Estudiantes no sintió las bajas de la Bruja Verón y Enzo Pérez y desde el aspecto colectivo mostró lo mejor del campeonato
Estudiantes dio una lexión de fútbol en el Monumental. Para tener grabado en un CD, o en un Pen Drive, y repetirlo una y otra vez en las escuelas de técnicos, o la etapa de formación de las divisiones inferiores de cualquier club. Porque ayer el equipo de Alejandro Sabella demostró lo esencial de este deporte: el funcionamiento colectivo es más importante que cualquier jugadores, se llame como se llame.
Sin Juan Sebastián Verón y sin Enzo Pérez, las principales figuras a lo largo del torneo, el Pincha jugó el mejor partido del campeonato. Tuvo un rendimiento colectivo perfecto de principio a fin, y aplastó a un River que no estuvo a la altura de las circunstancias y se vio superado en todo momento.
Tanto se habló en la previa de la falta de Verón y Pérez, que muchos imaginaron que sería difícil conseguir un triunfo en el Monumental. Y hasta se llegó a especular con un empate como un buen resultado. Pero Estudiantes tiene un estratega afuera de la cancha que entiende a la perfección esto del fútbol, y su equipo dejó en claro porqué es el mejor de la Argentina.
Estudiantes no es un equipo. Es un equipazo. Con todas las letras. Con Verón y sin Verón. Con Pérez y sin Pérez. Porque supo resolver los problemas que le planteó Argentinos Juniors en la fecha anterior, y porque ayer superó la exigente prueba de River con un resultado que ni el hincha más optimista hubiese imaginado.
En casi dos años de trabajo en el club, Alejandro Sabella logró cimentar una estructura colectiva que ha superado todo tipo de obstáculos: lesiones, suspensiones, y jugadores que han entrado a la cancha con problemas físicos que en otra circunstancia no hubieran podido jugar. Pero siempre el equipo pudo más. Porque la táctica y la estrategia, en un deporte colectivo, siempre es más importante que las individualidades.
Ayer, el Pincha jugó 90 minutos brillantes. Sólido de mitad de cancha hacia atrás, agresivo del medio hacia arriba, criterioso con la pelota, ordenado en todas las líneas, y bien compacto. Cumplió con todas las premisas que se habían hablado previamente en el laboratorio del Country de City Bell, y redondeó un triunfo histórico que será recordado por muchos años.
Seguramente que en la última fecha volverán el capitán y emblema, Juan Sebastián Verón, y el mejor jugador del equipo a lo largo del torneo, Enzo Pérez, pero Estudiantes le dejó en claro a propios y extraños, a los que confiaban y los que desconfiaban, que para ser campeón se necesita algo más que buenos jugadores. Para ser campeón se necesita un gran equipo. Y de eso se encargó el profesor Sabella.
Un último párrafo para el grupo de jugadores, que en la más difícil puso el pecho y demostró tener carácter y mucha personalidad.
La que se necesita para los grandes objetivos.
Diario Hoy
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