EMPATE 1-1 EN LA PLATA. LA SERIE SE DEFINIRÁ LA PRÓXIMA SEMANA EN AVELLANEDA
El Pincha le complicó el partido a Racing. Pellegrini igualó en el complemento. Y sobre el final casi lo gana. Flojo arbitraje de Echenique, que no le dio un claro penal al León
El aplauso de sus hinchas al término del partido, pese a la igualdad, refleja lo que fue anoche Estudiantes en el estadio Ciudad de La Plata en el empate 1-1 ante Racing, el último campeón. Dejó una imagen saludable. Al menos en lo que indica su historia, nada para reprocharle: tuvo entrega, orden, sacrificio y le sacó provecho a la pelota parada. Con mucho menos en lo que a planteles se refiere, dio en la talla. Y estuvo a nada de llevarse el premio mayor.
Se puso en ventaja Racing por el gol de Jonatan Cristaldo a los 35 minutos del primer tiempo. Y empató Matías Pellegrini a los 17 del complemento. Parda en el primer chico, pero en lo que a resultado moral se refiere, el Pincha dejó una mejor imagen y, si hubiese estado más fino (y Echenique cobraba el penal que debió cobrar), hasta se podría haber quedado con el triunfo para llegar mejor a la revancha a jugarse dentro de una semana. El gol de la Academia lo ubica un peldaño más arriba porque vale doble, pero ya demostró el equipo de Milito que de visitante puede lastimar.
El último campeón jugó mejor en el primer tiempo. Para evitar que Estudiantes lo ahogara, se paró fuerte de mitad de cancha hacia adelante con todos sus intérpretes. Matías Zaracho, Augusto Solari, Pol Fernández y Darío Cvitanich manejaron la pelota y dominaron el territorio. La visita jugó siempre de mitad de cancha hacia adelante, sin llevar peligro, pero mostrando una postura más ambiciosa.
En los primeros 25 minutos a Estudiantes le costó salir con juego colectivo. Iván Gómez recuperó una barbaridad en la mitad de cancha y el uruguayo Castro intentó llevar la pelota desde la banda derecha. Pero no tuvo peso ofensivo, porque a Mateo Retegui le costó pisar con solidez dentro del área al arrancar muy retrasado. Y así las pocas veces que llegó hasta el arco rival Gabriel Arias no tuvo problemas para quedarse con la pelota.
En el tramo final del primer tiempo, más precisamente en los últimos 15 minutos, Racing estuvo fino. Hizo circular la pelota a lo ancho, como en sus mejores partidos de la Superliga que obtuvo casi de punta a punta. A los 28 minutos Cristaldo avisó de cabeza y a los 32 Augusto Solari recibió sin marca por la derecha. Corrió cinco metros y remató fuerte y abajo. Salvó Andújar dos veces.
Pero nada pudo hacer el arquero a los 35 minutos, cuando otra triangulación mostró a Darío Cvitanich por la derecha aun siendo delantero de área. Levantó la cabeza y casi de primera tiró el centro al punto del penal, que acabó con el cabezazo de Jonatan Cristaldo al cuerpo de Andújar. Gol y balde de agua fría. Parecía que la serie empezaba a definirse en favor del más poderoso, porque a esa altura se dudaba de la reacción del local. Pero no…
En la parte final Gabriel Milito ajustó a su equipo. Siguieron presionando Pellegrini y Castro por las bandas. Ayudó mucho Nahuel Estévez y Enzo Kalinski fue más dueño de la pelota. Entonces el Pincha pudo tomar las riendas del partido, siempre con el cuchillo entre los dientes y sin negociar la entrega. Por eso, aun sin brillar, empezó a buscar el empate.
A los 6 minutos Arias desvió al córner un cabezazo mordido de Retegui. Y dos minutos más tarde otro remate desde afuera del área tuvo al arquero como protagonista. Racing sintió el cansancio y el local entendió que era el momento para atacar. Lo hizo.
A los 17 minutos sus dos mejores jugadores, Castro y Pellegrini, fabricaron la jugada que terminó en empate. El uruguayo desbordó por derecha, vio al pibe de Magdalena y arrojó el centro que terminó en gol. Con la misma fórmula que la visita Estudiantes llegó al gol. No fue de cabeza, pero con un remate hizo explotar al estadio.
Fueron los mejores minutos del Pincha, que copó el medio y lastimó a un Racing aturdido. A los 21 casi aumenta con un remate de Pellegrini desde adentro del área y un minuto más tarde Leonardo Sigalli, cayéndose, tocó la pelota con la mano dentro del área. Penal, grande como el Estadio Ciudad del La Plata. Pero Fernando Echenique, de muy flojo partido, prefirió interpretar que no había tenido intención y se abrazó a esa idea para no cobrar la sanción que pudo cambiar la noche.
Racing, con el quedo físico de sus jugadores más la lesión de Alejandro Donati, hizo que Eduardo Coudet empezara a mover el banco de suplentes, para darle oxígeno a su equipo y para que el reloj pasara lo más rápido posible.
Racing se aferró al empate, a sabiendas que no la estaba pasando bien y que su gol de visitante le daba una luz de ventaja. Estudiantes quiso el premio mayor y fue a buscarlo, con sus armas y de contra. A los 40 minutos Edwar López encontró un camino por la derecha y le cedió el gol a la Gata Fernández. Enorme atajada de Arias, otra de las figuras de la noche. Los dos recambios de Milito le permitieron al Pincha seguir en ataque, por eso el colombiano casi convierte el segundo, al quedar mano a mano con el arquero. Despejó al córner Renzo Saravia.
Final del partido y empate. Estudiantes, con sus armas y de la mano de su 4-1-4-1, orden y sacrificio, dejó la serie abierta. Tendrá que ir a Avellaneda a marcar un gol, para ganar o empatar y forzar penales. Pero más allá de los números, lo mejor del Pincha es que encontró un técnico que le dio forma de equipo al equipo, que levantó lo que estaba derrumbado y que volvió a ser competitivo. Le falta, tal vez mucho, pero el crecimiento es evidente. Le podrá alcanzar o no en esta Copa de la Superliga, pero el final del semestre lo encontrará con una sonrisa.
www.eldia.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario