Los cambios que se avecinan en la conducción de los planteles infantiles de fútbol en Estudiantes pueden acarrearle consecuencias judiciales al club.
En primer lugar, la dirigencia reestructuró todo el área del fútbol juvenil y ahora puso manos a la obra para hacer lo mismo en el infantil, que incluiría entre otras medidas el alejamiento de Carlos Bottegal, que desde hace diez años se venía desempeñando como Coordinador general en esa área. Todo a partir de los cambios que se han originado dentro de ese departamento.
Cabe consignar que cinco entrenadores (tres técnicos y dos preparadores físicos) ya fueron despedidos sin justificación aparente días atrás, y a continuación la dirigencia designó a Omar Bermúdez como Coordinador del fútbol infantil junto a Bottegal. Esto produjo un inocultable malestar que desembocaría en la renuncia de éste último aunque no se ha oficializado todavía.
Además, se conoció que si los cinco entrenadores cesanteados no llegan a un acuerdo económico con el club estarían dispuestos a dirimir esta cuestión en el Ministerio de Trabajo a fin de que se les reconozcan los años que desempeñaron sus tareas en la entidad albirroja.
Diego Bottegal (hijo de Carlos y técnico de AFA y LISFI de la categoría 2000), Juan Figueroa (técnico de Metro y Lisfi de la categoría 2000), Sebastián Giletto (preparador físico de la categoría 2000), Baltazar Fernández (técnico de Metro de la categoría 2001), y Juan Castillo (preparador físico de la categoría 2001) son los cinco cesanteados.
El único entrenador que "sobrevivió" es Gabriel San Millán, técnico de AFA de la categoría 2001, que llegó a un acuerdo con la nueva coordinación para seguir en su cargo.
El argumento de reestructurar para desacelerar el gasto en el área, se cae con los actos que le siguieron a estos despidos. Además de nombrar a un nuevo coordinador, se contrataron a cinco entrenadores y dos preparadores físicos. Todos, incluido San Millán, con un sueldo sensiblemente mayor que los despedidos, lo que significa un incremento en el gasto del departamento.
Esta medida generó revuelo en el club porque se realizó con la competencia en marcha. De hecho los entrenadores cesanteados se habían encargado de seleccionar a los chicos para cada plantel. La bronca, según las fuentes, se centra en la palabra que les habrían dado César Liberatore (Secretario de Fútbol Amateur) y Daniel Romeo (Director Deportivo) de no realizar ningún cambio cuando se los consultó a comienzos de este año.
De hecho, la decisión de cesantear a los cinco entrenadores fue tomada por estos dos dirigentes y comunicada por Bottegal. Lo que generó sorpresa y estupor en los protagonistas y también entre los padres de los chicos que concurren al fútbol infantil.
Los cinco despedidos ya iniciaron acciones legales porque desde que fueron echados del club, nadie se comunicó para arreglar su situación. Esto debilita aún más la situación de Carlos Bottegal, que tiene los días contados ya que todo su plantel fue despedido y su poder de acción está coartado
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