MARTIN MAZZUCO, EN LA CALIDEZ DE SU DOMICILIO, JUNTO A SU MUJER YOLANDA Y SUS HIJOS SANTIAGO Y MARTINA. LO PEOR, EL CANCER DE MANDIBULA, YA PASO PARA EL DT DE LA SEXTA DIVISION. AHORA SUEÑA CON VOLVER A TRABAJAR
Martín Mazzucco se operó de un carcinoma mandibular y ya sueña con volver a trabajar en Estudiantes
ENTREVISTA Por MARTIN CABRERA
Después de dos meses de angustia, Martín Mazzucco volvió a sonreír. Poco le importa el tajo en su cuello de aproximadamente 15 centímetros. Tampoco que haya perdido los dientes del maxilar inferior. Mucho menos el dolor en el peroné de su pierna derecha. El hombre, que superó una operación infernal, ya empezó la recuperación. Y está feliz.
“¿Sabés lo que es estar acá otra vez, ver crecer a mis hijos, disfrutar de mi familia...”, arranca el diálogo este hombre de 39 años, padre de dos hijos, esposo, ex jugador de fútbol y actual técnico de la Sexta de Estudiantes, que empezó la puesta a punto después de haberse sometido a una extirpación de un carcinoma en el piso de su boca, que lo tuvo en jaque y le hizo temer lo peor.
Veinte horas duró la operación. Sí, 20 horas, durante las cuales el Dr. Carlos Pereyra estuvo trabajando junto a su equipo en el quirófano del Instituto Médico Platense. Cantidad de anestesia y tantos minutos de angustia que recién ahora, dos meses después, pueden recordarse con alegría. “Me operaron un sábado y me desperté el miércoles. El médico me preguntaba si me acordaba de algo y tardé muchas horas en estar despierto” .
Mazzu recobró el conocimiento el miércoles 21 de febrero, justo un día antes de cumplir 39 años. “Fue un cumpleaños raro, porque por un lado estaba feliz por haber pasado la operación, pero no sabés lo que es estar en terapia intensiva... Estaba entubado, con dolor y a mi alrededor todos cuadros terribles. Creo que me quedé dos días y no pude dormir” , tira.
Mazzucco tenía dolores en una muela. Nada raro. O sí, porque jamás le habían sacado una. “Empecé con una lesión en la encía, sin dolor, nada que hiciese pensar en esto” . Fue al odontólogo Gustavo Beltrano, un amigo que vive enfrente de su domicilio en Ringuelet. “Al tiempo me hice una biopsia y me fui de vacaciones sin imaginarme lo que podía pasar” , recuerda.
La historia dice que volvió de la Costa y se enteró de la noticia. “Estaba solo, no lo podía creer. Lloré mucho, le pegué a las paredes y tuve que esperar un mes para operarme, que se me hizo interminable” .
“El tipo no dudó en hablarme: ‘Martín, tenés un tumor cancerígeno en la boca. Si no te operás rápido te podés morir porque se te ramifica rápido’. El tipo me hablaba, así en seco, y yo pensaba por dentro que se estaba equivocando, que me leía los resultados de otra persona” , cuenta en su domicilio de Ringuelet, junto a sus hijos Santiago (6) y Martina (3) y ante la atenta mirada de su esposa Yolanda y su hermana.
“Uno no está preparado para este tipo de cosas. La única alternativa que me dieron fue operarme, porque a mi edad este tipo de cáncer se va tornando más agresivo con el correr del tiempo” , agrega el Flaco, que jugó en el Pincha entre 1993/97 y que también pasó por Tigre, Quilmes, Banfield y Sarmiento de Junín. “Eso sí, me acuerdo que en ese momento le dije ‘quiero operarme mañana, no puedo aguantar ni un día más’. Pero me operó 30 días después”.
-El mes más largo de tu vida...
-Y... fue largo. Además de mi cabeza, que estaba a full, empecé con dolores. Se me aflojaron las muelas y no pude comer más. Pero traté de hacer una vida normal.
-¿Cómo se lo dijiste a la familia?
-Fue difícil. No es fácil encarar algo así, y más teniendo hijos tan chicos. Pero me aferré a ellos y empecé otra vida. Antes me hacía problema por cada cosa... Ahora veo las cosas de otra manera.
-¿Y en qué cambió Martín Mazzucco?
- Que estoy más insoportable acá en mi casa (se ríe).
-Uno tiene la imagen de que el jugador de fútbol no toma consciencia porque tiene todo servido.
-Sí, tal cual. Pero independientemente de haber jugado en Primera no gané plata como se gana hoy en día. Por eso me dicen el Rata. Nunca cambié de barrio ni de amigos. Si ganaba 10 mil no vivía como un tipo de 10 mil. Tal vez me daba algún gusto pero nada más. Por eso no sentí el cambio cuando dejé de jugar.
-¿Cómo fue la operación?
-Me sacaron parte del hueso de la mandíbula y me hicieron un injerto del peroné. También me pusieron grasa de la pierna en la mandíbula, en una operación estética. El cáncer se me había alojado en la encía, debajo de los dientes, en la parte inferior de la boca. Y había tomado parte del hueso. Por eso me sacaron casi 10 centímetros. Como si fuera poco, tengo una placa de titanio. Además, como la operación fue por el cuello, me sacaron los ganglios. Y perdí diez dientes. Gracias a Dios todo salió muy bien. Ahora estoy haciendo la recuperación en mi casa. Clínicamente estoy curado, pero siempre en observación. El tumor de 3 centímetros fue extirpado. Es más, me sacaron dos centímetros más de cada lado, por las dudas.
EL VOLVER A VIVIR PARA MAZZUCCO
-¿Cómo viene la recuperación?
-La recuperación viene muy bien. Antes de la operación me decían que iba a tener que estar 45 días alimentándome por sonda, y estuve solo 15 días. Lo que más tiempo me va a llevar será recuperar la sensibilidad en la cara, todavía tengo parte dormida. Me siento bien de ánimo y teniendo algunos reparos voy a tratar de ir al Country todo el tiempo que pueda. El médico está asombrado. Ahora falta la respuesta del oncólogo para saber si tengo que hacer un tratamiento de rayos o no. De ahora en más mirar para adelante y esperar lo mejor.
-¿Tomaste dimensión?
-Y... recién ahora. Cuando el cirujano me dio la noticia miré a los costados, buscaba que esas palabras fuesen para otro. Me hablaba de un cáncer que te mata, que no podía dejar pasar mucho tiempo.
-¿Estás fuerte de la cabeza?
-Sí, muy fuerte. Antes de la operación hablé con muchos sacerdotes conocidos, que me ayudaron una barbaridad. Y me hablaron de situaciones extremas que habían tenido que vivir otras personas.
-¿Sos creyente?
-Mucho. No es que me volví más creyente ahora. En la espalda tengo tatuado a Jesucristo, voy a misa y soy devoto de la Rosa Mística. No me enojo con Dios, sino que me tocó superar este episodio en mi vida. Soy muy creyente y recé mucho para que el tumor no me llegue al hueso. Pero quienes me sacaron de esto fueron los médicos, eso lo tengo claro.
-Ahora vas a tener que ir a ver al Papa Francisco.
-(Risas) Mejor que venga él, porque a mí me queda un poco lejos.
LA CARICIA DE LOS AMIGOS DEL FUTBOL
-¿Sentiste apoyo del ambiente?
-Tanta gente se interesó... Tipos por facebook, twitter que ni conozco. Todos me dieron fuerza y apoyo. En esta corta vida que llevo he cosechado el cariño y eso me puso feliz. Lástima tener que haber llegado a esta situación para darme cuenta de eso.
-¿Alguno que te haya sorprendido?
-No, porque todos los que estuvieron son los que quiero. Incluso tipos que hacía muchos años que no veía, como el Profe Córdoba que me fue a ver al hospital. También el Profe Blanco, a quien conozco de Estudiantes. Y hasta me llamó el vicepresidente de Banfield.
“También gente de Gimnasia me llamó. Hubo uno, Toscano Roselli, que me llamó hoy (por ayer). Y me acordé de él, porque yo de pibe jugué en Gimnasia. Pero hacía 30 años que no sabía nada suyo” , recordó, emocionado, y orgulloso de la cantidad de muestras de apoyo recibidas desde el momento que la noticia tomó estado público hasta la fecha. “Cuando te pasan estas cosas valorás más las cosas importantes de la vida. Me tocó esta prueba de vida y de personalidad. Para adelante hay que valorar lo que uno tiene y consiguió. Esto me va a ser muy bien a mí y a mi familia” .
En el final, como una muestra de su estado de ánimo, recuerda qué les decía a cada una de las personas que se acercaban para decirle qué necesitaba. “¿Sabés qué les decía?, que se operaran ellos” .
En dos meses a la cancha
“Si sale todo bien con el oncólogo y no tengo que hacerme rayos, espero poder estar trabajando otra vez dentro de dos meses. Me desespera volver a ponerme el buzo de técnico”
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