Estudiantes cayó una vez más y su bajón se acrecienta. Los números no le cierran y muestran cuan vulnerable está
RAFAELA (Enviados especiales).- Estudiantes volvió a perder, esta vez 3-2 frente a Atlético de Rafaela, y los números no le cierran en absoluto. En los últimos cuatro partidos que disputó sólo sumó un punto (de los doce que hubo en juego) y tiró por la borda la que, durante la primera parte del torneo, fue su gran virtud: la fortaleza de su defensa.
Está claro que un equipo que tiene la intención de pelear por el título hasta la última fecha no puede darse "estos lujos": perder tres partidos y empatar el restante en sus últimas presentaciones. Y más allá de las particularidades del choque con la Crema, donde afloraron una vez más las falencias que le han venido impidiendo seguir en el tren de la punta, lo que queda a la vista es una tendencia preocupante, sobre la cual Estudiantes no tiene respuesta.
Es que el Pincha, uno de los equipos que menos goles recibió en las siete primeras fechas del torneo (sólo cuatro), pasó a ser uno de los que más tantos recibió en las cuatro siguientes (nada menos que diez), con todo lo que ello implica.
Porque el Estudiantes que supo ser líder en este mismo torneo Clausura, tenía como bandera, por encima de todo, el hecho de ser un equipo al que no se lo llevaban por delante y mucho menos vulneraban con facilidad. Así, fue construyendo una noción que, a muchos en el Pincha, les cayó muy bien por la historia del club. Y es ni más ni menos que "el Estudiantes del Vasco estaba firme atrás y se la rebuscaba en ataque".
Pero tras la goleada que el elenco albirrojo sufrió ante Boca en el Estadio Ciudad de La Plata, por la octava fecha, la historia dio un vuelco radical. Nunca más, desde entonces, el Pincha recuperó ese aspecto de su juego que le daba seguridades y le permitía trabajar los partidos sin pasar apremios.
Y de la mano, su arquero titular, Mariano Andújar, hasta entonces casi un imbatible, pasó a penar con todos los rivales que vinieron tras el Xeneize. A veces por errores propios y otras por la falta de seguridad de los hombres del fondo.
Tres goles ante Boca, dos ante Belgrano en Córdoba, otro par de local ante Colón y nuevamente tres ayer frente a la Crema, cambiaron radicalmente el panorama para Estudiantes y desnudaron sus falencias, sin poder encontrar respuestas para torcer la historia.
Esta situación, que se transformó en tendencia, será uno de los principales aspectos que tendrá que corregir Azconzábal en la semana, para volver a sentirse seguro atrás. Y luego, a partir de una estabilidad en el fondo, será tiempo de rever cada aspecto del juego a fin de devolverle la ilusión a los hinchas, de un Estudiantes potencialmente candidato a pelear por el título.
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