sábado, 19 de marzo de 2016

Un triunfo trabajado para llegar a la punta


ESTUDIANTES, EN LO MAS ALTO. LE GANÓ 2-1 A DEFENSA Y ALCANZÓ A LANÚS
Lo dio vuelta con los goles de Viatri y Solari. Cuarto triunfo seguido en el Unico

Por MARTIN CABRERA
ANALISIS
Para cerrar la semana más dulce del año luego del triunfo en el clásico, Estudiantes necesitaba una victoria. Y la consiguió, con el trabajado 2-1 sobre Defensa y Justicia, resultado que le permite ser puntero de la zona, al menos hasta que mañana juegue Lanús.
El Pincha tuvo que arremangarse para superar a un rival muy interesante de mitad de cancha para adelante, que por momentos, con sus jugadores ligeritos, le dio un dolor de cabeza. Pero Estudiantes estuvo sólido y no dudó cuando tuvo que jugar. Por eso se quedó con una merecida victoria, la cuarta en forma consecutiva que consigue en el estadio Unico, una fortaleza con todas las letras desde que lo comenzó a utilizar en 2006. Cuando el torneo ya superó la mitad, el horizonte asoma seductor en el final del camino.
No había comenzado nada bien la noche para el equipo de Nelson Vivas, que sufrió una pérdida de Lucas Diarte sobre la izquierda, dos toques y el gol de Fabián Bordagaray, un jugador que Ariel Holan reinventó para convertirlo en el goleador del campeonato.
Lejos de confundirlo ese gol, lo despertó. Apretaron los dientes Damonte y Ascacibar en el mediocampo, y Augusto Solari, por derecha, empezó a lastimar cada vez que pisó posiciones ofensivas. Con mucha intensidad y variantes a la hora de atacar. Estudiantes se hizo dueño del partido, aun asumiendo los riesgos de dejarle espacios a un rival peligroso.
Por eso fue un acto de justicia que a los 28 minutos Lucas Viatri empatara, luego de una jugada que inició Gastón Fernández en el medio. La Gata abrió para la derecha, donde Solari hizo el recorrido justo, tiró el centro y -como un calco del primer gol en el clásico- apareció el ex Boca para empujar al fondo del arco.
Un minuto después Solari desperdició una gran chance de llegar a otro gol, al aparecer por el palo derecho y rematar cruzado sin suerte. La suerte la tuvo en el minuto final del primer tiempo, cuando se puso el repasador en su camiseta al momento que Alexander Barboza lo invitó a comer. El grandote, que ya había dado muestras de enormes falencias con los pies, entregó mal la pelota para su arquero, quedó corta y el ex River definió muy bien por debajo de Santillo para el 2-1 con el que cerró el primer período.
En el segundo tiempo el partido se planteó de ida y vuelta. Estudiantes entendió que no era una buena idea refugiarse en su campo, ya que los delanteros rivales eran lo más sólido de Defensa. Entonces en ese juego de ataque y ataque se multiplicaron las situaciones de gol de un lado y otro.
Probó el Pincha con unas subidas de Carlos Auzqui por izquierda y tuvo alguna chance para aumentar de cabeza. Pero las más claras fueron del Halcón, principalmente la que tuvo Rafael Delgado, que erró el gol más insólito desde que se construyó el estadio. Ingresó por el segundo palo, sin marca y con Andújar lejos. Tenía que empujarla y listo. La tiró a la tribuna.
El partido siguió así, palo y palo. De área a área, para que no alcancen los cigarrillos ni uñas. Y a más de un hincha se le habrá llenado la cabeza de fantasmas cuando Augusto Solari, la figura por escándalo del partido erró un mano a mano a los 34 minutos, dos minutos después de que Pablo Santillo le sacara un gol a Elías Umeres.
En el final el Pincha defendió con lo que le quedaba. Medias bajas y gestos de cansancio en sus jugadores. El equipo dio todo y no debió sufrir tanto. Pero enfrente tuvo un rival digno y bien trabajado, que le hizo cuesta arriba el triunfo, un triunfo que por unas horas dejará a Estudiantes como puntero del campeonato. Nada mal. Que siga la fiesta entonces.
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