jueves, 30 de octubre de 2014

UN GRAN ESFUERZO COLECTIVO SIN RECOMPENSA

UN GROSERO ERROR ARBITRAL PESÓ EN EL RESULTADO FINAL
 

El Pincha tendrá que jugarse el resto la semana que viene

DESÁBATO Y MAIDANA LUCHAN POR LA PELOTA EN UN PASAJE DEL PARTIDO. ESTUDIANTES NO PUDO CON RIVER Y DEBERÁ REMONTAR LA HISTORIA EN EL MONUMENTAL
DESÁBATO Y MAIDANA LUCHAN POR LA PELOTA
 
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Por ANIBAL GUIDI
Síntesis: Estudiantes - River 
La diferencia que existió anoche en 32 y 25, y más allá de los errores en los que pudo haber incurrido el árbitro Abal, hay que buscarlo por el lado de la jerarquía individual. La que quedó patentizada claramente en la segunda parte en donde River Plate tiró todo eso sobre el campo de juego para transformar un 0-1 en contra en un 2-1 a favor, que le da mucho aire para la revancha de los cuartos de final de la Copa Sudamericana del próximo jueves 6 en el Monumental.
Diego Vera, cuando se iba el primer tiempo, había puesto en ventaja a Estudiantes, que en esos 45 minutos realizó un esfuerzo colectivo muy grande, como para sacarse el sombrero, con lo que no lo dejó hacer nada a su rival. Pero en la etapa complementaria, y con un cabezazo de Rodrigo Mora, la visita emparejó el marcador a los 7’, y en una jugada desafortunada, Jonathan Schunke, de cabeza, vulneró su propia valla, a los 26’, y le dejó servido el triunfo al equipo de Marcelo Gallardo que, de esta manera, estiró su invicto a 29 partidos. River finalizó con 10 jugadores por la expulsión de Carlos Sánchez, por doble amarilla.
Se fue el primer tiempo de esta serie de cuartos de final, y se viene, en una semana más, el segundo, en donde el equipo de Pellegrino deberá lidiar contra tres frentes poderosos. El estar abajo en el marcador, que enfrente tendrá a un rival que mostró sus credenciales anoche, y con todo el público en contra. Pero el Pincha, en ese primer tiempo de anoche, lo calibró bien al millonario, ya sabe que le duele cuando lo presionan y no lo dejan hacer, y después todo puede suceder, y de eso el equipo albirrojo tiene experiencia suficiente.
Uno x unoEl gran pecado del local fue haber cedido en la presión. Dio la sensación que no pudo sostener el ritmo que imprimió en el arranque y que le dio sus frutos en el cierre cuando Vera le robó una pelota sobre el costado derecho al dubitativo Funes Mori y luego, cuando se metió en el área, lo fusiló literalmente al golero Barovero.
Pero ese 1-0 bien pudo haber resultado un 2-0 ya que a los 16’ hubo una jugada clave, mal resuelta por el árbitro Abal. En una contra veloz, Carrillo metió la pelota al medio del área para la llegada de Román Martínez; Barovero se le tiró a los pies y el volante cayó aparatosamente. Para Diego Abal no pasó nada, pero los albirrojos reclamaron penal. Enseguida, Martínez pidió el cambio con dolor en su pié derecho (el diagnóstico posterior habla de un traumatismo en el peroné con una herida) y en su lugar ingresó Auzqui. Lo que Estudiantes fue bueno, rozando lo excelente en el arranque. Presionó bien arriba. Correa, Carrilo y Vera en la primera línea. Román Martínez, Gil Romero e Israel Damonte en la segunda. Y cuando recuperaba la pelota en el campo de River, salía disparado contra Barovero. Y tanto presionó que, al final, se le dio el gol. Pero cedió luego en esa presión. Y, ya con la pelota en su poder, la jerarquía de River produjo un vuelco rotundo en el juego y el resultado. Está claro que a lo que a cualquiera le cuesta la energía de todo un partido, River lo resuelve en un par de minutos. A los 7’ a visita llegó al empate con lo que vale marcar de visitante en la Copa. Desbordó Mercado por derecha, de taco lo habilitó a Sánchez y el uruguayo envió el centro al corazón del área. Allí estaba Mora, entre los centrales, para meter un cabezazo de pique al suelo para quebrar a Hilario Navarro. River emparejó así el resultado. El empate fue un golpe de nocaut para Estudiantes. En estado de “no contest”, a los 26, Alvarez Balanta -relevo de Vangioni- anticipó en el medio y rompió líneas. Luego cedió para Teo Gutiérrez que con un hábil enganche se sacó de encima la marca de dos rivales en un espacio pequeño de cancha y tocó para la izquierda, para Sánchez. El uruguayo mandó el centro y Schunke metió la cabeza y la puso arriba, contra el primer palo, imposible para Navarro. Estudiantes trató luego de arrimarse al empate, pero el partido ya era cosa juzgada. 

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