ESTUDIANTES TROPEZO CON BANFIELD. EL LOCAL APROVECHÓ DESACOPLES Y PÉRDIDAS PARA GANAR UN PARTIDO LLENO DE NERVIOS
El Pincha cayó 3-2 y le dijo chau a una racha de 21 partidos sin derrotas
Por MARTIN CABRERA
ANALISIS
ANALISIS
A Estudiantes le pagaron
con su propia medicina. Lo que tanto y tan bien hizo a lo largo del
torneo lo sufrió ayer. Banfield, que fue oportuno y astuto, le sacó
brillo a eso de aprovechar cada error rival para ganar el partido por
3-2, resultado que no quitó al Pincha de la punta del torneo pero le
borró un invicto de 21 partidos por torneos locales: no perdía desde el 5
de marzo.
Estudiantes fue un equipo que en los últimos 20
minutos del primer tiempo cometió todos los errores que no había tenido
en todo el ciclo Vivas. Y cada uno de ellos fue aprovechado por el
local, que no perdonó y se quedó con una victoria muy festejada e
impensada en la previa. Es verdad que en el segundo tiempo cambió la
cara y mereció el empate, pero esta vez la fortuna no estuvo de su lado y
se fue del Sur con las manos vacías, pero con la frente en alto.
El Pincha salió a ganar. Con Israel Damonte
como primer volante de pase (no estaba en condiciones de jugar quedó
claro) intentó atacar por las puntas y en la izquierda, con Lucas Rodríguez y Carlos Auzqui, encontró una puerta abierta. Por ahí buscó y lastimó este equipo que sin el pulso de Santiago Ascacibar no fue el de siempre. Pero de todos modos mantuvo esa personalidad que lo llevó a lo más alto.
De esa manera, con muchos pases -profundos y
generalmente para adelante- el puntero del campeonato mostró sus cartas y
pergaminos. Dijo acá estoy yo. Tuvo autoridad a pesar de las ausencias.
Y cuando pudo convirtió.
A los 20 minutos, después de que Auzqui y Rodríguez
se perdieran dos goles, llegó el tanto del segundo de ellos, de cabeza.
Salida clara desde el fondo para Jonatan Schunke, pase al medio para Damonte, que de primera metió terrible asistencia para Facundo Sánchez, que llegó al fondo tiró un centro que casi conecta Lucas Viatri. Pero en la segunda no perdonó Tití.
Luego de ese gol se vino la tormenta para
Estudiantes. No es que haya jugado muy mal, simplemente tuvo
desatenciones de mitad de cancha para atrás que le costaron muy caro. A
los 26 minutos Augusto Solari perdió una pelota que le dio la posibilidad a Banfield de contragolpear. Y en una corrida de Nicolás Bertolo por la izquierda, Facundo Sánchez cometió un penal infantil que dos minutos después el Pelado Silva cambió por gol.
Ese gol descolocó a Estudiantes, que en lugar de
tratar de pasar el momento de desconcierto siguió jugando abierto y muy
vertical tratando de dar vuelta la historia. Error. Otra pérdida de
Solari en la mitad de cancha le permitió a Mauricio Sperdutti ingresar
al área de derecha a izquierda para rematar fuerte y cruzado, sin chance
para Mariano Andújar.
En una ráfaga el local se lo dio vuelta,
aprovechando al máximo todos los errores del Pincha, que todavía no
había mostrado lo peor: Marchioni se equivocó con su equipo en ataque y
otra vez Banfield no perdonó: Walter Erviti reventó a Andújar casi desde
el punto de penal.
En el segundo tiempo el Pincha tiró toda la carne
en el asador. Lo llevó por delante a Banfield y sólo le faltó la puntana
final para empatar el partido.
Adentro Juan Cavallaro, afuera Damonte. Luego
ingresó Ignacio Bailone, primero para jugar de lo que sabe (delantero de
área) y luego para ocupar la banda izquierda. El tercer y último cambio
fue Javier Toledo. Las tres torres adentro para complicar.
A los 28 minutos, después de que Hilario Navarro le
sacara un gol a Julián Marchioni no pudo hacer nada para frenar el
cabezazo de Viatri. Faltaba mucho y parecía que el empate estaba al
caer.
Los últimos minutos se jugaron con el corazón en la
mano. Estudiantes vendió muy cara su derrota. Fue al frente y por
momentos dejó a Desábato o Schunke adentro del área rival. Tuvo enorme
dignidad y acarició el gol. Navarro se estiró para ahogarle el grito a
Viatri y en un tiro libre en la puerta del área le faltó que Solari o
Cavallaro levantaran la pelota.
No pudo ser. No fue el partido de Estudiantes. Esos
20 minutos de desconcentración del primer tiempo los pagó muy caros. Lo
que no se había equivocado en todo el año se equivocó ayer. Y perdió el
primer partido del torneo, 21 fechas después.
Sigue arriba y este golpe no debe hacerle mella.
Seguramente con Ascacibar o Braña, o recuperando de verdad a Damonte,
será el de antes. Sigue arriba y lo mejor de todo es la imagen que dejó
en el segundo tiempo.
www.eldia.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario