Un equipo que fue el reflejo de la camiseta de Hilario
Domínguez flojísimo, Vera lesionado, Carrillo en un 50%... El Pincha fue eso, un equipo remendado
Por MARTIN CABRERA
Estudiantes necesitaba una actuación
convincente luego de los pasos en falso de las últimas fechas y de la
cantidad de rumores que sobrevolaron la atmósfera del Country Club en
relación a la continuidad de Mauricio Pellegrino en el cargo de DT. No
la tuvo, más allá de cortar la seguidilla de derrotas con un empate como
local ante el último campeón del fútbol argentino, Racing.
La igualdad sólo sirvió para eso, para ponerle un
freno a la caída. Y nada más. Pocas cosas positivas podrán sacar cuerpo
técnico y jugadores del deslucido 1-1 de anoche en el estadio Ciudad de
La Plata.
Estudiantes se pareció a la camiseta de Hilario
Navarro, que en el primer tiempo tuvo que jugar con una pechera amarilla
sobre su casaca roja -porque se asemejaba a la del árbitro- y en el
complemento con una beige pero con su número anotado con cinta negra.
Improvisado.
Fue un equipo emparchado porque apostó por un
esquema con tres centrales en el fondo que no le sirvió. Sebastián
Domínguez, de líbero, tuvo un partido para el olvido. Y tal vez mucho
haya tenido que ver su falta de recuperación física luego de la
distensión de ligamentos. Fue el protagonista, junto con Jonatan
Schunke, de la jugada del gol del empate de Racing.
Tampoco se pudo ver lo mejor de Juan Manuel Sánchez
Miño, quien a pesar de convertir un gol después de un año (su última
conquista había sido el 9 de marzo del año pasado, ante la Academia) no
pudo ser el generador de fútbol que necesita el equipo. En defensa del
ex Boca se puede decir que otra vez careció de compañeros para hacer
sociedades y sólo Leonardo Jara fue sostén suyo por momentos, sobre todo
en la jugada que terminó en gol de Estudiantes.
Será por eso que no se entendió el cambio del
complemento, cuando Luciano Acosta se metió a la cancha en reemplazo
de... Sánchez Miño. Al equipo le faltaban generadores y el DT cambió uno
por uno.
Tampoco se mostró fresco el equipo en la delantera.
Salvo Ezequiel Cerutti, que corrió, gambeteó y buscó la explosión, los
demás no aportaron. La mejor explicación puede estar en la temprana
salida de Diego Vera, otra vez con un problema muscular. Y mucho más en
su reemplazo: Guido Carrillo no estaba para jugar ya que ni siquiera
podía saltar ni chocar con los rivales.
A favor del equipo se puede decir que recuperó un
poco la tenencia de la pelota: 54%. Y que sólo le convirtieron un gol
(en los últimos cuatro partidos había tenido un promedio de al menos dos
en contra) más allá del flojo rendimiento defensivo.
Estudiantes fue eso, un equipo emparchado, inseguro
y lento. Mostró chispazos de lucidez pero potenció sus dudas. Así, no
parece haber luz en el final del camino y de cara a lo que se le avecina
tendrá que recuperarse. ¿Están los jugadores en condiciones de hacerlo?
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