ESTUDIANTES GOLEO 3-0 A TEMPERLEY. IMPORTANTE Y JUSTA VICTORIA PARA DEJAR ATRÁS LA MALA RACHA
El Pincha arrancó jugando a otra cosa y arrasó a un pobre rival. Fernández, la figura

Juan Otero definió muy bien
ante la salida de Josué Ayala, para abrir el partido. Iban apenas 1
minuto y 46 segundos
Por MARTIN CABRERA
Estudiantes
no quiso perder el tiempo. Fue a la feria con unos pesos y no dudó en
comprar todas las ofertas. Llenó la canasta bien rápido y se fue
contento para su casa. En el debut de Lucas Bernardi, goleó 3-0 a
Temperley con tres goles en los primeros 16 minutos. Notable.
Un
porcentaje importante de la victoria fue del técnico, que sorprendió
con las inclusiones de Juan Otero y Pablo Lugüercio como delanteros, en
reemplazo de Mariano Pavone y Lucas Melano. Bueno, ellos dos hicieron
los primeros dos goles, al minuto de juego y a los 3. Mejor imposible,
era aquella película de Robert De Niro. Ayer el protagonista fue el
flamante técnico.
De todos modos, el mayor
acierto fue la inclusión y la posición en la cancha de Gastón Fernández.
Como enlace, de frente a los centrales y muy cerca de los puntas. Fue
él quien participó en casi todo el juego ofensivo del equipo, el que
asistió y el que cerró la goleada. La mejor noticia para Estudiantes,
además del triunfo, fue su aparición. Es un jugador clave, determinante y
con la frescura necesaria para recuperar el juego perdido.
El
primer gol llegó al minuto de juego. Pelotazo largo desde el fondo de
Fernando Zuqui para Juan Otero, que le ganó en el anticipo al paraguayo
Riveros, le metió un caño a Gastón Aguirre y quedó increíblemente mano a
mano con Josué Ayala. El colombiano definió de manera precisa para el
1-0.
No habían terminado de comentar en la
platea oficial cómo el equipo local había marcado tan mal que llegó el
segundo gol. Otro pelotazo, ahora del Chavo Desábato para que dentro del
área Otero cabeceara para atrás y entonces Pablo Lugüercio, ingresando
de izquierda para el centro, la paró de pecho y definió fuerte al palo
derecho de Ayala. Golazo, otra vez con la presencia preferencial de
Aguirre. Lo más sorprendente de todo es que iban apenas 3 minutos.
El
tercero fue otro golazo, pero que terminó mejor de lo que comenzó.
Pelotazo frontal para que los centrales locales volviesen a llenarse de
dudas. En la escena aparecieron Otero y Lugüercio, pero ninguno pudo
hacer nada para sacar la peltoa del vértice derecho. Hasta que apareció
Gastón Fernández pidiendo pista y acarició el balón con su botín
derecho, para clavarlo junto otro palo del arquero celeste, que se
estiró pero nada pudo hacer. En 16 minutos Estudiantes había marcado los
mismos goles que en cuatro fechas y los mismos que en dos rondas de la
Copa Sudamericana,
En esos primeros minutos el
juego del Pincha fue superlativo. Rápido, ordenado y oportuno. Equipo
corto, con buen manejo de la pelota y eficaz dentro del área. Acertó
Bernardi al colocar a dos puntas bien abiertas para abrir a la defensa y
al poner a Gastón Fernández 15 metros por delante del círculo central
con el equipo en ataque.
Tras el tercer gol la
visita siguió siendo más, compacto y rápido de contra. Lo tuvo la Gata,
pero esta vez Ayala se lució. También pudo ser de Zuqui, pero el arquero
adivinó el palo. El Pincha cerró un primer tiempo de los mejores en
mucho tiempo. De la noche a la mañana, con simples cambios y otra
actitud se despertó un largo letargo que lo llevó a una crisis
impensada.
AGUANTO Y CASI AUMENTA
En
el segundo tiempo el trámite del partido cambió. El Celeste se fue para
adelante en búsqueda de un rápido descuento. Alvarez metió dos cambios,
modificó la línea defensiva y plantó un equipo con tres delanteros y un
Marcos Figueroa como enlace.
Temperley fue más
agresivo y con más nervios que fútbol buscó el gol. Estudiantes ya no
estuvo tan fino ni rápido para salir del fondo, sino que aguantó. Pasó
algún sofocón con jugadas que la platea reclamó mano dentro del área y
algunos centros cruzados. Pero la más clara la tuvo Figueroa a los 32
minutos, cuando apareció sin marca por el segundo palo. Cerró los ojos
le apuntó con fuerza. La pelota, para beneficio de Mariano Andújar, pegó
abajo en el poste izquierdo.
En esos 45 minutos
el equipo de Lucas Bernardi tuvo un par de chances como para extender
el resultado.En una Otero la Gata y Zuqui abusaron de los pases y la
pelota terminó en el lateral. La última tuvo como protagonista al Chapu
Braña. Corrió 30 metros por el centro y cuando llegó al área no buscó
abrir para Tití Rodríguez o la Gata sino que probó al arco. Contuvo
arriba Ayala. Se le perdona porque iban 3-0 y el reloj marcaba los 30
minutos.
En el final llegaron los cambios, para
darle respiro a los jugadores y para seguir amasando un triunfo tan
necesario como el combustible para un auto. Ganó Estudiantes y cortó los
malos resultados, dejó atrás las caras largas y enterró una etapa que
quedará en el olvido. De paso el ciclo Bernardi arranco con el pie
derecho (idéntico resultado al conseguido en Newell’s en su debut) y
tomó una bocanada de oxígeno para propios y extraños. Ganó Estudiantes y
lo que hace cinco días era todo oscuro ahora, al menos, tiene matices
como para ilusionarse con otro transitar.
16 minutos tardó Estudiantes ayer en marcar tres goles, los mismos que en cuatro fechas y los mismos que en dos fases de la Copa.
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