jueves, 26 de julio de 2018

El debut de Pellegrini fue el primer gran acierto de un DT fiel a sus convicciones

ESTUDIANTES EMPEZÓ BIEN EL SEGUNDO SEMESTRE
Benítez podría haber ido por lo más seguro, pero fue audaz y se la jugó con dos pibes que no fallaron

El debut de Pellegrini fue el primer gran acierto de un DT fiel a sus convicciones
El equipo albirrojo por el que apostó, con acierto, el Chino benítez en el inicio de su ciclo formal en el León

Por MARTÍN MENDINUETA
deportes@eldia.com

En la búsqueda del éxito cada uno tiene su hoja de ruta. Hoy, que recién está empezando a transitar un arduo camino donde los triunfos y las derrotas duermen en el mismo cuarto, Leandro Damián Benítez, que el pasado 5 de Abril cumplió 37 años, demostró en su partido de presentación oficial algo esencial: Tiene ideas propias. Y algo más, tan importante o incluso superior en valor al hecho de tenerlas; se anima a ejecutarlas en el momento de asumir riesgos.
Sin perder de vista que el equipo que eligió para su debut como técnico contratado y no interino, superó a un rival que compite en un nivel claramente inferior, la imagen que dejó fue rotundamente positiva. Estudiantes lució serio y contundente, estableciendo las diferencias que le obligaba su rango como equipo. Está claro que hizo lo que debía y eso inhibe la llegada de elogios excesivos, pero también es cierto que si hubiera fracasado en el intento, como les ocurrió a otros habitantes del máximo escalón nacional, la crítica hubiera sido impiadosa.
Apoyándose en una columna vertebral compuesta por Andújar, Schunke y Braña, el “Chino” tomó decisiones respaldadas por el sentido común. Facundo Sánchez hace rato que es el marcador lateral derecho fijo. Ubicó a Gastón Campi (es más zaguero que lateral izquierdo) al lado del nuevo líder de la retaguardia (sin Desábato, es natural que el “Vikingo” tome la posta en la tarea de ser la voz de mando), y de “tres” probó al refuerzo que llegó acompañado por el mayor halo de dudas. Fernando Evangelista podrá mantener la titularidad únicamente si el juvenil Iván Erquiaga, cuando le toque debutar, lo hace en un muy pobre nivel.
A los costados del “Chapu”, Fernando Zuqui y “Tití” Rodríguez (ambos se mostraron recuperados en su producción individual y resultaron puntos altos en el boletín final) parecen tener el aval del entrenador para liberarse y ser partícipes necesarios en la gestación ofensiva por el eje central. Estudiantes necesita más de los dos, que jueguen y hagan jugar, tal como lo hicieron el último martes.
En el ataque, Pablo Lugüercio tendrá mucha competencia. Cuando esté a punto Lucas Albertengo, su lugar correrá serio peligro. Y el panorama será todavía más complicado si, como indica la tendencia informativa, se concreta el regreso de Carlos Auzqui.
El nueve de área implica otra linda competencia que se apoya en una certeza básica. A Benítez le gusta jugar con un delantero referencial (parece una obviedad, pero a Lucas Bernardi no le convencía la idea y Jorge Sampaoli resignó esa posición en una instancia clave del último Mundial) y hoy, sólo por hoy, ve un poco mejor a Francisco Apaolaza.
Aquí nada es definitivo. El “Tanque” Pavone entró bien y el hecho de haber convertido le suma puntos para la “pelea” por ese lugar de cara al primer choque ante Gramio de Porto Alegre por la Copa Libertadores. Que los dos estén motivados, que se sientan valorados por el DT y con idénticas posibilidades, constituye un rasgo sano de la vida interna del plantel.
EL PIBE QUE CAUSÓ ASOMBRO
Muy pocos lo conocían de haberlo visto en las divisiones inferiores, pero su nombre empezó a cobrar fuerza durante la pretemporada, cuando se instaló, por gusto y decisión del técnico, como titular en un par de amistosos. Matías Pellegrini, el chico categoría 2000 oriundo de
Magdalena, dejó a muchos con la boca abierta producto de un muy dulce asombro. Desde los minutos iniciales, su imagen y su postura en el campo denotaban a un jugador nada tímido. Al contrario, se mostraba siempre dispuesto para que lo tuvieran en cuenta en cada elaboración de ataque.
Con el ocho en la espalda, Pellegrini se hizo notar. Lejos de querer participar lo justo y necesario haciendo algo simple, encaró siempre, tomó riesgos, ensayó gambetas, corrió al rival cuando debió darles una ayuda a los mediocampistas y, como si fuera poco, gestó un gol hermoso. El tercero, el que hizo “Tití” definiendo con sutileza ante la salida del arquero. La gambeta y el posterior pase en profundidad del juvenil que, según dicen, es una debilidad del “Chino”, fue un sello de pura categoría.
Hizo mucho por ser su primer partido en la primera de Estudiantes. En la tribuna y frente a la tele, un par de intervenciones suyas causaron asombro.
El “León” empezó bien el segundo semestre. Haciendo lo que debía y evitando de plano cualquier dolor de cabeza, les regaló a sus hinchas la sensación de que se sentirán bien representados en el campo.

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