Se llevó una sonrisa en un partido que no pareció de verano

Análisis

La pretemporada suele traer consigo partidos cerrados en los que el físico no permite que los equipos muestren su mejor fútbol, pero la noche de Mar del Plata fue la excepción a la regla y el Pincha pudo quedarse con las alegrías.

Un partido de locos. Eso jugaron Estudiantes y Racing en la noche de Mar del Plata, sobre todo en la primera mitad, y más aun teniendo en cuenta que era la primera presentación para ambos en el medio de la pretemporada, donde el físico suele pasar factura.

Los jugadores suelen mostrarse muy duros en el regreso a las canchas, pero eso no se vio entre Pinchas y Académicos, que de entrada dejaron en claro que sería un partido de ida y vuelta. De arranque Damonte anotó el 1 a 0, y en la siguiente Racing se perdió el empate.

Así fue el primer tiempo, y en ese contexto quien estuvo mejor fue el Pincha. Sin embargo el equipo de Nelson Vivas falló en las dos áreas y lo pagó caro, con el gol de Oscar Romero en el epílogo de la primera parte que pareció minar la confianza de un equipo con varios chicos.

En la segunda parte sintió el trajín de los primeros cuaraenta y cinco minutos, y la pretemporada amenazó con pasar factura. Sin embargo el Pincha se encontró con dos goles quizás en su peor momento del partido, y volvió a ponerse en ventaja.
Cuando jugaba mejor Estudiantes pasó a ganar Racing, y cuando jugaba mejor la Academia lo dio vuelta el León. Ironías del fútbol al margen, la efectividad que no consiguió en la mitad inicial sí la logró en la parte final, y sobre el cierre justificó el resultado.
El gol del final, con una contra perfecta, sirvió para coronar un buen partido, dinámico y muy lejos de lo que suele verse en este tipo de encuentros. Por el fútbol y por los hinchas, ojalá ambos equipos repitan en sus próximas presentaciones.

 

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