jueves, 5 de abril de 2012
Como un camaleón, Cellay se acomoda según la ocasión
Ayer se negó a contestarle a un medio que fue convocado por el club a una conferencia, incurriendo así en una grave falta a los derechos constitucionales en los que se ampara la libertad de expresión
Christian Cellay no escarmienta. Pese a haber superado la barrera de los 30 años, persiste en incurrir en situaciones que rozan la falta de respeto y que le han jugado en contra en su carrera profesional.
Ayer, en el contexto de una conferencia de prensa convocada por un empleado del club Estudiantes de La Plata, el jugador no quiso contestar una pregunta vinculada a su posible regreso al equipo titular, atentando contra la libertad de expresión y el legítimo derecho a indagar sobre un tema que reviste interés de dominio público, tal como lo establece la Constitución nacional. Siendo dicho acto abierto para la prensa gráfica, televisiva y radial que concurre todos los días al Country, Cellay cometió un sistemático acto de discriminación, con el agravante de que se negó a justificar los motivos de su conducta.
Esta no es la primera vez que este jugador tiene una actitud semejante.
En febrero de 2008, cuando experimentó una conflictiva salida de Huracán, se expresó en términos descomedidos hacia la figura del extitular de la institución quemera Carlos Babington, quien, pese a los resultados que había arrojado su gestión, fue electo por socios de ese club.
En junio de 2010 volvió a repetir la misma escena con los dirigentes de Estudiantes, a quienes trató de “cagones y mentirosos” por defender el patrimonio del club ante su caprichosa decisión de irse a jugar a Boca, club al que consideraba más grande e importante que Estudiantes.
En aquel entonces, el defensor protagonizó una discusión mediática con quienes, en el libre ejercicio de la profesión periodística, informaron sobre la manera en la que una tarde de invierno irrumpió en la sede social junto a su exrepresentante Nazareno Marcollese y exigió de forma prepotente y amenazante que el club no pusiera palos en la rueda en su transferencia a Boca.
Llamativamente, un año después no dudó en tirar por la borda su amistad con Marcollese, como única condición de negociación para sentarse a gestionar su regreso a Estudiantes con los mismos dirigentes a los que había insultado un año atrás.
Entre tantos cambios de conducta, el defensor especuló siempre con concurrir a estudios de radio y televisión cuando la pelota entraba en el arco adversario y los resultados favorecían al equipo albirrojo. Ahora bien, ante la primera crítica por los groseros penales que cometió contra San Lorenzo y Tigre, Cellay adopta con una parte de la prensa la misma actitud que con los dirigentes de Huracán, Estudiantes y Boca.
En junio debe regresar al club de la Ribera y el recibimiento que le darán los hinchas y socios xeneizes será el fiel reflejo de lo que supo cosechar su carrera profesional.
Para el caso, vale el ejemplo de un curioso episodio registrado el sábado a la noche en una estación de servicio ubicada en 32 entre 21 y 22, a metros del estadio Ciudad de La Plata: el jugador acudió con su vehículo particular, llenó el tanque gastando más de 380 pesos y se retiró sin pagar, pidiendo las disculpas del caso al playero -de nombre Mauricio- por no tener efectivo en el momento. Pese a comprometerse a volver con el dinero, para su mala fortuna el despachante resultó ser hincha de Boca y no aceptó con agrado la situación.
Como un camaleón, Cellay se acomoda según la ocasión. ¿Buscará conformar a Mauricio con una camiseta de Boca?
La lesión del tobillo sigue siendo una incertidumbre
La consulta que Cellay omitió contestar cersiorando la posibilidad de trabajar libremente sobre un tema que reviste interés de dominio público apuntaba a saber qué condiciones llegaba al partido contra Belgrano de Córdoba luego de no haber formado parte del encuentro con Boca, debido a que el club entendió que su presencia en la cancha no justificaba el pago de 50.000 dólares para abortar los detalles del convenio firmado en su momento. En tal sentido, después del partido contra Tigre se deslizó que el jugador sufría un esguince en el tobillo derecho. Esta situación, sin embargo, no le impidió jugar contra Argentinos, logrando ahora un parate de quince días desde aquella última presentación a la del domingo. ¿Estará Cellay recuperado al ciento por ciento de sus condiciones para jugar 90 minutos contra Belgrano?
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