miércoles, 4 de abril de 2012

"Si bien la situación no es preocupante, es para ocuparse"


Desacelerar el gasto es clave, admitió Correbo

El ex presidente de Estudiantes, Gerardo Raúl Correbo, admitió ayer con respecto a la situación económico-financiera por la que atraviesa la entidad, que la misma “si bien no es preocupante, es para ocuparse”, y descartó que sea desesperante, pese a que, agregó “no soy un especialista en el tema”.

El escribano Correbo, que condujo al club en el período 1982-86, indicó en declaraciones periodísticas que “se habla de un déficit de diez millones de pesos por trimestre, es decir unos 40 millones al año, y no sé si eso varió del período anterior a este, pero sin duda que habrá que hacer un esfuerzo para bajar ese déficit”.

A continuación hizo referencia a su etapa al frente de Estudiantes, y recordó siempre en torno al tema que tanto preocupa por estas horas a los socios y simpatizantes, que “en el ‘82 vivimos una etapa, no comparable con esta en triunfos, pero conseguimos después del Campeonato Mundial del ‘68, dos campeonatos, que no fue poca cosa. Eramos un grupo de amigos, algunos con experiencia, y otros no tanto, pero todos excelentes compañeros, entre los que se encontraba Enrique Rapán, a mi criterio el mejor dirigente de los últimos 30 años”.

“Rapán era el encargado de las finanzas, y después de salir campeones del Metro ‘82 y el Nacional ‘83, después en el ‘84 estuvimos allí, porque (Carlos) Bilardo ya era técnico de la Selección y se llevó medio equipo, y salimos terceros. Se llegó a un momento en que Rapán, en un hecho que se recuerda siempre en rueda de amigos, nos dijo “se termino la fiesta”, por lo que sugirió pararamos un poquito para estabilizar el equilibrio institucional”, agregó Correbo.

“Había que buscar un equilibrio por el consejo muy sano de Rapán, y la primera salida pasó por vender jugadores. Y allí se produjo una anécdota con Bilardo porque cuando le preguntamos “a quien”, nos dijo “a quien le compren”, una respuesta propia de Bilardo. Y el club se desprendió de Sabella, Trobbiani y Brown, y el equipo siguió no con las mismas luces que el anterior, pero defendiendo como pudo una ubicación honrosa”, completó.

El ex titular pincharrata señaló que esto originó malestar en la gente, aunque rescató el hecho de que “llegamos a abril del ‘86 y entregamos al club con dinero en el banco y con dos jugadores de primera linea para vender”.

Y dejó deslizar la siguiente reflexión: “No quiero dar lecciones de nada, pero el mismo impulso de la alegría y la felicidad que vive la gente te va empujando como dirigente a dar un pasito más ‘para ver si podemos lograr algo más’, y por eso se producen desfasajes como el que puede haber en este momento.

www.eldia.com.ar

No hay comentarios: