lunes, 18 de marzo de 2013

Un punto que puede ser el despegue definitivo


EL FESTEJO DE LOS JUGADORES DE ESTUDIANTES, TRAS EL GOL MARCADO POR EL CHINO BENITEZ, A POCO DE SU INGRESO AL CAMPO DE JUEGO

Estudiantes, en su peor momento anímico, jugó el mejor partido de la era Cagna. Fue 1-1 contra Vélez, pero mereció ganar

COMENTARIO Por MARTIN CABRERA

Cuando más lo necesitaba el equipo, pero principalmente su técnico, los jugadores sacaron toda la garra que tenían guardada y frente al último campeón del fútbol argentino demostraron que están vivos.

Estudiantes empató 1-1 contra Vélez, Diego Cagna continúa siendo el DT del equipo y en el vestuario, después de mucho tiempo, volvieron las sonrisas.

El Pincha jugó un gran partido. Desde el minuto 1 hasta el 90 demostró que puede dar mucho más. El Pampa Gelabert y Rodrigo Braña se hicieron dueños del mediocampo. La defensa, aun con desacoples, no tuvo grandes fisuras. Leo Jara por derecha, y Jonathan Silva por izquierda dejaron un surco. Si hasta Agustín Silva estuvo sólido en el arco.

Como muchas veces en este torneo, el primer tiempo cerró con saldo favorable para el Pincha. Con Braña y Gelabert como estandartes en el mediocampo, planteó un partido de hacha y tiza para recuperar y con velocidad para pasar al ataque.

Así, contó con cuatro o cinco chances muy claras para ponerse arriba. Primero avisó a los 4 minutos con una corrida de Braña, tras error de Peruzzi, mano a mano con Sebastián Sosa. A los 9 lo tuvo el Chavo Desábato, de cabeza y a los 10 fue Carlos Auzqui quien pudo abrir el marcador, pero su remate lo despejó Emiliano Papa en la línea.

¿Sólo eso? No. A los 14 Marcos Gelabert estrelló un tiro libre en el ángulo y a los 19 fue Leonardo Jara quien, desde afuera del área, probó de derecha para hacer revolcar al arquero para despejarla al córner.

Estudiantes jugó con los dientes apretados y con actitud. Fue un equipo distinto, sólido en defensa, aguerrido en el medio y veloz para pasar al ataque. Le faltó puntería y algo de suerte. Muy parecido a los últimos partidos, muy parecido.

Lo que no se pareció en nada fue el segundo tiempo. Lejos de conformarse, el equipo siguió yendo al frente, con actitud y coraje, sorprendiendo al propio Vélez, que no salía de su asombro por encontrarse con un equipo tan fuerte futbolística y mentalmente.

Probó Jara y salvó Sosa, Jara otra vez desde lejos… Una imagen distinta de un equipo distinto, muy parecido al mejor del año pasado.

Los problemas llegaron a partir de los 25 minutos. Porque la salida de Gelabert, por lesión, dejó un hueco muy grande en el medio. Aunque, también, le abrió las puertas a quien más tarde sería el héroe.

Fue tan notorio el quedo que cinco minutos después, tras magnífica combinación, el Pocho Insúa quedó solo frente a Silva y definió con clase. A esa altura, todos los fantasmas habían sacado la entrada para ver una nueva derrota de Estudiantes y la renuncia de Cagna.

Pero siempre en todas las películas hay invitados sorpresa. Esta vez fue el Chino Benítez, quien con un tiro libre made in 2010 puso el 1-1. Le pegó de zurda, como más le gusta, para sorprender al arquero y a toda la defensa rival.

Los últimos minutos fueron emotivos. Pudo ser de Vélez que buscó con el juego asociado, pero bien pudo ser del Pincha, con un gigante Duván Zapata peleando solo contra todos y contagiando.

Fue empate, que poco servirá para la campaña y que no logra empezar a revertir la situación. Pero fue un empate que en lo anímico servirá de mucho para que de una buena vez por todas el equipo logre ponerse de pie para empezar a recuperar todo el terreno perdido.

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