Afrontar el post Verón no será una tarea sencilla en Estudiantes. La injerencia del jugador, que se ha puesto en evidencia en las dos últimas presentaciones del equipo, lleva a pensar en un plan estratégico para amortiguar de la mejor manera el golpe. En este contexto, por la cabeza de las personas encargadas de empezar a armar el proyecto deportivo para afrontar el segundo semestre de 2012 comenzó a tallar la idea de repatriar a ciertos futbolistas que tienen una identificación con el club, en el marco de las posibilidades económicas.
Si bien no se descarta evaluar el futuro de Agustín Alayes y Marcos Angeleri, Estudiantes no les cierra las puertas a los regresos de Mariano Pavone y José Ernesto Sosa. Más aún, de acuerdo a la información suministrada a este medio por parte de las personas que trabajan codo a codo con la comisión directiva, se confirmó el estudio del cuadro de situación de los jugadores después de junio. Contemplando que el club tiene escasos recursos para pensar en comprar parte o la totalidad de los pases de estos futbolistas, se buscará iniciar dos gestiones a préstamo. La primera con el Metallist de Ucrania, en donde José Sosa se encuentra jugando desde julio del año pasado y en el que tiene contrato por dos temporadas más.
La intención del entorno del Principito, habida cuenta de la escasa exposición que han encontrado en Ucrania, es mostrar al jugador en el medio local, en donde tendrá aún más argumentos para ser seguido con frecuencia por Alejandro Sabella y sus colaboradores en la Selección argentina. Y, de manera paralela, apuntalar el proyecto estratégico para que Estudiantes no sufra el cimbronazo que implicará la ausencia de la Brujita en el torneo Apertura 2013.
Por el lado de Pavone, tras haberse destacado en su último paso con Lanús, despertó un fuerte interés en aquellos que toman las decisiones más importantes del club. Tan es así que allegados a la comisión directiva manejan la información del contrato personal del Tanque en el equipo granate y sostienen que se ajusta al presupuesto que tiene Estudiantes para la temporada que viene.
Tanto Pavone como Sosa integran un listado de jugadores que interesan en el club, y por los cuales se buscará iniciar gestiones una vez que finalice el torneo.
Lisandro López y un extranjero tapado
La dirigencia de Estudiantes recibió en las últimas horas información sobre la situación contractual de Lisandro López, el defensor de Arsenal de Sarandí que podría llegar de la mano de Gustavo Alfaro, en el caso de que éste se termine de consolidar como el principal candidato a dirigir Estudiantes.
Asimismo, se confirmó el acercamiento de un jugador extranjero que milita en Sudamérica y que tiene mucha proyección en la selección de su país.
El primo de Sosa se entrena en City Bell
Casi para ir allanando el terreno al posible regreso del Principito, en las últimas 72 horas allegados a la familia Sosa acercaron al club a Brian Sosa, el primo del actual jugador del Metallist empezó a entrenarse con el equipo de Reserva. Brian Sosa, de 18 años, está en un proceso de evaluación por parte de Néstor Armendáriz y Daniel Romeo.
La intención del club es terminar el proceso de observación dentro de un mes antes de tomar la decisión de ficharlo o dejarlo ir.
“Soy referente de su juego y de su fútbol”, resumió el futbolista en relación a la manera de jugar de su primo José, en una nota que le concedió a Pincha Pasión.
La situación del Sosa menos conocido se condice con la de dos jugadores brasileños que también están a prueba con la Reserva del Pincha y con quienes el club deberá definir qué hacer a partir del mes de junio tras observar los movimientos que vienen desempeñando.
En el caso de que Brian Sosa finalmente se quede a jugar en Estudiantes, podría cruzarse con su primo y compartir equipo siempre y cuando la dirigencia albirroja decida avanzar en la contratación del actual jugador de la Selección argentina, que ya está al tanto de la situación de su familiar.
Cabe recordar que el año pasado, cuando se consumó la salida del Nápoli, Sosa estuvo muy cerca de llegar a Estudiantes en una operación que se vio trunca a último momento.
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