ENTREVISTAS. JUAN IGNACIO CAVALLARO Y FACUNDO QUINTANA, LOS GOLEADORES DE ESTUDIANTES
Ante la falta de delanteros, Vivas metió mano y encontró lo que buscaba
Por MARTIN CABRERA
MAR DEL PLATA
ENVIADO ESPECIAL
ENVIADO ESPECIAL
Sin Lucas Viatri y ante
la ausencia de delanteros, Nelson Vivas tuvo que ingeniárselas para que
su equipo llegase al gol. Lejos de quejarse ni detenerse en lamentos sin
sentido, el técnico apostó por Juan Ignacio Cavallaro, que el martes
debutó como titular, y por Facundo Quintana, que ante la lesión de
Carlos Auzqui tuvo que saltar al campo de juego. Ambos fueron los héroes
de una noche muy feliz para Estudiantes, en el triunfo 2-1 sobre
Aldosivi en condición de visitante.
En la medianoche marplatense, y minutos antes de
subirse al colectivo que los trasladó de regreso a La Plata, ambos
jugadores hablaron a solas con este diario para compartir emociones y
sensaciones de un partido que recordarán por un largo tiempo. Fueron dos
puntos altos del equipo, y un recambio que no estaba en los planes de
nadie, pero que aparece en el horizonte.
“Estoy contento porque se ganó. Sabíamos
que si no conseguíamos los tres puntos quedábamos un poco relegados. En
cuanto a lo personal terminé un poco cansado, creo que se notó. Y el gol
es una circunstancia aparte, que me pone feliz. Este grupo merecía una
victoria así para seguir creciendo” , arrancó el entrerriano
Cavallaro, de 21 años, que sobre el final del primer tiempo marcó un
golazo desde afuera del área para iniciar el camino hacia la victoria.
Fue su octavo gol oficial en 88 partidos jugados en sus cuatro clubes.
Hacía casi dos años que no convertía oficialmente en nuestro país.
“Fue un partido duro. El rival por momentos
nos manejó la pelota. Pero nosotros sabíamos que necesitábamos la
victoria para volver con tres puntos. Por suerte los conseguimos” , contó, por su parte, Facundo Quintana, el autor del segundo gol y una de las más gratas apariciones del último tiempo.
A propósito del gol -una jugada que nació y terminó
en sus pies-, el jugador nacido en 25 de Mayo (los mismos pagos de
Juanchi Taverna y Pablo Erbín) hace 20 años recordó: “Arranqué
en mitad de cancha, fue una contra. Me la llevo y descargo para Juani,
que choca y le queda a la Gata. Le grité que entraba por el medio, me la
dio y por suerte pude convertir mi primer gol oficial” .
“Pensé en todo el sacrificio que vengo
haciendo y también mi familia. Pasé por Chile y no se me dio la chance
de jugar. Después me llegó lo de Estudiantes y por suerte lo estoy
pudiendo aprovechar. Ahora quiero disfrutar” , continuó el
pibe, que el año pasado fue uno de los goleadores del equipo de Reserva.
Sus inicios fueron en River, club en el que hizo las inferiores antes
de ser dejado libre y que probara suerte, como juvenil, en la
Universidad de Chile. A Estudiantes lo acercaron en enero del año
pasado, como jugador amateur.
“Ahora quiero disfrutar mi momento en Estudiantes. Me costó mucho llegar hasta acá. Hace rato que la estoy peleando” (Quintana)
Con la misma felicidad se retiró Cavallaro, quien
después de explotar en Unión y mostrar condiciones fue transferido a San
Lorenzo, donde jugó muy poco. Y más tarde recaló en Liga de Quito,
donde no tuvo los minutos deseados. “Estaba con muchas ganas de
volver. Estos últimos seis meses en Ecuador no fueron buenos, no la
había pasado bien. Por eso cuando apareció esta posibilidad de
Estudiantes no lo dudé” .
De la misma manera que Quintana, también tuvo la
oportunidad de convertir. Fue a los 39 minutos del primer tiempo, cuando
el Pincha jugaba mejor que su rival. “El partido pasado había
perdido una pelota que terminó en gol de Tigre. Por suerte tuve revancha
rápido. Estoy contento, pero más que nada porque el equipo ganó” .
Quintana está jugando como delantero de área, más allá de que sus características sean otras. “En
Reserva jugué todo el torneo pasado como extremo por derecha o
izquierda. Ahora el técnico me necesita en otra posición y voy a hacer
lo posible para poder cumplir y ayudar al equipo” , explicó el jugador, que debutó la semana pasada contra Tigre y reventó el travesaño en su primer remate al arco.
“No me pidió nada especial el técnico. Me
conoce y me dijo que encare y patee al arco, que la aguante. Mucho no
pude porque terminé cansado” , agregó en broma Quintana, que tiene 60 minutos en Primera y un gol. “Es más fácil jugar con un entrenador con el que ya trabajaste anteriormente, eso me da confianza” .
También fue muy importante la palabra de Vivas para Juan Ignacio Cavallaro. “Nelson
habló conmigo antes del partido y me dio una confianza terrible, que
hacía rato no recibía de parte de un entrenador. Me liberó, me hizo
sacar presiones que me autopongo. Eso me hizo tomar confianza. Me pidió
que me mueva libre por donde quisiese” .
“No jugaba como quería y sentía que
tenía que demostrarle al técnico, a los dirigentes y al presidente por
qué me habían traído a Estudiantes” (Cavallaro)
Entonces habló de esas presiones que le habían
jugado en contra en los anteriores partidos en los que había tenido la
chance de jugar. Explicó: “No jugaba como quería y sentía que
tenía que demostrarle al técnico, a los dirigentes y al presidente por
qué me habían traído a Estudiantes. Son presiones que me pongo yo mismo,
por eso la charla con Nelson (Vivas) antes del partido fue muy
importante” .
“¿La charla con el técnico? Me la guardo
para mí, pero me dio confianza y me sirvió para moverme libre. No sé si
jugué un gran partido desde lo individual, pero jugué muy cómodo y eso
es muy importante. Y pude volver al gol, que es tan importante”
, continuó el ex Unión, que le dedicó su gol a José Carlos, su papa,
que la semana pasada cumplió años y estuvo en La Plata ayudándolo junto
al resto de su familia en la mudanza a un departamento céntrico. “Me pidió un gol, ahí lo tiene” .
Por último, tanto Cavallaro como Quintana
destacaron el valor del triunfo y coincidieron en el desgaste físico que
realizó el equipo. “Creo que sentimos el cansancio de jugar tantos partidos en pocos días” , destacó el primero de ellos. “Estábamos muy cansados, pero pudimos sacar adelante el partido” , valoró el otro.
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