Estudiantes tuvo que trabajar más de la cuenta para vencer al
descendido Quilmes. Fue 1 a 0, con gol de Lucas Viatri, quien se
despidió de la mejor manera. Héctor Paletta no observó cuatro faltas
claras dentro del área del Cervecero a favor del equipo albirrojo, que
de todos modos se clasificó a la próxima edición de la Libertadores
Todo lo que se trabaja, se disfruta más. Estudiantes, que esperaba un
partido sin sobresaltos ante el ya descendido Quilmes, tuvo que luchar
más de la cuenta para quedarse con los tres puntos, que le pusieron un
broche de plata a la campaña.
Tras venir peleando desde atrás, el equipo albirrojo alcanzó la misma
cantidad de puntos que River y, lo más importante, selló su pasaporte a
la Copa Libertadores del año que viene. Aferrado a su historia, apeló a
un gol agónico de Lucas Viatri para hacer posible lo que se había
presentado como muy difícil, tanto por el exceso de entusiasmo de los
jugadores de Quilmes como por los fallos polémicos de Héctor Paletta,
quien no observó dos penales claros de Orihuela a Matías Aguirregaray en
el primer tiempo, uno de Rigamonti a Juan Foyth y otro de López a
Viatri en el complemento.
De menor a mayor, Estudiantes se fue acomodando en la cancha con el
correr de los minutos. Cuando Sebastián Dubarbier empezó a probar desde
afuera del área, el equipo Cervecero se fue replegando sintiendo la
presión.
En las espaldas del lateral Ismael Benegas, el Pincha encontró muchos
espacios para generar peligro. Cuando no gravitó con un remate de
Dubarbier, lo hizo explotando la velocidad de Juan Otero para entrar en
diagonal al área. Sin embargo, el árbitro frenó la embestida albirroja
evitando sancionar dos claros penales por agarrones dentro del área, que
le hubieran permitido al Pincha ponerse arriba en el marcador antes de
los 30 minutos.
En la parte final, Estudiantes siguió con el protagonismo: tras una
serie de rebotes dentro del área, entre Otero y Javier Toledo no
llegaron a definir y el arquero Rigamonti agigantó su figura.
Parado de contragolpe, Quilmes buscó en todo momento las apariciones
de Andrada, quien, cuando lograba sacarse de encima a Schunke,
confirmaba que el resultado estaba abierto para los dos equipos.
Nuevamente Dubarbier, con un tiro libre, puso en apuros al golero,
quien minutos más tarde le cometió otro penal a Foyth, cuando el
defensor había subido a buscar el cabezazo en un tiro libre.
Cuando todo el esfuerzo comenzaba a consumirse en una atmósfera de
impotencia, Viatri desempolvó la puntería y, tras seis meses, volvió a
marcar justo cuando el equipo más lo necesitaba.
Además de consolidarse como el goleador del Pincha, el delantero le
dio con su definición el pasaporte a otra Copa, más allá de la que
comenzará a jugar en el mes de julio.
Despedida triunfal para Viatri y Estudiantes, que ahora se asegura
mantenerse en el plano internacional por los próximos seis meses.
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