domingo, 2 de junio de 2013

El Pincha jugó su partido y complicó más al Rojo

La solidez defensiva le permitió traerse una igualdad de Avellaneda. Fue 0-0 en un pobre partido. El promedio aprieta cada vez más a Independiente

CARLOS AUZQUI ALCANZO A LLEVARSE LA PELOTA Y TRATO DE DARLE CONTINUIDAD AL ATAQUE. EL PINCHA EMPATO SIN GOLES CON EL ROJO
CARLOS AUZQUI ALCANZO A LLEVARSE LA PELOTA 
Y TRATO DE DARLE CONTINUIDAD AL ATAQUE. 
EL PINCHA EMPATO SIN GOLES CON EL ROJO 
 

COMENTARIO
Por MARTIN CABRERA
SíntesisCuando Mauricio Pellegrino llegó a Estudiantes el equipo tenía cuatro puntos, perdía el 80% de los partidos, le convertían goles cada vez que pateaban al arco y el equipo estaba último. Entonces dijo: “tenemos que hacernos fuertes en defensa y sólo así podremos crecer”. Así lo hizo, sin brillo pero con efectividad. Y de esta manera se puede entender el 0-0 de ayer en Avellaneda contra Independiente, que le cayó relativamente bien al Pincha y como un piedrazo en el ojo de los hinchas y jugadores del Rojo, que necesitaban sí o sí un triunfo para alcanzar a Argentinos en la tabla de Promedios y no sufrir tanto pensando en no descender. Por eso el semblante de unos y otros después del partido en la zona de vestuarios.
Estudiantes hizo su juego: ordenado en defensa, tranquilo para pasar la pelota y con un Gerónimo Rulli en el nivel de las últimas fechas (llegó a 543 minutos sin recibir goles en contra). Del mediocampo para atrás nada para reprocharle. Optimo. Eso sí, de mitad para arriba volvió a dejar dudas, tal como el lunes contra Argentinos. Lento, tibio y lejísimos del arco rival. Apenas un puñado de llegadas hasta el Rusito Rodríguez que no alcanzaron. En el listado final se contabilizan dos cabezazos desviados de Marcos Gelabert, uno de Duván Zapata y un tímido remate desde afuera del área de Maximiliano Núñez.
Uno x unoDe todos modos, esa lentitud del Pincha para generar juego y los elogios a la defensa no convierten a Independiente en un merecedor de los tres puntos ni mucho menos. Tampoco hizo demasiado por ganar el partido, a pesar de haber manejado más tiempo la pelota. Dos remates de Rodolfo Montenegro desde afuera del área (uno reventó el travesaño), un tremendo derechazo de Lucas Villalba que Rulli sacó al córner con mano cambiada y un gol del colombiano Caicedo de cabeza -que Juan Pablo Pompei anuló a instancias del juez de línea- fueron las aproximaciones del dueño de casa, cuyos hinchas se fueron preocupados y se quejaron de la poca audacia de Estudiantes para afrontar el partido. Eso sí, ninguno de ellos hizo foco en analizar el pobre rendimiento de su equipo, que a falta de tres fechas está en una situación impensada para tremenda historia deportiva.
LO MEJOR DE ESTUDIANTES
El Pincha volvió a estar bien parado en defensa. Mejoró Marcos Angeleri por la derecha y el Chavo Desábato sacó todo lo que el Rojo tiró por arriba. Germán Ré, que jugó un primer tiempo muy flojo, mejoró después de haber estado a segundos de ser expulsado. La defensa estuvo bien secundada por la tarea del arquero y lo realizado en el mediocampo por Rodrigo Braña, que se encargó él solo de correr contra Fabián Vargas, Fabián Monserrat y Fernando Godoy.
Pero durante los 90 minutos no se decidió a tomar protagonismo. Esperó demasiado que su rival se soltara. Y como los dirigidos por Miguel Brindisi no lo hicieron se terminó abrazando al punto que, en recordando el pasado, no parece estar tan mal. 

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