar la vuelta para La Plata.
Si bien el resto no tuvo mayores inconvenientes para llegar al estadio de River, la caravana fue intensa desde todo puntos de vista, con el personal encargado de mantener el orden muy atento a todo lo que ocurría.
Abrazados a una ilusión
En la segunda bandeja, ocupando gran parte de la tribuna visitante, estuvieron los hinchas de Estudiantes. Como de costumbre, mucha muchachada, jovencitos y mujeres. Familia.
La salida fue emocionante
“Esta campaña volveremo’ a estar contigo, te alentaremos de corazón, esta es tu hinchada que te quiere ver campeón”, gritó la popular cuando salió el equipo.
La Gata dejó buenos recuerdos
A pesar de que Matías Almeyda, en un arrebato de vender humo, le tiró la gente en contra, a Gastón Fernández lo quieren mucho en el mundo River.
Unos gritaban, otros se iban
La goleada sobre River fue tan contundente que, cuando Gabriel Mercado puso el 4-0, las plateas laterales del Monumental empezaron a quedarse sin gente. Resulta que quienes estaban ubicados ahí entendieron que la mejor manera de evitarse la humillación de los hinchas de Estudiantes era irse rápido.
Otros, en cambio, decidieron quedarse para alentar y gritar por su equipo a pesar de los goles y los lujos del equipo de Sabella.
Diario Hoy
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