ESTUDIANTES EMPATO 0-0 CON PEÑAROL. ABURRIDO AMISTOSO DEL OTRO LADO DEL CHARCO
El equipo de Matosas fue sólido en defensa, pero volvió a carecer de juego asociado
Pasó otro examen para el nuevo
Estudiantes de Gustavo Matosas. Ahora con empate 0-0 en su visita a
Peñarol, partido y resultado que sirven para ratificar su solidez
defensiva, pero también sus falencias ofensivas. Un calco a los partidos
por Sudamericana contra Nacional, pero con esta vez sin victorias.
El
Pincha sigue siendo un equipo largo y lento. No tiene un jugador capaz
de tomar la pelota y armar una jugada asociada. Ni siquiera en los
minutos finales, cuando el DT metió en campo a varios de los “nuevos”,
pudo romper el molde de un equipo que jugó con el chip de partido
oficial.
En el primer tiempo fue Peñarol el que
propuso, con el empuje de Mathias Corujo y la inteligencia de Maxi
Rodríguez. No tuvo demasiadas ideas y lejos quedó de un equipo con
pretensiones deportivas. Pero estuvo más adelantado territorialmente y
por eso dejó una mejor sensación que Estudiantes.
En
esos 45 minutos intentó llegar hasta el arco de Mariano Andújar por las
bandas, aprovechando las dudas de Matías Ruiz Díaz y Lucas Diarte. Pero
ni así logró encontrar un camino firme. La única vez que tocó el timbre
fue con un remate de la Fiera Rodríguez, que aprovechó un mal despeje
y, dentro del área, probó de derecha. La pelota pegó en el travesaño y
en segunda instancia la defensa despejó el peligro.
¿Qué
hizo el Pincha en los primeros 45 minutos? Intentó alguna salida rápida
con Rodrigo Braña como primera guitarra y algún contragolpe
aprovechando la velocidad de Juan Otero. Pero el equipo, como la semana
pasada ante Nacional de Potosí, estuvo largo y lento en sus movimientos.
Otra vez falló Lucas Rodríguez y entonces le fue imposible armar juego.
Un
cabezazo de Bautista Cascini a los 25 minutos y un fuerte remate desde
afuera del área del colombiano Otero resultaron las únicas dos veces que
el equipo de Gustavo Matosas se acercó hasta el arco de Kevin Dawson,
que respondió bien en cada uno de los centros y cuando tuvo que
intervenir con tiros desde afuera del área.
No
fue mejor el complemento, a tal punto que ya empezó a sentirse el frío y
la llovizna, que fueron los aliados ideales para una película cada vez
más aburrida. Peñarol siguió teniendo la iniciativa pero con pocas
ideas, salvo la claridad de Maxi y la voluntad de Corujo.
Tampoco
logró Estudiantes ser más compacto ni rápido de mitad de cancha para
adelante. Para colmo desde el banco de suplentes no llegaron señales:
Matosas se tomó demasiado en serio el amistoso y apostó firmemente en
los once elegidos inicialmente, como ocurrió en Bolivia y como ocurriría
en cada compromiso de visitante.
El partido ni
siquiera salió de la monotonía cuando Bautista Cascini le entró fuerte a
Guzmán Pereira. En otras condiciones hubiese sido un torbellino de
jugadores en la mitad de cancha, pero anoche apenas algunos reproches y
nada más. Estuvo claro que el partido fue por demás amistoso.
Recién
promediando los 20 minutos Matosas decidió mover el medio. Afuera Braña
y Casicni (ambos amonestados y cerca de la roja), adentro Nahuel
Estévez e Iván Gómez. Nuevo mediocampo para buscar desde allí edificar
otro juego, con Marco Borgnino sobre la derecha (Otero se adelantó) en
lugar de un irregular Rodríguez.
No varió
demasiado el trámite del encuentro, salvo que el local dejó de buscar
con coraje y ya sin sus mejores jugadores en campo, repartió la pelota y
espacio. Si algo le faltaba al partido para convertirse en olvidable
era ese final.
www.eldia.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario