jueves, 25 de febrero de 2016

Quintana, la historia de un adulto en un cuerpo de chico


Formó parte de la categoría '96 de River con jugadores como Driussi o Mamanna que el año pasado salieron campeones de América Estuvo dos tempotradas en Universidad de Chile 20 años recién cumplidos mantiene una familia con dos hijos y va a entrenar en colectivo 
El descanso entrecortado por un viaje eterno en la madrugada del miércoles después del partido en Mar del Plata no le impiden a Facundo Quintana borrar la sonrisa de su cara. El entrenamiento en el gimnasio llega a su final y el pibe que marcó el segundo gol contra Aldosivi se alista para su primera entrevista mano a mano con un diario de La Plata. 
El paso firme y los gemelos anchos y tatuados disimulan la altura del jugador de 25 de Mayo, que con 20 años recién cumplidos ostenta una extensa experiencia de vida. 
En 2006 su papá lo llevó a una prueba que estaba haciendo River en Alberti, un pueblo cercano a su lugar de origen. En el primer partido hizo 3 goles y al día siguiente lo convocaron para viajar a Buenos Aires. Allí se sumó a la categoría 96 del Millonario, donde compartió planteles con jugadores que hace un año ganaron la Copa Libertadores como Driussi, Mamanna o Boyé.  
Como tantas otras pruebas y experimentos que suelen realizarse en los equipos grandes, el empresario Jerónimo Tortorelli aprovechó un intercambio con la Universidad de Chile para lograr un primer contrato con el equipo trasandino. Allí, un joven Quintana de 17 años formó parte del equipo que fue finalista dos veces en el campeonato chileno y que quedó en las puertas de la consagración. 
El año pasado, el mismo empresario lo acercó a Estudiantes, pero Mauricio Pellegrino lo mandó a Reserva. Allí conoció a Nelson Vivas, a quien le soluciona problemas en la actualidad... 
En el medio de todo nacieron Pilar y Eloy, sus dos hijos. 
Hoy entrena a la par de Viatri y define ante Andújar en las prácticas. Pero cuando algún compañero no lo pasa a buscar se toma el colectivo para ir a entrenar como cualquier trabajador que necesita mantener a su familia.  
Así es la vida del joven Quintana, quien llegó a la Primera del Pincha para quedarse. 
¿Caíste, o todavía te cuesta creer lo que pasó con Aldosivi? 
La verdad es que lo pasó en Mar del Plata fue algo soñado. Tengo pocos minutos en Primera y la verdad es que no me imaginaba encontrarme tan rápido con el gol. Es algo hermoso todo lo que estoy viviendo. 
Para el que no te conoce: ¿cómo te presentarías en sociedad?
Como un jugador que se mueve preferentemente de delantero y que antes de venir a Estudiantes jugó en dos equipos como River y la Universidad de Chile. Siempre jugué de extremo, pero ahora el técnico me pidió que juegue como punta y estoy aprovechando la oportunidad. 
¿Cómo está compuesta tu familia?
Tengo dos hermanos, dos hijos, mi mamá, mi papá y mis abuelos. Ellos siempre estuvieron atrás para que no baje los brazos. Ellos también están disfrutando este momento. 
¿Hay otro Quintana futbolista?
Mi papá tiene un supermercado ahora, pero jugó y es el entrenador de Argentino de 25 de Mayo que juega el torneo Federal B. Me cuenta que todo el pueblo está revolucionado por lo que me está pasando. 
¿Tenés auto?
No. Todavía no tengo movilidad propia. 
¿Y cómo te arreglás para entrenar o para ir a visitar a tu familia?
A mis padres no los veo desde fin de año. Acá en La Plata vivo con mi señora y mis hijos en un departamento que me da el club el en centro. Para entrenar a veces vengo en   colectivo y otras veces me traen los compañeros.
(La letra I del 273 para a una cuadra del golf y la letra C tiene parada en la puerta del jardín)
 ¿Cómo es ser padre de dos hijos con 20 años?
La verdad es que la llegada de Pilar (2) y Eloy (3 meses) me cambiaron la vida. Me hicieron madurar rápido. Con ellos me animo a pensar en grande, porque sé que tengo una responsabilidad. El fútbol para mí es un trabajo más que un juego.
¿En donde empezaste a jugar?
Cuando tenía 10 años, en 2006, mi papá me comentó que había una prueba de jugadores en un pueblo cerca de 25 de Mayo. Fui y marqué tres goles en el primer partido. Al otro día me llamaron para decirme que me tenía que presentar en River porque había quedado. 
¿Viviste en la pensión con edad de infantiles?
Sí, Me tocó salir campeón tres veces con la 96. Ahí jugué con Augusto Batalla, con Mamana, con Vega, con Boyé y con Driussi. 
¿Qué pensaste el año pasado cuando los viste salir campeón de América con River y vos estabas en la Reserva de Estudiantes?
Por un lado me puse contento por ellos. Por otro me daban ganas de estar ahí. La verdad es que  no me arrepiento de nada. 
¿Estás preparado para empezar a firmar autógrafos?
Es una sensación muy linda que se te acerque un chico y te diga que quiere ser como vos. Yo lo tomo con responsabilidad. 

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