Estudiantes igualó 0-0 con All Boys, en un partido que lo tuvo como protagonista en el primer tiempo. Jugó los últimos 25 minutos con diez hombres
NO TUVO UNA BUENA NOCHE DUVAN ZAPATA,
Y FUE UNA DE LAS CAUSAS PARA EL CERO PINCHA
COMENTARIO
Por MARTIN CABRERA
Por MARTIN CABRERA
Este
Estudiantes no tiene glamour. Entendió que cada punto vale un Perú y
por eso cuando no puede se pone el overol para defender. Anoche, en un
flojo partido a nivel colectivo, rescató un punto de una cancha
complicada y se trajo una igualdad que un mes atrás no hubiese
conseguido. Fue 0-0 ante All Boys, punto que le sirve para seguir
sumando y estirando una mini racha que inició la semana pasada contra
Boca.
Anoche comenzó el partido con intenciones de ser
protagonista. Bien Rodrigo Braña en su puesto natural de número 5.
Correcto Carlos Auzqui como un volante ofensivo por derecha. Y muy
activo Román Martínez, por el centro, pero arrancando desde unos metros
más atrás que en el partido ante Quilmes.
Con ese esquema jugó
mejor que su rival, al punto de tener una chance inmejorable para abrir
el marcador. Fue a los 18 minutos de ese primer tiempo, cuando una
combinación en velocidad entre los tres jugadores mencionados terminó
con Martínez mano a mano con Cambiasso. El ex volante de Tigre quiso
asegurar su remate y con un potente remate estrelló el travesaño cuando
el gol era una fija.
Fue la jugada más clara. Ni siquiera la
llegada de Auzqui, en el minuto final de ese primer tiempo, pudo
igualarla. De todos modos, tras un pase profundo de Román, el mediapunta
quedó solo contra el arquero, que le tapó muy bien el palo y se quedó
con el único remate posible: al cuerpo.
All Boys, un equipo sin
brillo pero tremendo oficio, no pudo nunca encontrar la pelota en el
medio, y salvo con algunas jugadas sucias producto de pelotas paradas
jamás llegó hasta el arco de Gerónimo Rulli.
Lo más claro resultó
un tiro desde afuera del área del ex Pincha Brian Sarmiento, que mostró
que el arquerito de Estudiantes además de ser seguro de arriba también
sabe estirarse como un chicle. Con sus brazos largos la sacó al córner.
PUNTO O "MUERTE"
En
el complemento, como de costumbre, Estudiantes empezó a sentirse
inferior que su rival. O, mejor dicho, empezó a sufrir el partido. Con
una llamativa falta de precisión a la hora de trasladar la pelota,
dividió el balón y muchas veces quedó mal parado en los contraataques.
Duván
Zapata, tal vez en su peor versión de este último tiempo, nunca pudo
tirarle el carromato encima a los defensores rivales. Y así, sin peso
ofensivo la pelota todo el tiempo rebotó como en un frontón.
Para
colmo de males en cinco minutos se le vino la noche. Primero Braña tuvo
que dejar la cancha, agotado. Y luego Marcos Gelabert vio la segunda
amarilla por una falta innecesaria que dejó a su equipo con diez
hombres.
Nada fue igual en los últimos 25 minutos (con el
descuento). El Pincha entendió que el punto era un buen negocio y se
redobló en esfuerzos por defenderlo. Fue ahí cuando apareció la
experiencia de Leandro Desábato, impasable de arriba… Y de abajo.
Pepe
Romero, a quien la platea local se cansó de pedirle cambios, mandó a la
cancha al gigante Caspary, que complicó bastante en los pelotazos
cruzados.
Lo tuvo Sánchez a los 44, pero la pelota paso por toda
la línea de gol sin que nadie la empujara. Y dos minutos después, el
otro ingresado, Martín Morel, remató por arriba del travesaño cuando
había ingresado, sin marcas, por el segundo palo.
Estudiantes
rescató un punto. Una igualdad que este mismo equipo no hubiese
conseguido cuatro fechas atrás, con calcados partidos que perdió en el
final. Llego a los 8 y no le permitió a su rival sacarle una diferencia
en la tabla de los Promedios del año que viene. Es que este Estudiantes
no está para lujos, está para sumar, y anoche aprobó en esa misión.
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