Impresionaba anoche ver la tribuna local. Repleta de enfervorizados hinchas albirrojos que enarbolaron todas las banderas, al tiempo que desplegaron miles de globos rojos y blancos que le dieron una fisonomía muy particular y llamativa al estadio. La ovación que la gente le tributó a Verón cuando se lo anunció por los altoparlantes como integrante del equipo, retumbó en todo el estadio, y todo eso se repitió cuando hizo su ingreso el conjunto del Vasco Azconzábal.
Mantuvieron un reñido dueño verbal con la hinchada boquense y, antes, aplaudieron a nuestros héroes de Malvinas como al grupo que recorrió el campo de juego anunciando el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo.
Claro que después el equipo no le transmitió mucho desde el campo de juego, y tanta expectativa, entonces, se fue diluyendo de a poco.
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