FINAL DE LA RACHA POSITIVA: ESTUDIANTES CAYÓ POR 2-1 ANTE CENTRAL Y VOLVIÓ A PERDER TRAS SEIS PARTIDOS
Al equipo de Leandro Benítez le costó -y mucho- generar peligro y, para colmo, Iván Gómez se fue expulsado en el primer tiempo. El local, con poco, terminó festejando. Un paso atrás del repunte de los últimos partidos
Contra Defensa y Justicia no jugó bien pero logró sostener el empate pero, anoche, no tuvo la misma suerte en Rosario. La racha positiva de Estudiantes (seis partidos sin perder) se terminó ayer ante Central perdiendo por 2-1 y mostrando un flojo rendimiento. El gol de Lucas Albertengo sobre el final le dio esperanza y casi lo iguala con más ganas que fútbol, pero se terminó quedando con las manos vacías.
El equipo que comanda Leandro Benítez generó poco peligro y, en el fondo, no mostró la misma solidez que partidos anteriores. Para colmo Iván Gómez se fue expulsado y terminó haciendo todo cuesta para arriba para el conjunto albirrojo en el Gigante de Arroyito, un estadio que siempre le cuesta.
En el primer tiempo Estudiantes no pudo aprovechar las ventajas que dio Central en el fondo y, la mayoría de las jugadas de ataque se morían en tres cuartos de cancha. El local aprovechó un error en la salida de Lucas Rodríguez y se marchó al entretiempo en ventaja gracias a la conversión de Fernando Zampedri.
En los primeros minutos la idea del conjunto comandado por Leandro Benítez era clara: presión alta con los mediocampistas y delanteros buscando el error de la última línea rival. Esta fórmula duró poco, porque con el correr de los minutos perdió intensidad y no estuvo preciso con la pelota en sus pies.
En el primer tiempo se vio lo peor. Para colmo no le cobraron un penal y Gómez vio la roja
Central, por su parte, no hizo mucho más, aunque sí se mostró más agresivo cuando pasaba la mitad de cancha. Por eso terminó creando las situaciones más claras de los primeros 45 minutos, entre ellas el primer gol del encuentro, cuando Gonzalo Bettini se la robó a Lucas Rodríguez por la derecha y lanzó un centro bajo para que el ex Atlético Tucumán.
La ventaja le dio tranquilidad al equipo de Edgardo Bauza, aunque nunca terminó de dominar el juego. Estudiantes seguía con las mismas dificultades pero ahora con la obligación de ir más al ataque para buscar el empate. Tuvo algunos tiros libres y córners que pudo haber convertido en gol, pero Gastón Fernández no estuvo preciso en la pelota parada en la primera etapa.
Igualmente el gol no fue tanto problema para el Pincha como la expulsión de Iván Gómez, cuando se morían los primeros 45 minutos. El categoría 1997, motor del equipo en este último tiempo, cometió una infracción en la mitad de la cancha y se ganó la segunda amarilla de Pablo Echavarría, quien no tuvo un buen arbitraje ya que, al comienzo del partido, se equivocó al no cobrar un penal a favor de Estudiantes tras una infracción dentro del área sobre Lucas Albertengo.
SANGRE JOVEN A LA CANCHA Y EMPUJE EN EL FINAL
En el descanso el cuerpo técnico decidió no hacer ninguna variante a pesar del flojo rendimiento del equipo en la primera etapa y la expulsión de Iván Gómez. Por este motivo, no sorprendió que en los primeros 10 minutos del complemento no cambió demasiado el trámite del juego y a Estudiantes le siguió costando horrores generar peligro y, para colmo, Central continuó merodeando el área con Leonardo Gil como estandarte del juego y la pelota parada.
La derrota de anoche le puso fin a la racha de 6 partidos sin derrotas
Ante esta situación las modificaciones no tardaron en producirse y la apuesta fue por la sangre joven para tener más presencia en el área rival: primero ingresó Matías Pellegrini en lugar de la Gata y, a los diez minutos, se metió Francisco Apaolaza para reemplazar a Estévez. De esta manera el equipo quedó con una dupla de ataque con dos “grandotes” acompañados en las bandas por dos “rapiditos”. Sivetti, que por momentos estuvo preciso en los pases, fue quien quedó como volante tapón.
Estos cambios le dieron una lavada de cara al equipo, aunque siguió siendo una misión muy difícil llegar con peligro al arquero Ledesma. A falta de diez minutos Central, que no estaba aprovechando su hombre de más, amplió la ventaja con un cabezazo de Washington Camacho y todos creyeron que la historia estaba liquidada, más por cómo se estaba dando el partido, pero un tanto sorpresivo de Albertengo (tras una pelota en el palo de Apaolaza) le puso emoción a los minutos finales.
Ya con Pablo Lugüercio (reemplazó a Evangelista) en cancha Estudiantes, con más ganas que fútbol, acorraló como puedo al Canalla con centros al área. La mayoría terminaron en las manos del arquero. Estudiantes mostró actitud en el final, pero la reacción terminó siendo tardía e igualmente se volvió a nuestra ciudad con las manos vacías.
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