LA UTE MARIN-SADDEMI. DENUNCIÓ UNA AGRESIÓN A UN EMPLEADO, ECHÓ A 200 TRABAJADORES Y LE INICIÓ UNA DEMANDA A TRES OBREROS
Una pelea dejó stand by la construcción en 57 y 1. Incertidumbre en cuanto a la reanudación
Los problemas entre la UOCRA (La Plata) y
la UTE Marín-Saddemi que está a cargo de la construcción del estadio de
Estudiantes parece haber llegado a un punto sin retorno: persecuciones,
amenazas, demanda y despidos. Por eso desde hace una semana las obras
están paralizadas y en el horizonte todo es incertidumbre.
Según
el denunciante el, conflicto comenzó la semana pasada luego de una
fuerte discusión entre un delegado gremial y tres obreros con el hijo de
uno de los propietarios (Federico Marín), que habría terminado en una
golpiza al capataz de la obra, que intercedió en defensa del primero.
Todo eso habría sucedido en el predio de 57 y 1, ante la mirada de
varios testigos.
Luego este incidente la empresa
Marín Construcciones decidió cesantear de sus funciones a los tres
operarios identificados de la supuesta agresión. Es más, inició una
demanda en la fiscalía de Alvaro Garganta por “Lesiones leves”,
“Amenazas” y “Privación ilegítima de la libertad”. Días después de ser
presentada dicha demanda fue derivada a la fiscalía de Ana Medina, ya
que allí están concentradas todas las denuncias contra la UOCRA.
Todas
ellas, según fuentes judiciales, hablan de un mecanismo que los
empresarios lo relacionan con la extorsión: los obligan a duplicar o
triplicar la cantidad de obreros por la denominada “paz social”, tienen
que contratar de una misma empresa el servicio de catering para el
almuerzo y es frecuente la ausencia de personal en su lugar de trabajo.
Conocida
la demanda, desde el lunes todo el personal afectado a la construcción
del estadio, afiliado al gremio que lidera el Pata Medina en La Plata,
Berisso y Ensenada, dejó de prestar servicio y la tensión se fue
intensificando con el correr de los días. Ayer, desde la UTE
Marín-Saddemi se enviaron cerca de 200 telegramas de despido. Tanto el
gremio como el Club están notificados de lo sucedido.
La
relación entre las partes parece no tener retorno. El gremio no da el
brazo a torcer y las constructoras amenazan con no retomar el diálogo
mientras las condiciones laborales sean las existentes.
La
tensión entre las constructoras y la UOCRA no se reduce sólo a la
construcción del estadio de Estudiantes. Es un tema mucho más amplio y
complejo, y que tendría a los gobiernos nacional y provincial detrás de
la escena.
Este conflicto aparece en escena en
un momento poco feliz para Estudiantes, ya que el presidente Juan
Sebastián Verón estaba por anunciar la adjudicación de un crédito
internacional que aportará el dinero necesario como para poder cortar la
cinta en marzo/abril de 2018. Ahora los tiempos se vuelven a detener. Y
todo es incertidumbre.
SILENCIO EN LA SEDE
En
Estudiantes, la mayoría de los dirigentes relacionados con la
secretaría de obras no hablaron del tema. Sólo dos directivos se
manifestaron en off sobre lo sucedido. Dijeron estar enterados de la
situación pero que hoy por hoy es un problema del que son actores
secundarios, ya que la relación con la UOCRA es de la UTE. De todos
modos creen que una vez se resuelvan los problemas, intervención del
ministerio de Trabajo mediante, todo podrá volver a la normalidad. Pero
nadie sabe cuánto tiempo pasará. Así las cosas, las obras no siguen.
🏟 Se empieza a sentir la vuelta a casa, ¡UNO esta cada vez más cerca! pic.twitter.com/xNk8a9NBFf— Estudiantes de L.P. (@EdelpOficial) 7 de julio de 2017
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