En el único contacto con un medio antes de regresar a la
Argentina, Juan Sebastián Verón valoró la actitud del Pincha, que le dio
un verdadero cachetazo a Barcelona. Ahora, todos los cañones apuntan al
torneo local y la Sudamericana
En aquel desborde por la derecha, sobre el epílogo del partido, los 42 años de Juan Sebastián Verón dejaron en ridículo a Jefferson Mena,
un defensor de 28, quien con su falta de reacción confirmó que, en
estos tiempos, el almanaque biológico es un falso espejo de la
realidad.
El hombre, capitán, referente, emblema o presidente fue el epicentro
de los festejos cuando el paraguayo Aquino indicó el final del partido
en el que Estudiantes, fiel a su historia más rica en la Copa, enmudeció
el Monumental de Guayaquil.
Una señora ecuatoriana, atrapada por el magnetismo del héroe, se coló
en el vestuario visitante para buscar un autógrafo y una foto, pese a
tener costumbres muy distintas y vivir a más de cinco mil kilómetros de
La Plata.
Verón, entero tras la victoria, detuvo el paso, firmó, posó para el fotógrafo... y luego recibió al diario Hoy, que estuvo durante las últimas 72 horas cerca del plantel albirrojo.
Suelto y elocuente durante toda la charla, asumió que hay muchos
compromisos por delante, tanto en el club como en la Selección. Pero
dejó la puerta abierta para seguir acompañando, a su manera, a este
grupo de jugadores que en Ecuador dio muestras de que Estudiantes es un
equipo fuerte, y que está dispuesto a seguir en el plano internacional,
buscando la clasificación a la Copa Sudamericana la semana que viene
ante Botafogo.
—¿Cuánto vale este triunfo en lo anímico para el equipo?
—Es importante porque el paso por la Copa no fue lo más regular y la
verdad es que haber logrado este triunfo nos da satisfacción. Sobre
todo, yo rescato el trabajo del equipo. No es numeroso, es un grupo con
bastantes chicos y con un corazón enorme formado en el club, que tienen
el orgullo de pertenecer a él y realmente eso es lo más importante.
—Cavallaro estaba lesionado y lo incluyeron, ¿que haya hecho un gol tan importante, puede resumir un poco todo lo que decís?
—Obviamente, por todo lo que pasó, Juani (por Cavallaro) se merece
estar en el lugar en el que está. Pero también lo digo por todos y por
lo que se dio. El fútbol tiene muchos altibajos y haber encontrado este
triunfo ante Barcelona de la manera en la que ocurrió es muy positivo.
—¿Haber ganado el clásico los lleva a seguir prendidos y a no tener respiro tampoco en el campeonato local?
—Es que siempre que un equipo compite, y más cuando se da este tipo
de desafío, tiene que estar preparado para afrontar varios partidos
seguidos, como nos toca ahora. Hay contingencias en el camino y, más
allá de algunos errores, Estudiantes está muy bien representado por este
equipo que deja todo. Es un grupo reducido que viene jugando
constantemente y le pone corazón.
—¿Si Vivas lo decide, estás a disposición para jugar contra Botafogo?
—Sí, obviamente que sí. Este un plantel largo. Creo que dejar en este momento no es lo mejor. Seguiremos acompañando.
—¿Y después del partido con Botafogo?
—Veremos qué pasa. A esa altura (el partido es el jueves que viene),
tendremos en cuenta cómo viene la mano y cómo está el grupo.
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