martes, 12 de mayo de 2015

A 20 años de la refundación del club

HISTORIA. EL PINCHA VOLVIÓ A 1RA. Y EMPEZÓ UNA ETAPA FRUCTÍFERA OTRA VEZ

Se cumplen dos décadas del ascenso que le devolvió la identidad a los hinchas

Por MARTIN CABRERA
INFORME

Fueron 265 días los que transitó Estudiantes en el llamado Nacional B, una categoría inédita para la institución. Menos de un año duró su paso por la segunda división del fútbol argentino que, lejos de ser traumática, para el Pincha resultó determinante para refundar conceptos y recuperar una identidad perdida.
El 12 de mayo de 1995, en la victoria 1-0 sobre Gimnasia y Tiro de Salta con gol de José Luis Calderón, el Pincha aseguró su regreso a la máxima categoría, más allá que debió esperar un día más para asegurarse la firma en el pasaporte.
Lo concreto es que Estudiantes había regresado a Primera mucho antes de ese día. Tal vez en las horas posteriores al 21 de agosto de 1994 (cuando descendió en cancha de Lanús) se gestó internamente una ruidosa revolución que terminó con el regreso indiscutido al lugar de privilegio en el fútbol argentino.
Dos hijos de la casa, Eduardo Manera y Miguel Russo se hicieron cargo del equipo. Con ellos llegaron Carlos Bossio, Juan Manuel Llop, Leonardo Ramos, Ricardo Rojas, Manuel santos Aguilar, Mariano Armentano y otros más. Todos jugadores de jerarquía que, sumados a las promesas de la casa (el Ruso Pratola, Claudio Paris, Rubén Capria, José Luis Calderón y un tal Juan Sebastián Verón) hicieron que el paso del equipo por dicha categoría fuese un desfile.
Inmediatamente aparecieron los buenos resultados, los triunfos y la gente recuperó algo de todo lo que había vivido años atrás o le habían contado. Estudiantes era un espectáculo a tal punto que en concurrencia superaba a varios partidos de Primera. Futbolísticamente no dejó dudas y consiguió el ascenso cinco fechas antes de la culminación del torneo.
Jugó 42 partidos, de los cuales ganó 27, empató 11 y perdió apenas cuatro. Desde el arranque estableció claras diferencias y por eso la mayoría de las caídas se produjeron en el final, cuando el equipo se relajó un poco.
El Pincha cerró el torneo como puntero con 65 puntos (nunca más otro equipo alcanzó esa cifra), seguido por Rafaela con 54, Colón con 52 y Godoy Cruz con 50. Fue el Sabalero, en la liguilla posterior, que obtuvo el segundo ascenso.
La base del equipo demuestra el potencial de ese equipo que marcó un récord: Bossio; Ramos, Llop, Prátola, Rojas; París, Verón, Aguilar, Capria; Calderón y Armentano. Tantos y tantos jugadores que el pelilargo Martín Palermo estuvo a segundos de marcharse a San Martín de Tucumán. Por suerte para él y para Estudiantes no lo hizo.
A lo largo del torneo logró resultados apabullantes, sobre todo de local, donde casi no resignó puntos: 4-0 a Central Córdoba, 5-1 a Arsenal, 3-0 a Talleres de Escalada, 3-1 a Rafaela y 5-1 a Colón
La figura de ese equipo fue el Mago Capria, el goleador José Luis Calderón (7 tantos, ninguno de penal) y la promesa la Brujita Verón, que arrancó como número 5 en el Maracaná contra Flamenco por la Supercopa y no salió más.
El mundo Estudiantes recuerda hoy una de sus gestas, la menos glamorosa tal vez, pero fundamental para entender todo lo que ocurrió después.
VOLVIO Y SE CONSOLIDO
El ascenso de Estudiantes lo volvió a instalar en la élite argentina. Los años siguientes al mencionado logro se codeó entre los mejores y salvo una caída a comienzos de los 2000 siempre estuvo arriba.
La gloria la volvió a alcanzar en 2006 y desde entonces cosechó más alegrías que tristezas, con varias participaciones internacionales y una copa Libertadores en su haber. Sin esta refundación tal vez todo lo mencionado no hubiese sido posible.
 
www.eldia.com.ar

No hay comentarios: