Editorial
Más allá de que les cueste reconocerlo a los medios nacionales y a varios de los que forman parte del ambiente futbolístico, no quedan dudas que Estudiantes es el mejor equipo argentino de los últimos años y motivos para asegurarlo sobran.
Sin tener el poderío económico de Boca y River y con un recambio muy importante de jugadores, el Pincha ha logrado mantenerse por cuatro años en la elite del fútbol nacional y también internacional.
El primer gran logro fue el título obtenido con el Cholo Simeone en el Apertura 2006, en ese equipo se destacaban figuras como Verón, Braña, Andujar, Alayes, Pavone, Sosa y Calderón. En el 2007 hubo un año de transición, pero se siguió peleando arriba.
En el Clausura 2008 y bajo la conducción técnica de Roberto Sensini, termina segundo de River con 39 unidades. En Diciembre de ese mismo año juega la final de la Copa Sudamericana y pierde en el alargue ante el Inter de Porto Alegre, ya con Leonardo Astrada como entrenador.
El 2009 es el año inolvidable. Tras una serie de malos resultados, Astrada deja de ser el DT. y asume Alejandro Sabella, que pocos meses después guía al equipo a consagrarse campeón de la Libertadores. En Diciembre de ese mismo año estuvo a escasos minutos de dar el batacazo histórico ante el multicampeón Barcelona en la final del Mundial de clubes.
Ya en el primer semestre del 2010 y jugando doble competencia, llega a los cuartos de final de la Libertadores, pierde ante Inter en el final, y sale segundo de Argentinos Juniors cosechando 40 puntos. En la segunda mitad del año pierde la final de la Recopa Sudamericana y llega a la última fecha del Apertura liderando con 42 unidades.
Con diferentes estilos de juego y con varios jugadores distintos, salvo Verón, Braña y Benítez, Estudiantes logró siempre ser protagonista y pelear casi todas las competencias en las que participo. Por todo esto, es que el Pincha merece volver a festejar.
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