Jugó fuerte Lucas Bernardi en su debut y tuvo resultados
extremademente positivos.
Todo lo que imaginó el DT en la previa le
salió a la perfección, ya desde el vestuario y terminó consumando una
goleada 3 a 0 ante rival que venía en alza pero que fue vapuleado en su
propio terreno.
El entrenador metió a dos delanteros con
características de extremos para jugar rápido en la contra y en tan solo
3 minutos ya había tenido respuestas más que satisfactorias: dos
goles.
Dejó afuera a Mariano Pavone y optó por una dupla que sea
picante y revoltosa como Pablo Lugüercio-Juan Otero. El colombiano marcó
a los 2 minutos con una jugada bárbara que coronó con una estupenda
definición; mientras que el Payaso definió casi desde el piso tras
recbir una asistencia nada más ni nada menos que por parte del mismo
delantero caferero.
Y como si esto fuese poco para hacer sufrir al
local que no daba pie con bola, se les sumó la Gata Fernández. Al ritmo
del 10, y a puro toque, se desarrollaba la primera parte, que con un 2 a
0 en favor del León, era ampliamente dominada por el equipo del
debutante Bernardi.
EL Gasolero no atinaba a nada, más que algún intento esporádico mediante el manejo de Di Lorenzo pero no mucho más.
Y
a los 16, Estudiantes volvió a golpear. En su tercera llegada, marcaba
el tercer tanto. Gastón Fernández abrió el pie derecho parado en el
borde del área y metió el balón contra la base del caño izquierdo de
Ayala que a pesar de la estirada no pudo llegar.
Más allá de tener
una importante ventaja a favor, el equipo no se relajó y siguió con la
tendencia de la posesión de la pelota y tratando de exprimir al máximo
la velocidad de un Otero que estaba intratable y que casi marca el
cuarto pero el intento de emboquillada se le fue alto.
Los
primeros 45 minutos se consumieron con el absoluto dominio de la visita
que nunca pasó sobresaltos frente a un tímido conjunto gasolero.
DESCANSÓ EN EL RESULTADO
Ye
en el complemento, el dueño de casa buscó contrarrestar la hegemonía
estudiantil intentando recuperar el manejo de la pelota, pero los
embates que ensayaba seguían siendo estériles, hasta que en una
carambola el Chavo sacó en la línea lo que pudo haber sido el descuento
de Aguirre luego de una falla de Andújar.
Por su parte, el León,
que ya no tenía en cancha dos puntas definidos (salió Lugüercio y entró
Tití) bajó la intensidad y descansó en un resultado que en 20 minutos ya
parecía cosas juzgada por lo poco que mostraba el oponente.
El
técnico Gustavo Alavarez, perdido por perdido, mandó a la cancha a
Figuero y Sánchez Sotelo y comenzó a marcar apenas con dos defensores
para ir a la carga en busca de un descuento que asomaba casi utópico por
el trámite que se apreciaba en cancha.
Para los últimos diez
minutos, Lucas Bernardi movió nuevamente el banco y mandó a la cancha a
Borgnino y Melano por la Gata y Otero, de lo mejor en el equipo junto a
al Chapu Braña, que no paró de correr hasta que se acalambró sobre el
final.
Sin más se fue el encuentro en la cancha del Celeste. El
equipo de Bernardi ametralló de entrada al rival y en el segundo tiempo
se dio el lujo de adormecer el pleito que nunca corrió peligro.
El
León fue efectivo, agresivo y supo manejar los tiempos de una victoria
sin atenuantes en el amanecer de un ciclo que comenzó con el pie
derecho.
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