Corrían 32 minutos del segundo tiempo, cuando Mauro Díaz recibió la pelota peinada por Leandro Díaz. El 10 tomó la pelota dentro del área, se sacó de encima Leonardo Ponzio, Milton Casco y Javier Pinola, y al queda mano a mano con Franco Armani, definió cruzado al gol para poner el 1 a 1, transitorio en ese momento, frente al River de Marcelo Gallardo.
Esto ya es historia conocida, lo que no se sabe de la jugada, es que, en el momento exacto previo l impacto de la pelota y posterior definición del volante de Estudiantes, un jugador de River que estaba involucrado en la jugada, intentó un último recurso que es imposible que funcione ante el Pincha.
“Kiricocho” fue el grito desesperado que no surtió efecto, ni evitó el gol de Estudiantes y el festejo de todos los jugadores. Un último recurso que se hizo popular en el fútbol argentino, pero que de ninguna manera podía tener efecto con el Pincha, ya que el mito comenzó en City Bell y con Carlos Bilardo como entrenador del equipo.
La historia cuenta que en la década de los '80, un conocido hincha de Estudiantes apodado “Kiricocho” iba a ver los entrenamientos al Country Club, y cada vez que se hacía presente en el predio del Pincha, había un jugador que se lesionaba. Bilardo advirtió esta situación, y decidió cambiar la historia.
Se le ocurrió que, en lugar de afectarlos a ellos, podría ayudarlos mufando a los rivales de turno. De esta manera, antes de los partidos, Kiricocho era mandado a saludar a los rivales que llegaban a 1 y 57. Luego, con la llegada del Doctor a la Selección Argentina en la década de los '80, esta costumbre fue ganando terreno hasta hacerse popular y conocida por todos en el mundo del fútbol.
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