El Pincha perdió 1-0, porque se retrasó en el primer tiempo y se distrajo en una pelota parada. En el final pudo empatarlo
FRANCO JARA SE DISPUTAN UNA PELOTA.
COMENTARIO
Por MARTIN CABRERA
Por MARTIN CABRERA
Después
de tres triunfos consecutivos a Estudiantes le pusieron un freno. Boca,
con arrebatos de fútbol y coraje, le ganó 1-0 con un gol de Emanuel
Gigliotti en el primer tiempo. Fue un resultado apenas justo, que premia
al equipo que tuvo decisión de ganarlo y castiga a quien se acordó
tarde de hacerlo.
El Pincha no jugó un buen partido, pero lejos
estuvo de ser superado por su rival. Con orden defensivo y con el juego
volcado en la mitad de la cancha con Juan Sebastián Verón, intentó
apostar a la contra. Lejos de ser aquel equipo de tenencia sistemática,
le regaló la pelota al rival y buscó salir rápido de contra.
En
los primeros 30 minutos Boca subrayó el mal momento por el que
atraviesa. Ni siquiera de local y ante un rival adormecido tuvo chances
de asustar a Gerónimo Rulli. Fue media hora de estudio, de nervio y de
jugadas aisladas.
Hasta que Fernando Gago, que tuvo un arranque
nefasto, encontró una ráfaga de regularidad. Tomó el balón y asistió a
Luciano Acosta y Juan Manuel Martínez, que de a poco empezaron a tocar
el timbre en el área rival.
Lo que no estaba en los planes de
nadie era que Boca iba a llegar al gol mediante una pelota parada.
Córner desde la derecha, Gago se hizo cargo y mandó un centro al vértice
del área chica. Por ahí, entre Ernesto Goñi y Leandro Desábato,
apareció el Puma Gigliotti para meter un frentazo y desatar el desahogo
del plantel e hinchada. Gol de Boca, a lo Boca, en el terreno donde
mejor se sabe manejar Estudiantes.
Fue la segunda jugada clara
del Xeneize (la otra había sido un remate cruzado de Acosta que salvó
Rulli), contra una sola llegada del Pincha (un cabezazo de Rosales que
pasó cerca del palo izquierdo de Orión).
SE DECIDIO A SALIR A JUGAR
Si las acciones del primer tiempo fueron para el olvido, las del segundo justificaron el valor de la entrada. Si dudas.
Boca,
empujado por su gente y con algunas individualidades en alza, quiso
llevárselo por delante a Estudiantes. Lo tuvo Pichi Erbes desde afuera e
insinuó en cada pelota parada con Gigliotti.
Pero no le duró más
de 8 minutos esa presión. Por fin se empezó a soltar Leonardo Jara, y
con el ingreso de Patricio Rodríguez el equipo de Pellegrino ganó en
movilidad por la izquierda. Así, con Verón como estratega, empezó otro
partido.
Lo pudo empatar Ernesto Goñi desde afuera del área, pero
salvó Orión. Pudo ser un golazo de antología si Patito Rodríguez bajaba
diez centímetros su chilena dentro del área. Y pudo empatarlo Guido
Carrillo con un remate desde la línea del área grande que atrapó el
arquero.
De todos modos, la jugada más clara tuvo como
protagonista a Román Martínez. Centro de Verón para que el ex Tigre, a
espaldas de los centrales de Boca, cabecera junto al palo.
No
pudo empatarlo el Pincha ni Boca estirar las diferencias. Ganó el local y
festejó mucho. Estudiantes se volvió con bronca pero con la
tranquilidad que jugando así sumará más puntos de los que perderá. En
definitiva, su verdadero objetivo en este torneo.
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