Cacho Malbernat y el Bocha Flores recuerdan el nacimiento del
primer tricampeón de América Argentino, aquel 27 de mayo de 1970 en
Montevideo cuando los jugadores fueron emboscados por la hinchada de
Peñarol en el vestuario. “Hay que jugarle al 45”, dijo Flores, quien
junto a Malbernat posó con un Malbec Roble Estudiantes de La Plata
A 45 años de aquel 27 de mayo de 1970, Oscar Cacho Malbernat y
Eduardo Bocha Flores transitan las oficinas del departamento del fútbol
amateur de Estudiantes desplegando experiencia y enseñanzas. Siguen
apegados a la búsqueda de talentos, pero también han tomado como hábito
compartir todas las mañanas con los empleados.
Ayer, entre mates y facturas (y una botella de vino descorchada sólo
para graficar la producción periodística), los ex campeones del mundo
recordaron las vivencias de aquella batalla en Montevideo, que hizo de
Estudiantes el primer tricampeón de América argentino al ganar su
tercera Copa Libertadores.
“Yo no pudo jugar porque estaba suspendido pero viajé igual”, recordó
el histórico capitán Cacho Malbernat, quien en ocasión fue reemplazado
por Pagnanini.
“Esa final fue recordada porque hubo una batahola previa cuando
estábamos haciendo la entrada en calor. Nos quisieron presionar y nos
mandaron a cinco boxeadores uruguayos más alguno más de la hinchada para
pegarnos. Les abrieron un portón y se armó un revuelo bárbaro”, repasa
Flores, siendo generoso en su relato.
Lo cierto es que aquella tarde-noche, cuando el equipo de Zubeldía se
preparaba para saltar al campo de juego, los uruguayos (que habían
perdido 1 a 0 en La Plata), quisieron amedrentar al por entonces equipo
de Zubeldía que era tildado de guapo. En esas circunstancias, mandaron un grupo de boxeadores e
integrantes de la barra de Peñarol para golpear a los jugadores del
Pincha. Carlos Pachamé tuvo que imponer sus virtudes con los puños y con
la ayuda del recordado boxeador platense José Meno (hincha de
Estudiantes que viajó con la delegación) logró equiparar la trifulca que
se desató en un sector recóndito del estadio Centenario de Montevideo.
Lejos de pensar en suspender el partido o no presentarse a jugar
(algo que en la actualidad no se pensaría dos veces), el
Pincha saltó al campo de juego, empató 0 a 0 y salió tricampeón de
América siendo el primer equipo argentino en alcanzar ese logro.
“Hay que jugarle al 45”
A 45 años de aquella conquista en Montevideo, Malbernat y Flores
pasan mucho tiempo con sus familias, pero no logran alejarse de
Estudiantes.
Ayer, en el contexto de la producción con el diario Hoy, Flores
recordó que en la quiniela el número 45 representa al vino. De esta
manera, aceptaron posar con una botella del Malbec Roble cosecha
Estudiantes de La Plata, que supo venderse en la sede cuando funcionaba
el Pincha Store y que fue elaborado en su momento como parte de los
sourvenirs por el centenario de la institución el 4 de agosto del 2005.
Creer o reventar, en el Pincha nadie tendrá una escusa para apostar al 45 y de paso brindar por otro título que le sirvió al club para engrandecer su historia a nivel internacional.
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