Los hinchas alentaron y empujaron al equipo que jugó mal y sufrió
El
diluvio de las cuatro de la tarde, un feriado que no invitaba para
salir de casa, la floja campaña... Nada de eso pudo impedir que los
hinchas de Estudiantes fueran, en buen número, hasta el estadio Ciudad
de La Plata.
Sobre la hora, como suele pasar en ese escenario y
más ahora que no hay visitantes, llegó el grueso de los hinchas, que le
dieron un importante respaldo a un equipo que anda a los saltos por el
torneo.
Como era de esperar el jugador más aplaudido fue Juan
Sebastián Verón, que ayer volvió a jugar como titular después de
perderse el segundo tiempo contra Central y el viaje a Mendoza. En
segundo lugar del aplausómetro se colocó Patricio Rodríguez, el mejor
refuerzo hasta el momento y que a sus aceptables rendimientos le aportó
un gol y algunos pases-gol.
A la hora de reconocer banderas, las
de costumbre: “La Loma”, “Berazategui”, “Gonnet”, “23 y 68”, “Lanús te
ama”, “Parque Saavedra”, “Altos de San Lorenzo”, “City Bell”, “Seba”,
“Berisso” y “Llavallol”. Además, en el corazón de la tribuna se volvió a
colocar la bandera “Los Leales”, la que identifica al sector que desde
hace unos meses está manejando los hilos de la hinchada.
Precisamente
en las últimas semanas se produjeron una serie de episodios para
lamentar, como la pelea (con siete detenciones) en el partido contra
Rosario Central y un enfrentamiento a los tiros (con un herido en su
mano) el domingo que el equipo jugó en Mendoza. Ayer, por suerte, todo
se desarrolló con normalidad y en paz. Hubo convivencia y armonía en las
tribunas.
El único problema que generó cierta tensión fue la
demora que sufrieron los “pibes de los bombos” al momento de ingresar al
estadio.
El clima fue de mayor a menor. Mucho aliento en el
comienzo, avalado por el arranque del equipo, que arrinconó a Colón. En
ese tramo el Pincha llegó al gol por intermedio de Desábato.
Pero
después no pudo mantener el ritmo. Y el rival le llevó bastante peligro
al arco de Gerónimo Rulli. Por eso, en algunos momentos se escucharon
algunos murmullos o quejas que no pasaron desapercibidos.
En el
segundo tiempo, donde Estudiantes prácticamente no llegó al área de
Montoya y tampoco pateó al arco, los hinchas intentaron empujar al
equipo. Y defender el cero.
Homenajes varios
En
la previa del partido se realizaron una serie de homenajes. El más
importante fue el que le realizó la dirigencia a los familiares de los
jugadores campeones de 1913, justo cuando el sábado se cumplieron 100
años de la gesta.
Al mismo tiempo, con motivo de cumplirse 40
años del primer título de un equipo de handball de Estudiantes, la
Secretaría de Deportes le rindió un homenaje al plantel de caballeros
que ganó el ascenso a la Primera División en el año 1973.
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